Casado tres veces con un pescado salado

Capitulo 64

Al final, con los dientes apretados, el Emperador finalmente accedió al matrimonio de Gu Fuzhou con Lin Qingyu. La guerra estaba estallando una vez más en el noroeste y tenía que apaciguar a Gu Fuzhou en este momento. Además, Xu Junyuan también dijo que el matrimonio entre los dos era un signo de buen augurio. Por el bien de la situación general, solo podía reprimir sus propios deseos egoístas. Era el gobernante de un país; entre el campo y una belleza, lo que era más importante y lo que era menos, todavía podía decir.

El Emperador solo asintió; no otorgó el matrimonio. Sin embargo, hizo una declaración: Una esposa masculina no puede volver a entrar en el Palacio.

Al escuchar esto, Gu Fuzhou quiso ir a discutir con el Emperador. Lin Qingyu lo detuvo.—No te preocupes, no pasará mucho tiempo antes de que el Emperador me invite a regresar.

Gu Fuzhou fingió quejarse: —El médico Lin ha vuelto a hacer algo malo, pero no me llevó con él.

Lin Qingyu dijo: —No creo que puedas llamar a esto 'algo malo'.

El día que Lin Qingyu abandonó el Palacio, la mayoría de sus colegas en el Hospital Imperial observaron desde un costado. Además de Hu Ji, que lo despidió todo el camino, Chu Zhengde también vino inesperadamente a despedirlo.

El anciano todavía tenía una expresión fea cada vez que lo miraba y sus palabras aún eran excéntricas y cínicas: —¡Casarse de la nada! ¡Estás fallando en estar a la altura de tu talento!

Lin Qingyu dijo con indiferencia: —Es precisamente debido a este talento que retrasar ocasionalmente por un tiempo no debería importar.

Chu Zhengde se atragantó y dijo, nervioso y exasperado: —¡Date prisa y vete! Sola una vista de ti es desafortunado.

Lin Qingyu no partió de inmediato: Un eunuco del Palacio del Este lo encontró y dijo que el príncipe heredero lo estaba invitando.

Después de muchos días, Lin Qingyu volvió a ver a Xiao Cheng. Casi no pudo evitar reírse.

Después de pasar un período de tiempo deambulando por el borde de la vida y la muerte, Xiao Cheng ahora estaba lejos de ser tan animoso como antes. Había perdido casi la mitad de su peso, lo que resultó en mejillas hundidas y labios pálidos. Incluso vestido con ropa resplandeciente, su lamentable estado difícilmente podía ocultarse. A los ojos de Lin Qingyu, no lo estaba haciendo mucho mejor que Shen Huaishi en el Templo Changsheng ese día.

Cuando esos ojos miraron a Lin Qingyu, desaparecieron su altivez y racionalidad pasadas, su arrogancia y desconfianza; sólo quedaba la terquedad y el resentimiento.

Lin Qingyu entregó el saludo estándar. —Saludos a Su Alteza.

Xiao Cheng no lo miró a los ojos como lo hacía en el pasado. Fue directo al grano,—¿Tienes alguna noticia de Shen Huaishi?

Lin Qingyu levantó las cejas. —El Guardia Imperial Shen es el guardia personal de Su Alteza Real. ¿Por qué Su Alteza me preguntaría por él?

Los labios de Xiao Cheng estaban apretados. Después de tanto tiempo, el Campamento Tianji aún no había descubierto el paradero de Shen Huaishi. No tenía dónde desahogar su inquietud y resentimiento. Pasó todo el día en el Palacio del Este y ninguna cantidad de romper todo a la vista podría proporcionarle la liberación. El guardia de la sombra del Campamento Tianji luego preguntó temblando: —Pido perdón a Su Alteza, pero ¿El Guardia Imperial Shen tiene parientes o amigos? Podemos comenzar con estas personas.

Xiao Cheng estaba atónito. Después de mucho reflexionar, pensó en Lin Qingyu.

Todos los familiares y amigos de Shen Huaishi desaparecieron con la Secta de la Prisión Celestial hace tres años. Durante los últimos tres años, además de él mismo, la única persona con la que Shen Huaishi ha tenido una conexión significativa fue Lin Qingyu. De lo contrario, no habría aparecido para suplicar por Lin Qingyu en el cumpleaños de Jingchun.