DOPPEL ❀ Minchan/banginho

16

Nótt

Si tuviera que describir el momento en que había cambiado tanto definitivamente diría que fue la noche en la que besó a Hyunjin. Minho no estaba acostumbrado a tantas emociones de ese tipo, en realidad a ninguna que fuera un cambio brusco al menos hasta que llegó a Nótt. Esa noche se habían separado antes de que llegara Seungmin y de regreso ninguno dijo nada del tema, sin embargo, a la tarde siguiente cuando se encontraron llevando unos materiales para Changbin, Minho fue el primero en decir que sentía haberse dejado llevar. Entonces Hyunjin dijo que no quería que lo sintiera, sino que fuera algo que pudiera repetirse. El castaño no sabía qué responder, entonces fue turno de Hwang decirle que no era nada serio, que podían solo tener algo de momentos espontáneos como aquella noche, que de hecho era más común ese tipo de relaciones en Nótt ya que la mayoría solo deseaba liberar estrés, incluso dijo que nos serían los únicos, que la mayoría ahí lo hacía, incluso Felix, pero que nadie hablaba sobre sus vidas amorosas pues no era tan relevante.

No supo la razón pero aceptó.

Desde entonces cuando tenían ganas simplemente encontraban el momento de empezar un juego de besos y caricias a escondidas del resto, Minho debía aceptar que sí era una enorme liberación de estrés y desde entonces, se sentía incluso un poco más relajado. Todavía tenía miedo de Nótt, no era un idiota, los demás llevaban tiempo viviendo ahí y eran cuidadosos, ¿Quién era él para no tenerle respeto a ese lugar? Aún así, podía caminar con más seguridad en ese espacio que tenían e incluso salía más calmado a las colectas más cercanas.

— Mierda —escuchó de pronto—, rompí mi chamarra.

— Déjeme ver —Minho dejó sus cajas en el suelo y se acercó a mirar la prenda de uno de los refugiados—. Oh, tiene suerte, esto tiene arreglo, voy a buscar un hilo y te la devuelvo a la cena.

— Lee eres todo un salvador —respondió el hombre adulto más tranquilo—. No quisiera que mi nieta se preocupara por eso, ya la conoces.

— Ella fingirá no tener frío con tal de darle lo mejor a usted —confirmó el castaño manteniendo una sonrisa cálida mientras sacaba un pequeño dulce que entregó al adulto con un guiño—. Solo no le diga a Chris, o me dará un regaño por mal acostumbrar.

El adulto asintió varias veces mientras veía con sus ojos brillosos el caramelo, juraría que su boca empezó a salivar más pero decidió guardarlo para cuando realmente tuviera muchas ganas de comerlo ya que no siempre tenían cosas dulces. Minho dejó sus cajas sobre una mesa, luego las llevaría hasta el almacén, tomó nuevamente la prenda y se dirigió por los pasillos hacia su habitación, había empezado a guardar algunas cosas y entre ello estaba un par de hilos y una aguja vieja que servía aún, todo para poder ayudar a las personas a parchar sus prendas pues no podían darse el lujo de tener nuevas cuando estas se rompieran.

En su andar se detuvo cuando vio una de las puertas abrirse sola, la miró confundido por unos segundos antes de sonreír.

— ¿Ahora hay misterio? —preguntó.

— Solo entra.

Amplió la sonrisa en su rostro con diversión al detectar el tono frustrado en la voz de Hyunjin, pero tras asegurarse que nadie estaba cerca entró a la habitación mientras cerraba la puerta. Dejó la prenda sobre una mesa y no pudo evitar reír esta vez cuando vio el cabello rizado de Hyunjin.

— ¿Pero qué te pasó?

— ¿Qué me pasó? Alguien me hizo unas trenzas que olvidé tenía y me dormí así, no tengo como arreglarlo —respondió haciendo una mueca mientras intentaba presionar su cabello contra su cabeza.

— Pero luces muy bien.

— Parece que me explotó algo, no es divertido —arrugó un poco su nariz al ver como Minho seguía riendo—. Ah, ¿Lo encuentras gracioso?