Capitulo 28: " Dos lágrimas y un beso".

145 6 0
                                    

Es medianoche y me encuentro dando vueltas en mi cuarto, sin poder quitar mis pensamientos de todo lo que ocurrió hoy. De repente dejo de caminar y me recuesto en el suelo con la mirada hacia el techo. Mientras sigo en mi mundo pensativa y concentrada, muerdo mis uñas y juego con mi cabello, aunque es inútil, ya que nada consigue calmarme. Son tantas las emociones que me invaden, que desearía que mi corazón se saliera para dejar de sentir tanto.

- T/N ¿QUÉ SE SUPONE QUE HACES? NO TE DAS CUENTA DE LA HORA. ¡YA VETE A DORMIR! - me grita mi madre a través de la puerta.

Estando aún en el suelo, gire mi cabeza y casi sin gesticular mis palabras, asentí. Pero a mi madre no pareció bastarle, e intentó abrir la puerta, lo que le fue inútil porque yo había cerrado con llave.

- ¡Abre ahora esa puerta T/N! Tenemos que hablar. ¿Acaso no piensas decir nada sobre lo que paso hoy?- siguió insistiendo del otro lado.

- No tengo nada que decir, ni mucho menos que pedir permiso. Papá ya lo sabe, y eso basta. Dile a él que te cuente, al final de cuentas, ¿Qué no son ustedes los que deciden todo por mí?- respondí con tono seco.

- ¡Es imposible sostener una charla decente contigo! Si no quieres hablar, está bien, pero no pienses que te dejaremos seguir con esas actitudes de "me mando sola". Mañana tendrás que salir de aquí, y tumbare la puerta si es necesario.- concluyo furiosa, mientras se escuchaban los pasos de ella alejándose por el pasillo.

Los minutos pasaron y se convirtieron en horas, pero el sueño no venia a mí. La cabeza me estallaba, y el arder de mi tobillo lesionado era cada vez mas fuerte. ¡Suficiente!, ya no puedo seguir así. Finalmente, decidí levantarme del suelo y subir a la cama. Tomé mi teléfono que se encontraba en la mesita de noche y lo encendí para ver la hora. Faltaban unos minutos para las 2 de la mañana, pero eso no fue lo único que vi. Cientos de mensajes invadían mi pantalla; algunos eran de Miguel y Aisha insistiendo para que fuera con ellos a festejar, otros eran de los estúpidos de Kyler y Jazmín, que continuaban molestándome. Pero, también había muchas llamadas perdidas de Halcón. ¿Qué quieres ahora maldito imbécil?- pensé en voz alta, enojada de que él fuera una de las razones principales de mi desvelo. De repente, el teléfono volvió a sonar, y con ira lo lance al suelo, pero este no se detuvo. Cubrí mi cabeza con la almohada y grité en ella. Más calmada, respire profundo y cerré los ojos con dificultad. Poco tiempo me duro la paz, cuando una ladrillo impacto fuertemente contra mi ventana, haciéndome sobresaltar. Rápidamente corrí para ver quien había sido y ahí lo vi.

- ¡Que carajos te pasa! Sabía que estabas loco, pero no creí que tanto. De verdad no entiendes que no me interesa hablar contigo. ¡Lárgate!- grite enfurecida.

-Vamos, por favor! No puedes evitarme por siempre. De verdad no quiero que las cosas terminen así- Halcón hablo con un tono desanimado, mientras me miraba desde abajo.

- ¿Y por eso tenias que vandalizar mi habitación?- continúe más calmada, y un poco divertida por la situación.

- No me dejaste opción princesa. Vaya que eres difícil- suspiro.

- Y ¿Qué esperabas? Que te perdone y haga de cuenta que no hiciste nada. Hoy fue uno de los peores días de todos, y tú lo terminaste de arruinar.

- Por eso quiero que me escuches. Dame la oportunidad de mostrarte que de verdad me arrepiento y que lo último que quisiera es perder lo más lindo y real que tengo en mi patética vida. Soy el idiota más grande que existe, hago todo sin pensar y arruino todo lo que toco, pero tú eres ese golpe de realidad que me hace bajar a la tierra y me mantiene en equilibrio- de repente su voz empezaba a cortarse y tartamudeaba, igual que le pasaba de niño.
*Por un segundo lo miré con nostalgia y luego hablé*.
-No sé que pase después de esta noche, pero hoy mi cabeza no está en condiciones de procesar nada más. Solo diré que por ahora te daré el beneficio de la duda- respondí algo dudosa de lo que estaba diciendo.

- ¿Eso quiere decir que me perdonas?-
sus hermosos ojos azules brillaron como un perrito cuando les das un premio.

- Eso significa que estarás a prueba. Escucha, yo se que no eres perfecto, lo sabía cuando decidí salir contigo, y es por eso que sigo volviendo a tí, a pesar de todo. Yo tampoco lo soy, créeme, estoy a años luz de serlo. Ambos estamos rotos y somos un desastre, pero si tú me demuestras que de verdad te importo, que soy para tí más que una estúpida reputación o que encajar en esta sociedad de cuarta, yo seguiré aquí. Solo te advierto que no será tan fácil como crees, la confianza es algo que se gana poco a poco, y por ahora la mía hacia a ti, esta frágil-
*Aunque intente hablar con convicción ante lo que decía, no pude evitar que mis ojos se nublaran y la voz se me fuera apagando*

- ¿Puedo subir?- me pregunto acercándose más a la pared que separaba el suelo de mi ventana, la cual no era demasiado alta.

- ¿Seguro?, no quiero que te caigas, aunque admito que esa sería una escena muy divertida de ver. Mejor bajaré yo.

- Vamos, déjame por una vez ser tu caballero de brillante armadura, o bueno, tu "ninja".- una sonrisa se dibujo en su rostro.

-Como quieras tonto, pero con cuidado por favor.

Él dejo el casco de su moto en el césped, apoyo el pie en otro ladrillo flojo que sobresalía de la pared, y se impulsó para subir. Cuando finalmente logró llegar a la ventana, lo agarré del brazo y lo jale hacia adentro. Ambos caímos sobre la alfombra, quedando a centímetros uno del otro.

-La próxima aceptaré que tu bajes- respondió riendo. En las películas esto se ve mas fácil.

-Ya cállate bobo y mejor ven- Me giré para acercarme aún más a él y rodeando su cuello con mis brazos, le di un beso apasionado. Halcón continuó con gusto y lo profundizo bajando hasta mi pecho. De golpe se detuvo, tomó aire y me miró fijamente con los ojos tristes.

- Lo siento, pero sentí la necesidad de decir esto antes de continuar. Es increíble lo que causas en mí, no merezco que me hayas dado otra oportunidad. Lo que pasó con Moon fue la cosa mas idiota que hice, y vaya que hago cosas estúpidas. No quiero fingir que no me importas,porque no ha pasado ni un día en el que nos peleamos, y el vacío que dejaste en mí fue jodidamente horroroso. Voy a hacerlo bien esta vez. Me siento orgulloso de que seas mi novia, y así tenga que ir gritándole a todos por los pasillos, lo haré,pero quiero que lo sepan. Tú lo dijiste, somos un desastre, pero me siento feliz de ser un desastre contigo- *Terminó de hablar y yo di un suspiro profundo*.
Lo miré confundida y me quedé unos segundos en completo silencio. No sabía que responder ante su confesión. Mi respiración todavía estaba agitada por el momento previo a sus palabras, pero tomé aire y levantándome levemente, lo abracé y acaricié con ternura su mejilla.

-Tranquilo, sé que aquí estas y puedo sentirte, y aquí estoy yo, una vez más. Nada entre nosotros tiene porque cambiar si ponemos de nuestra parte para que esto funcione. Es difícil, pero no imposible-

Volví a mirarlo, y ésta vez ambos con las miradas conectadas, dejamos caer una lagrima de nuestros ojos. Éstas derramaban sinceridad y dolor al mismo tiempo. Seguidamente, aquel beso inconcluso, volvió a ejecutarse, con tanto amor y pasión, que hizo que el tiempo y el espacio se congelaran a nuestro alrededor.

Fuera De Combate || Hawk/Eli Moskowitz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora