DOPPEL ❀ Minchan/banginho

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Delling

Lee Know recuerda haber caminado de forma automática tras llegar de nuevo con Jisung, que había empezado a caminar explicando algunas cosas sin siquiera tomarle importancia al traumatizado chico a su lado porque no le interesaba escuchar lo que opinaba sobre lo que decía. En otro momento le habría molestado, pero ahora solo podía agradecer ese egocentrismo porque no tenía ganas de decir nada, sentía que todo le daba vueltas, que su entorno era tan irreal y cuando Jisung lo despidió en la entrada del núcleo, simplemente fue escoltado hacia la calle donde permaneció unos segundos en pie sin saber con exactitud a dónde ir.

¿Qué mierda era ese mundo?

Miraba a la gente, los árboles, los autos pasar y se sentía paranoico de todos, que no podía confiar en su entorno y ahora entendía a Jeongin y su necesidad de irse hacia otros sitios para algo tan simple como hablar.

De nuevo, empezó a caminar sin rumbo, esta vez porque solo deseaba alejarse lo más que podía de aquel sitio mientras intentaba procesar lo que había visto. Era al menos un hecho, que en Delling les lavan el cerebro para seguir las reglas y marginar a los que no están de acuerdo. Recuerda las imágenes de la prueba diciendo que los rebeldes deben ser castigados, con unas fotos de armas, y siente un escalofrío recorrer su columna. Recuerda a Jisung ser muy insistente con el orden, diciendo que la ciudad no se había creado a base de individualidad, siente que debió notarlo más desde ese momento, en ese incapié que le decía no hay espacio para los que son diferentes.

Llega al parque y toma asiento en una banca, sus piernas han empezado a hormiguear desde que dejó el lugar y siente que necesita un descanso.

Tiene sentido que sean tan estrictos con eso, cualquier seña de pensar diferente podría dar inicio a un efecto dominó dónde más personas decidieran no seguir el orden, pero, ¿Ser tan estrictos? No, tan atroces. ¿Habría sido eso por lo que Jeongin dice varios acaban con sus vidas al salir? Tal vez no soportan todo lo que se debe procesar en ese sitio, él tan solo había visto una de las pruebas, debía ser un infierno ver las cosas en práctica y siente más náuseas de pensarlo.

— ¿Minho?

Escucha de pronto. Su cuerpo se tensa, no quiere levantar la mirada pero una sensación familiar lo hace hacerlo, entonces se sorprende cuando ve a Felix, o bueno, algo así. Es la misma cara del Felix que ve en Nótt, un poco más regordete de las mejillas, pero todo lo demás es tan diferente, su cuerpo es más delgado y pequeño, su cabello corto y castaño, sostenía su celular como si se estuviese grabando a él mismo, pero lo apagó para poder guardarlo antes de sonreír avergonzado.

— Lo siento, escuché que perdiste tu memoria así que no debes recordarme... Soy Felix, somos amigos desde la primaria, íbamos en el mismo campus pero diferente carrera así que los últimos días no estábamos muy juntos.

— Felix —repite el castaño.

— Había querido visitarte desde aquello pero sentí que tenías mucho por procesar y luego ya no supe cómo acercarme a ti en la escuela —admite el chico, luciendo un poco avergonzado.

— Está bien... Supongo que es complicado —murmura, de pronto siente que la conversación ayuda a que el dolor en su estómago disminuya al igual que las náuseas—. ¿Estabas dando un paseo?

— Oh, grababa algo para mis alumnos —dice con una sonrisa—, hace poco inicié mis prácticas en un jardín de niños, soy maestro, quería grabar algo para una clase.

— Eso es lindo...

Dice en voz baja, intentando sonreír pero recuerda todo lo que les enseñan desde pequeños y siente que no puede relajarse aunque lo intente, también empieza a tener dudas respecto a lo que enseña Felix en sus clases, si también es tan exigente con los niños para dar mensajes de adoración al consejo desde pequeños pero no se atreve a preguntar, no ahí, no ahora. Necesita hablar con Jeongin, contarle lo que ha sucedido porque incluso en ese momento siente que podría morir en cualquier momento y que la información debe transmitirse antes de ello.