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Núcleo, Delling.
Años atrás

Tras cinco horas de trabajo ininterrumpido, la doctora Park se toma un tiempo para alejarse del escritorio y dirigirse hacia la máquina de café, estaba agotada pero trabajar era el único modo que tenía para evadir su realidad, para no seguir pensando en los sucesos que carcomen su alma.

— ¿Descafeinado? —escucha.

La mujer sonríe de medio lado, tomando su vaso para poder acercarse al mueble de la pequeña área de descanso, toma uno de los sobrecitos del cajón y lo rompe para vertir azúcar. La otra chica toma asiento en una de las sillas mientras ve a la doctora revolver el azúcar con una cuchara.

— No, necesito estar despierta.

—  Llevas horas trabajando en ese reporte, necesitas un descanso, ir a casa, tomar una ducha.

— Necesito terminar.

— Jiyoon... Ha pasado un año, tienes que dejar ir.

— ¿Dejar ir? Me sorprende que seas tú quien diga eso, cuando deberías estar igual de devastada que yo...

— Lo sé, amor, lo sé, pero no podemos vivir de ese dolor.

— Era mi bebé, él era...

— No, Jiyoon, detente. Él no era nuestro bebé y tienes que afrontarlo, ahora mismo podríamos estar trabajando en otra muestra de ADN pero te niegas a hacerlo, ¡Podríamos tener un hijo ahora!

— ¿¡Para qué nos lo quiten otra vez!? ¿¡Para verlo sufrir!?

La mujer suelta su vaso con café y cae al suelo, en ese momento agradece que sean desechables, no tenía que preocuparse por cerámica rota y un desastre que tendría que explicar después.

Jiyoon se deja caer flexionando sus rodillas hasta que pegan en su pecho, lleva su diestra hacia su boca intentando ahogar el sollozo, ya no quería llorar, le dolía su cabeza y sus ojos ardían mucho. Su pareja se levanta para poder ir hasta donde está ella y se inclina para sobar su espalda, haciéndole saber que estaba ahí para ella.

Ambas habían solicitado hace tres años una autorización para trabajar una muestra de ADN y conseguir un clon que sería su hijo, hace dos lo habían autorizado y ambas se pusieron en marcha. Consiguieron la muestra de un campamento que se veía en buenas condiciones, querían un hijo con un origen sano dentro de todo lo posible y la mujer fue muy amable en cooperar a cambio de una caja extra de comida para ella y su gente. Una vez hecho el cambio, como dictaban las reglas de la autorización, no se volvieron a ver.

Trabajaron día y noche hasta que tomó la forma de un pequeño bebé sano, idéntico del que habían extraído la muestra y las mujeres se sintieron dichosas cuando llegó el día en que pudieron sacarlo de la incubadora. Por protocolos tenían que hacer unas pruebas de sangre para archivar en la base de datos, lo que nunca esperaron fue que la prueba arrojaría el gen S-03, como llamaron a la predisposición genética del súper humano, aquellos que debían ser separados de la población general por los beneficios que traía consigo.

Fue entonces cuando dos hombres llegaron para tomar al bebé de las manos de Jiyoon.

— ¡No! ¡Déjenme hacer otra prueba! ¡Se los suplico! ¡Es mi bebé! ¡Es mi bebé!

Los hombres no mostraron compasión y finalmente, tomaron al bebé para abandonar la habitación. La doctora Kang, pareja de Jiyoon, se acercó también devastada hacia su novia que ahora lloraba desconsolada en el suelo mientras se abraza a la manta de bebé entre sus brazos.

— ¡Es mi bebé! ¡Ni siquiera pude ponerle un nombre!

La mujer se aferró a la manta, el único recuerdo que tuvo de su bebé por mucho tiempo.
Aunque había pocos ejemplares, se descubrió que el gen S-03 impulsa todas las capacidades de las personas a un nivel inhumano, los hace más inteligentes, más fuertes, un solo S-03 podía empujar un autobús sin cansarse. Además se volvían más resistentes, habían hecho pruebas donde disparan a una pierna o un brazo y aunque al inicio hay dolor y gritos, el sangrado no es abundante y pronto la herida pasa a segundo plano, como si no estuviera ahí.
Aunque claro, eso no los volvía inmortales.

DOPPEL ❀ Minchan/banginhoWhere stories live. Discover now