All eyes on me [Law x OC]

Capítulo 31

Aviso: La portada no me pertenece, ha sido realizada por la artista @fery_dds. No soy tan mala para tardar tanto en actualizar y que no sean dos capítulos. Gracias por leer!

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¿Cuántas veces había deseado de niña acudir a algún festival? Había perdido la cuenta de todos esos sueños que jamás había podido cumplir por su situación como esclava. Pero cuando entró en el recinto y vio el ambiente, sus ojos se iluminaron como cuando era apenas una infante, su sonrisa se había ampliado a medida que caminaban evitando a la gente.

Law apretó el brazo que se aferraba a la cintura de Serah, llamando su atención. Cómo era una situación especial, ambos se habían arreglado. La chica se había aventurado a usar maquillaje tradicional, colorete en las mejillas, carmín en los labios y un poco de sombra en los parpados, además de comprar una yukata tradicional del festival, de color rojo con un obi púrpura. A ojos de su fingido esposo, estaba deslumbrante.

El cirujano no podía arreglarse tanto como la mujer, pero si se había molestado en ir a una barbería para cortarse el pelo, además de cambiar de ropa. Una yukata azul oscura y sedosa, medio abierta mostrando parte de su pecho tatuado. También estaba muy atractivo.

–¿Qué te gustaría ver? –preguntó su capitán, sacando una bolsa de monedas de la ropa.

–Hay tanto que hacer... –dijo ella, mirando a todos lados, luego su tripa rugió sonoramente– Bueno, tal vez tenga hambre.

–Empecemos por un puesto de comida, ¿te parece bien? –ofreció el moreno señalando con la cabeza la zona de la calle donde estaba la gente esperando una larga cola.

Ambos caminaron y se pusieron detrás del todo, tomados de la mano. Serah estaba nerviosa, no sabía por qué, se sentía una niña pequeña admirando todas esas luces de colores, la música, la gente riendo y disfrutando, los cientos de olores de comida mezclados con la pólvora de los petardos. Se alegraba de estar disfrutando de aquello en compañía de Law.

El cirujano tenía la mirada perdida en esos momentos, pensativo, su subordinada había carraspeado en alto para llamar su atención. El hombre apretó su bolsillo, donde aferraba una pequeña cajita de madera tallada a mano. ¿Sería ese el momento de pedírselo? ¿En medio de toda la gente? Porque ese había sido su plan al inicio, que lo vieran los demás. ¿Por qué dudaba ahora?

–¿Ocurre algo? –preguntó ella, extrañada ante su silencio.

–Nada, solo estaba pensando –respondió volviendo en sí, sacando la mano del bolsillo.

–¿Y qué piensas, capitán? –dijo eso último en bajito y acercándose más al hombre a su lado.

La cola seguía avanzando y ellos también. A medida que caminaban, el aire se iba llenando más aún de la mezcla de olores de los diferentes puestos.

–Luego hay un espectáculo de fuegos artificiales, ¿quieres ir? –ofreció él, cambiando de tema, comenzaba a sentir la mano sudorosa.

Serah lo había notado, estaba más nervioso de lo normal y eso era extraño, pues Law sabía controlar perfectamente sus emociones y rara vez las externalizaba. Era una persona extremadamente calmada.

¿Qué estaría pasando por su cabeza para estar de esa manera? Ya le había dicho que era una cita juntos, por lo que no estaba así por una posible amenaza, ¿era ella la que provocaba ese nerviosismo? Tuvo ganas de sonreír ante esa ocurrencia, le recordó a la anterior noche donde se había confesado con ella.

–Claro, nunca he visto uno –dijo apoyándose en su hombro, sobresaltándolo.

–Yo tampoco... –respondió él en un hilo de voz provocando que se separasen al acto.