T/N esconde mucho más de lo que muestra al exterior. Sin embargo hasta la chica más ruda tiene una debilidad, y la de ella es su antiguo amigo y gran amor del pasado, Eli Moskowitz. Un viaje de autodescubrimiento donde las cicatrices del pasado se h...
Estoy caminando por los mismos pasillos donde hace 3 años me enfrenté por primera vez al Bully de la escuela. Sí bien ese fue el primer gran paso que di para fortalecer mi carácter, no miento al decir que enserio tenía miedo, pero todo eso cambió.
Era la última hora antes de regresar a casa y tocaba clase de deportes. Me dirijía a cámbiame en los vestidores, cuando de repente siento que una mano cubre mis ojos y una voz gruesa susurra en mi oído: "Hola de nuevo compañera, ¿Me extrañaste?"
- Oh, eres tú de nuevo. No me digas que ademas de Ninja ahora también eres secuestrador - Dije con tono sarcástico al reconocer de quién se trataba. Enseguida me dí la vuelta y quité bruscamente su mano de mi cara.
- Mmm, no lo sé. Tal vez hasta que me dejes de molestar a cada momento del día -
- Eso jamás linda, pues ya sabes lo que dicen: Un cobra kai nunca acepta un no como respuesta - Contestó apoyándose sobre el casillero del vestíbulo y levantando estúpidamente una ceja.
-Ah, por poco lo olvido. Desde que te uniste a cobra kai y te hiciste esa extraña cosa en la cabeza, eres un patético bravucón igual o peor que los que te molestaban a ti - Le dije enojada pero con los ojos vidriosos (Malditos sentimientos que me invaden en el momento menos oportuno)
......................
(3 años atrás)
- Ya, enserio, ¿Me puedes decir a donde me llevas? - Le insistí a Eli mientras iba en la parte trasera de su bicicleta con los ojos vendados.
- Es una sorpresa, confía en mí - Me respondió riendo tímidamente.
- Bueno si me lo pides así, supongo que está bien - Concluí.
Después de una rato , me dijo que habíamos llegamos y me ayudó a bajar
- Okey, aquí es. Ya puedes quitarte la venda- Dijo nervioso.
- Relájate, ¿O que pasa?, ¿Acaso vas a secuestrarme? - Bromeé para que se tranquilizara.
- Pues no,claro que no - Contestó sonriendo.
No tenía idea de donde estábamos. El lugar estaba oscuro y no podía ver nada, pero sabia que él estaba demasiado cerca, porque su respiración se escuchaba muy fuerte. Eso me hacía sentir segura y en paz.
- Bien, a la cuenta de tres encenderé las luces y podrás ver tu sorpresa - Me dijo Eli, pero esta vez su voz era más segura.
- Estoy más que lista, aunque no me molesta para nada estar así contigo -
Los dos contamos hasta tres al mismo tiempo y la luz se encendió de repente, dejándome ver un cielo nocturno perfectamente estrellado.
-Wow, ¡Esto es precioso Eli! Nunca había visto algo así - Hablé asombrada.
- ¡Bienvenida a mi lugar favorito! -
Resulta que el extraño sitio era el planetario de la ciudad . Yo no lo conocía pero siempre había querido venir.
Estábamos en una sala que simulaba el cielo, con miles de estrellas y constelaciones, donde además se podían ver la mayoría de los planetas.
- ¡Es la sorpresa más linda que me dieron! - Le dije.
- Y falta algo más - Me respondió.
Eli ya no parecía nervioso. Se notaba que conmigo estaba seguro y podía ser el mismo, al igual que yo con él.
- No dejas de sorprenderme Moskowitz - Respondí entre risas.
Me llevó a un costado de la sala donde había una manta y una canasta con comida, como si se tratara de un picnic.
- Esto se pone cada vez mejor ¡Un picnic bajo las estrellas! El sueño de toda lectora - Dije entusiasmada.
- Me alegro que te guste, lo hice especialmente para ti - Contestó de nuevo con vergüenza.
Nos sentamos juntos, comimos, reímos y hablamos durante un largo tiempo .
- ¡Ay no! . Ya son las 10 de la noche, hay que irnos o mi mamá va a matarme - Me dijo preocupado.
- Esta bien, supongo que ya tuvimos suficiente diversión por hoy y, además mis padres también van a preocuparse. Pero antes, quiero hacer algo para que esta noche sea aún más perfecta. Algo que he deseado desde hace mucho tiempo. Solo espero que no te enojes - Continúe hablando.
- ¿Qué? ¿Qué es? Aunque sabes que no hay forma de me enoje contigo - Respondió sonrojado.
- Cierra los ojos y confía en mí - Susurré.
- Umm, okey, pero ¿Qué vas a hacer? - Dijo aún más nervioso.
- Vamos, ahora te toca a ti confiar en mí -
Respiré profundo, me acerqué a él y sin pensarlo le di un pequeño y tierno beso en los labios.
Me separé de inmediato para no incomodarlo, pero el enseguida abrió sus ojos y sonriendo con vergüenza me dió otro beso, pero esta vez más largo y profundo. En ese momento el mundo entero se congeló y mi corazón de niña enamorada latió como nunca.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
.......................
Hoy miro hacia atrás y pienso si alguna vez volveré a sentir algo así por otra persona.
