Sarah, max y las Tierras Desconocidas

Capítulo 31 Planes en la Oscuridad

Lejos del Bosque de los Susurros, Oliver y Octavia encontraron un refugio temporal donde la oscuridad de sus intenciones se mezclaba con la tranquilidad de la noche. El diario ahora en sus manos, revelaba pistas cruciales sobre los fragmentos restantes del amuleto de los deseos.
Con el artefacto en su posesión, Oliver anhelaba algo que desataría el caos en Zenithar. Su deseo, envuelto en malicia y arrogancia, tenía un propósito oscuro: obtener una semilla del árbol Aelonis para absorber su poder y gobernar Zenithar.
—Con el amuleto en mi poder, Zenithar será testigo de su nuevo líder. Oliver pronunció sus palabras con un tono de maldad, dejando claro su deseo de conquista.
En cambio, Octavia, más pragmática, ansiaba fortalecer sus habilidades personales.
—Quiero que mi hacha sea imbuida con magia Arcana oscura, para aplastar y destripar a mis enemigos con un poder despiadado. Las palabras de Octavia reflejaban su sed de poder y destrucción.

Mientras analizaban detenidamente el diario en su campamento improvisado, trazaron planes para localizar los tres fragmentos restantes. La oscuridad de sus intenciones resonaba con cada palabra susurrada entre las sombras.
Sarah, Max y Alex se preparaban para continuar su búsqueda. Ignorantes de los planes que se tramaban en la penumbra, avanzaron con determinación, enfrentándose a la incertidumbre que les aguardaba.
El Bosque de los Susurros dejaba susurros de secretos y peligros en el aire. Sarah y sus amigos, acompañados por la manada de centauros, avanzaron hacia su próximo destino. La conexión entre ellos crecía, y cada paso fortalecía los lazos de amistad que se forjaban en la adversidad.
Mientras tanto, la sombra observaba en silencio desde las profundidades de la oscuridad. Su presencia, un enigma que se entrelazaba con los acontecimientos, sugería que el camino hacia el amuleto estaba lleno de desafíos y peligros insondables.
El destino de Zenithar pendía en un delicado equilibrio, entre las aspiraciones malévolas de algunos y la determinación de aquellos que buscaban proteger la magia y la armonía del mundo. La batalla por el amuleto de los deseos estaba lejos de haber llegado a su fin, y cada elección, cada deseo, resonaría en los destinos entrelazados de Zenithar.