Capítulo 4

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Aviso: La portada no me pertenece, ha sido realizada por la artista @fery_dds.

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Los piratas Corazón eran una amplia y variada tripulación de rufianes, desde animales capaces de entender el habla humana, hasta a usuarios de frutas del diablo, pero lo que no tenían era una mujer en todo el grupo. Así que provisionalmente Serah se había apoderado de una habitación para ella sola, pegada al cuarto del capitán y a más distancia del camarote de hombres.

En las primeras horas de su estancia allí, Bepo -así se presentó el oso- le había mostrado el submarino. Era sencillo, tres plantas más la cubierta. La tercera planta era la sala de máquinas y el almacén, la segunda eran los dormitorios, cocina/comedor y baños, y arriba, junto a la puerta, estaba la sala de mando donde se modificaba el rumbo y Law discutía con sus capitanes los futuros planes, además de la enfermería.

En general, lo poco que había tratado con ellos fue agradable. Los piratas que más hablaban con el capitán eran los más extrovertidos. Uno de ellos, alto y pelirrojo, le había dicho que era preciosa. Serah se lo había agradecido con una pequeña sonrisa y el chico casi se cae al suelo del dramatismo. Se dio cuenta de la urgencia con la que necesitaban que hubiera alguna mujer a bordo.

Ahora estaba en su cama, tumbada boca arriba. Notaba la ropa pegada a su cuerpo por el sudor, era incómodo. Aún llevaba puesta la gabardina negra de Law, necesitaba darse un baño para quitar todo ese rastro de mal olor. Notó una presencia por el pasillo, caminando hacia su habitación. Unos toques tímidos le hicieron abrir la puerta metálica segundos después.

-Señorita -le saludó el oso, pero iba acompañado de otro compañero- Lamento no disponer de mejor ropa.

Serah agradeció el mono naranja chillón y unas botas marrones que posiblemente eran dos números más que el suyo, prefería llevar eso que vestir la ropa que llevaba aún en el burdel. Bepo le había explicado dónde estaban las duchas, iba de camino a ello pero otro tripulante la detuvo en el pasillo.

-El capitán quiere realizarle un chequeo completo antes de llegar a la siguiente isla -le informó el hombre.

-¿Una revisión? -preguntó, extrañada- ¿Es médico?

-Y uno de los mejores del mundo -el hombre se rió antes de seguir su camino.

Esto último dejó pensativa a la mujer pero luego retomó el recorrido a la enfermería a ver a Law.

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La mujer entró en la impoluta enfermería, donde le esperaba su provisional capitán. El olor a desinfectante y limpieza era totalmente abrumador. Había dos camillas separadas por cortinas, varios armarios repletos de medicinas y utensilios médicos, un escritorio con dos sillas, y al final de la habitación, una puerta que conducía a otro cuarto -el sofisticado quirófano del que disponía el submarino.

Serah se encaminó a donde estaba Law, que permanecía sentado en un pequeño taburete, encorvado sobre un cuaderno y ocupado escribiendo algunos datos.

El pirata portaba unas gafas para ver de cerca y se había puesto una bata blanca sobre su ropa normal, dándole un aspecto totalmente diferente. Llevaba el pelo despeinado y unas ojeras pronunciadas. Él le señaló la camilla para que tomase asiento y empezasen la revisión lo más pronto posible.

-Eres una caja de sorpresas -le dijo Serah mientras él sacaba un bolígrafo de la bata.

-¿Por qué razón? -preguntó, sin apartar la vista del papel.

All eyes on me [Law x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora