Capítulo 18

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Suspendido.

¡Genial!

Bueno, no podía quejarme, es segunda vez que me suspenden en seis años, así que puedo estar un poco tranquilo. Si me preguntasen ¿valió la pena? Sin dudarlo respondería que sí. Cuando James me citó en su oficina, trato de ocultar una sonrisa al mencionar lo de Mark, pero él tiene que fungir con su deber. Así que estoy suspendido, Sam Scott Collins suspendido una semana por romperse las medias con una machista.

Abrí la puerta del departamento y quedé estático al instante en el que observé el interior. Una Ivanna dándome la espalda con una escoba en mano, unos cascos más grandes que su cabeza y una blusa casi cuatro tallas más grandes que ella e iba sin zapatos. A pesar de tener una blusa enorme, resaltaba su cuerpo.

──All my friends are heathens, take it slow
Wait for them to ask you who you know
Please, don't make any sudden moves
You don't know the half of the abuse
Welcome to the room of people
Who have rooms of people that they loved one day.

La mujer parecía no percatarse de mi presencia ya que seguía barriendo y cantando a todo pulmón.
Quería moverme, correr, pero mis pies no acababan esa orden. Solo podía ver la espalda de la chica frente a mí.

Tomó la escoba y la usó de micrófono.

──Docked away Just because we check the guns at the door.
Doesn't mean our brains will change from hand grenades.

Continuó con la canción mientras seguía centrada en su misión con la escoba. Parpadee varias veces y me gire para cerrar la puerta.

La chica se giró hasta que sus azules ojos se encontraron con los míos, sonrió cortamente y siguió con la escoba.

Yo seguí de largo a mi habitación y me saque el traje, tomaría una ducha y saldría a pasear a Blaz un rato al aire de la noche ya que lo notaba un poco decaído.

El agua fría me sentó demasiado bien, había sido un día agotador, tener que ver esa noticia y la sanción era una pizca más para mí desdicha. Así que estuve el tiempo que consideré necesario bajo el agua fría, despejando mi mente. En unos breves segundos la imagen de la rusa corrió por mis pensamientos, haciéndome abrir de golpe los ojos, sacudí la cabeza para sacar todo pendiendo maligno y saque todo el jabón de mi cuerpo para después cerrar el grifo y salir envuelto en mi toalla de baño.

Me puse ropa deportiva ligera y salí del departamento con Blaz, no había señales de Ivanna por ningún lado, así que solo salí del apartamento, justo cuando tomé el ascensor Luciana iba dentro. Sus comisuras se elevaron notoriamente y la punta de sus orejas se tornaron rojizas.

──¡Buenas noches Sam!──se adelantó y saludo, después de agacho unos segundos para acariciar a Blaz, quien se animo nunca poco al verla.

──¡Hola Lucí! ¿Qué tal tu tarde?

──Mucho mejor ahora que te veo, de ahí en más estoy demasiado ocupada, el trabajo en la oficina tiene muerta.

La pobre chica trabaja de cinco de la mañana hasta las dos de la tarde en una oficina como contadora, su jefe es un explotador y acosador.

── ¿Por qué sigues ahí?

──Sabes que se me complica mucho desplazarme más lejos a otro trabajo, y en Aresfield no es como que haya muchos lugares para solicitar trabajar ya que tardaría muchísimo y estamos lejos de ensenada para conseguir un trabajo ahí.

Y era cierto, en Aresfield había mucha gente y poco trabajo, había compañías y era escaso el trabajo para muchos ya que todos procuraban su trabajo, y Luciana era una de tantos y tantas.

La Corporación Necesita Mujeres [BORRADOR]Where stories live. Discover now