Capítulo 23 Aliados Inesperados

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Mientras Sarah, Alex y Max exploraban los intrincados senderos del Bosque de los Susurros, el destino los llevó a un reencuentro inesperado. Entre los árboles, se encontraron nuevamente con la manada de centauros que habían conocido en el desierto. Esta vez, el encuentro no era casual; era el resultado de una conexión que trascendía la casualidad.
Los centauros, liderados por un noble anciano de melena plateada llamado Argentius, los saludaron con respeto y alegría al reconocer a los intrépidos aventureros que habían compartido su camino en el pasado. El anciano centauro, recordando la valentía de Sarah, Alex y Max, decidió compartirles un secreto ancestral.
Argentius reveló que en el corazón del Bosque de los Susurros, oculto entre las sombras danzantes y los árboles centenarios, yacía un fragmento del amuleto de los deseos. Este fragmento, imbuido con la magia antigua del bosque, era clave para activar el amuleto completo.
Con un gesto de generosidad, los centauros ofrecieron su ayuda para guiar a nuestros tres amigos hacia el lugar donde se escondía el fragmento. Sarah expresó su gratitud, reconociendo la importancia de este inesperado aliado en su búsqueda por reunir las piezas del amuleto.
A medida que avanzaban por los secretos senderos del bosque, los centauros compartieron historias sobre la magia que fluía en cada rincón. Sus palabras resonaban con una sabiduría antigua, revelando conexiones entre el Bosque de los Susurros y Aelonis que incluso Sarah desconocía.

El grupo se sumergió en una colaboración armoniosa, tejiendo lazos más fuertes entre especies dispares. El rugir del viento entre los árboles parecía acoger este pacto, mientras el Bosque de los Susurros guardaba sus misterios, listo para revelar más secretos en su travesía hacia el corazón de Aelonis.

 Sarah, max y las Tierras Desconocidas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora