La Corporación Necesita Mujeres [BORRADOR]

Capítulo 14

La habitación con luz cálida nos abrazaba y como otras veces, la presión de alguien sobre mí me impedía respirar. Era él. Su mano sobre mi boca y nariz me hacía imposible agarrar aire. Sabía que lo que quería hacerme. Sentía su mano buscar con desesperación él borde de mi pijama y tocaba debajo de mí blusa.

Nuevamente la imagen se distorsionaba y se volvía todo confuso, él cayendo sobre el suelo, toda mi ropa cubierta de sangre. Su sangre.
El estruendo de la puerta y ese grito hizo que me sobresaltara.

──¡Alek! ──las detonaciones del arma retumbaron en mis oídos, haciendo que me sobresaltara.

──Mierda──dije con la respiración agitada. Otra vez ese maldito sueño.

── ¿Estás bien? ──cuestionó Sam. Me gire en su dirección, aun seguíamos en el jet.

──Si... solo fue un mal sueño.
Dije y su semblante se relajó. Observé al hombre que estaba tendido sobre el suelo y nuevamente las ganas de abalanzarme sobre el me invadieron.

── ¿Y ese Pridurok? ¿Ya te aseguraste que aún respira?

──Si Ivanna, aun respira.

──Ojalá y no lo hiciera──dije y le di un golpe con la punta de mi zapato. Y este se quejó en voz baja.

──Tranquila, estamos a──Observó su reloj de mano──menos de una hora para que ya no lo veas.

Al parecer ya estamos en Aresfield. Lo que restó de viaje lo use para intentar comunicarme con Mijaíl, pero al parecer no obtuve respuesta así que opte por ver una serie en Netflix. Era de esas pocas veces en que estaba viendo algo, pero realmente no estaba viendo nada. Las imágenes pasaban, pero solo eso. Solo estaba viendo imágenes sin sentido.

Una desesperación me envolvió. Suspiré y apagué el móvil.

Ver a Soto en el suelo me resultaba tentador, demasiado, quería golpearlo. Mordí mi labio inferior y traté de dispersar esos pensamientos. Mi mirada recayó sobre mi compañero. Estaba viendo su laptop. Su perfil era demasiado perfecto, una nariz muy bonita, unos labios perfectamente carnosos, una barba muy limpia y definida y lo que más sobresaltaba de él, un raro pelo color cobrizo.

Recordé la bofetada que le había puesto esa mañana, no sentía remordimiento alguno, al contrario, merecida se la tenía. Una pequeña sonrisa se me escapo solo de recordarlo.

(.....)

── ¿Qué acaso mis hombres se están volviendo locos? ¡Por el amor a cristo! ──El superior Mackenna estaba demasiado alterado. Se quitó el nudo de la corbata y está la puso sobre el escritorio de Sam.

──Scott ¿Por qué carajos se te escapó el topo?

Al parecer todos tuvimos problemas en los casos asignados gracias a los choques de ideas entre los integrantes, los chicos al parecer hacen todo con dulzura y amor. Mientras tanto las chicas actúan acorde a nuestras tácticas y métodos.

──Vamos James, estaba amarrado con unas putas medias ¡Unas medias! ¿Qué querías? ¿Qué no se soltara hasta llegar aquí? No llevamos el equipo necesario, no íbamos por un crío.

Su almendrada mirada recayó sobre mi.

Carraspee.──El agente Scott no estuvo a la altura de la misión, superior. Para ser un agente y detective de los IP no cuenta con el entrenamiento psicológico necesario para poder desarrollarse en el campo, superior...

── ¿Qué sabes tú de mi preparación? ¿Eh? ──irrumpió Sam. ──Contesta, ¿Qué tanta mierda crees saber? No tienes ni puta idea. Podrás formar parte del EEADYS, creerte superior a mi o a alguien más, pero eres una mujer muy altiva que todo quiere solucionar con puños y una maldita bala en la frente. Pero no. No todo se trata de eso Ivanna. Tu no tiene ni un poco no empatía.