CAPITULO 22
The Doors llevaba más de tres meses sin tocar en ningún lado, ningún lugar quería que tocaran porque tenían miedo a los disturbios, Avy sabía que su padrastro estaba furioso con Jim pero era buena para disimularlo, ella había vuelto a su trabajo de oficina y a contestar las cartas de los fans porque no había trabajo que hacer, pero al parecer Bill había conseguido algo.
-Tenemos cuatro fechas confirmadas, así que no quiero que lo arruinen, si sale mal estamos de nuevo jodidos, habló por ti Jim.
-Ok. No me bajaré lo pantalones.- bromeó Morrison dando vueltas en una silla giratoria.
Bill comenzó a darle información sobre los conciertos y las condiciones que habían puesto.
-Pero estos lugares nos pagan una mierda y hasta después que se del el concierto.- se quejó Ray después de analizar la propuesta.
-¿Que es esto que no pagaran si sucede un incidente y les cobraran una multa?- preguntó Avery.- ¿Y a que se refieren a un incidente? ¿Lo que ellos consideran un incidente? ¿Y si alguien se tropieza y se cae y se rompe un brazo? ¿eso podrían se un incidente? Podrían no pagarles nada, cualquier cosa podría tomarlo como un incidente ¿y si terminan pagando por tocar en lugar que les paguen.
-Es lo que pude conseguir nadie quiere que toquen en sus lugares.
-Pero todos quieren ir a sus conciertos.- mencionó ella.
-Sí pero ningún lugar quiere correr el riesgo, dicen que son unos provocadores, ya se que no es lo mejor pero en un inicio ¿O quieren que los tres meses se conviertan en seis meses? ¿y luego un año? Y volver a tocar en bares de poca mota.
-Le puedes decir que haré nada problemático, no hice nada en ese concierto, y ahora todos me acosan y quieren enjuiciarme como sí fuera un criminal.- se quejó Jim tampoco parecía muy entusiasmado por volver a los escenarios.
-Nadie lo cree.
Jim se fue pero Avery vió por el rostro que ponía Bill que ya no le creía cuando decía que no haría nada que causara problemas, en realidad Avery le creía, desde que habían dejado de tocar Jim parecía más relajado casi como si se hubiera liberado de alguna carga, ni siquiera parecía muy entusiasmado por volver, se la pasaba yendo al teatro o escuchando poesía, o hablando sobre una película que unos amigos suyos estaban comenzando a trabajar, en realidad parecía más feliz, aunque por lo que había escuchado por lo que le había dicho su contador sabía que Jim necesitaba dinero.
El contador de Jim siempre se quejaba con ella cuando Morrison lo evitaba, tal vez había llegado a los oídos de las personas que lo rodeaban que sí querían tratar de cosas serias la mejor manera de hacerlo era por medio de Avery incluso su padrastro hacía eso, pero era cansado tener que lidiar con todas las personas que buscaba algo de Jim, tener que escucharlas y después encontrar el momento correcto para decírselo al castaño.
Así que un día cuando habían salido de ver una película le dijo:
-Jim no puedo más hacer de tu secretaria, mensajera, niñera, no puedo, lo lamento.
-Avy, yo nunca te pedí que lo fueras.- le dijo tomándola de las manos- lo único que quiero que seas es mi acompañante y mi musa no necesito más.
Y es que Jim no entendía no era simplemente porque lo hacía sino porque las personas sabía que la única que le interesaba era a a ella.
-Toda la gente a tu alrededor busca algo de ti, y estoy cansada de tratar con esas personas con las que tu no quieres hablar, tengo suficiente con mi trabajo, me gusta ayudarte pero...
