Fuera De Combate || Hawk/Eli Moskowitz

Capítulo 71: "No hay futuro sin ti"

No importaba cuántas veces sucediera, el sentimiento de despertar a su lado, no se comparaba con nada. Sentir el contacto de su piel con la mía, y ver esos hermosos ojos azules tan de cerca, me hacian desear que no hubiese en el mundo nadie más que nosotros dos. Daría lo que fuera por no tener que regresar a casa, por olvidarme de las peleas, y de todo el caos en que se ha convertido mí vida . Pero la realidad tarde o temprano llama a tu puerta, y por más esfuerzos que hagas no puedes negarte a contestar.

Mi teléfono explotaba de mensajes y llamadas perdidas de Hilary y de mí madre, porque por más que repitieron hasta el cansancio que ya estaban hartas de mí y que les daba igual lo que hiciera, las conocía lo suficiente como para saber que no hablaban en serio. Con cuidado de no hacer ruido, me levanté de la cama y recogí mi ropa del suelo para empezar a vestirme.
Antes de irme desperté a Halcón con un pequeño beso en la comisura de los labios y le dije que nos veríamos más tarde luego de su entrenamiento. Faltaba solo un día para el torneo, y sabía muy bien el estrés y ansiedad que eso le provocaba, por lo que quería pasar el mayor tiempo posible con él y hacerle saber que todo estaría bien.

*
Apenas puse un pie en casa, los gritos de mi hermana hicieron eco entre las paredes.

- Estoy cada vez más convencida de que todo lo que no tenga que ver contigo, te vale. Pasamos toda la noche con mamá  pensando que estas quien sabe dónde y con quién sabe quién - Me dijo enfurecida.

- Buenos días hermanita - Contesté restándole importancia.

Pero esta vez su reacción fue diferente. Cuando me estaba girando para ir hacia las escaleras que dan a mi habitación, una cachetada en seco impactó contra mi mejilla.

- ¿Que carajos te pasa? ¿Eres idiota? - Respondí aún sorprendida, pero con una sensación de ira comenzando a subir por mi garganta.

- Algo que debí hacer desde hace tiempo. ¿ O acaso te olvidas quien es la mayor aquí? - Habló mientras se frotaba la mano.

- Me importa una mierd# la edad que tengas. ¿Qué te hizo pensar que tienes derecho sobre mí? no eres mí mamá, no puedes darme órdenes, ni mucho menos meterte en mi vida. Y si que crees que con eso voy a recapacitar, estás muy equivocada. Pégame de nuevo si te atreves, quizás ahora no tengas la misma suerte. ¿ O acaso te olvidas quien es la que sabe karate? - Contesté de manera desafiante.

Hilary apenas si emitió un suspiro cansado, y se abrió paso dejándome subir a mí cuarto, no sin antes darme una última mirada de desprecio.

Un portazo sonoro se hizo sentir ni bien entré en la habitación. Me coloqué los auriculares y no tardé demasiado en quedarme dormida, o al menos solo pude hacerlo unos minutos, hasta que sentí la presencia alguien más allí.

De un fuerte tirón mis audífonos fueron arrebatados, y al voltearme noté que se trataba de mi padre, lo que me resultó aún más extraño.

- ¡Vamos, levántate de esa cama! Es hora de que empieces a hacer algo productivo con tu vida. Si no vas a cooperar por las buenas, lo harás por las malas - Dijo papá mientras comenzaba a meter algo de mi ropa en un bolso.

- ¿Disculpa? - Balbucee. No te estoy entendiendo nada, ¿Acaso todos en esta casa se volvieron locos?

- Tus chistecitos y sarcasmo barato, ahórratelos conmigo - Continúo

- Al menos me vas a decir que pasa. ¿Y que diablos haces con mis cosas? - Respondí aparentando los dientes.

- Ya estuvo bueno de tantas estupideces. De ahora en más se hace lo que yo digo, cuando lo digo - Dijo firme.

- Siempre ha sido así, solo que hasta el momento conmigo no te resultó - Protesté

- Ya no voy a discutir contigo, es más ni Hilary ni mamá lo harán tampoco. Termina de poner en el bolso lo que creas necesario y si en cinco minutos no estás en la cochera, te juro que soy capaz de venir con la policía- Finalizó tajante.