DOPPEL ❀ Minchan/banginho

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Para Jisung, el día debía disfrutarse incluso pese a las deterioradas condiciones de Nótt, no había mucho por hacer además de sobrevivir, pero aún así había muchas cosas que él encontraba interesantes y divertidas, como cuando podían parar en alguna tienda de cualquier gasolinera vieja y encontraba algunos libros de chistes, los cuales no dudaba en compartir con los demás aunque no quisieran. Pero había cosas que a veces no entendía la gracia él mismo, por ejemplo, ¿Qué era tortilla? Él no se imaginaba qué podría ser ni su sabor, pero solía leer la palabra en algunas revistas de cocina, ¿Qué eran patines? La foto se veía como unos tenis, pero tenían ruedas, ¿No era eso peligroso? ¿Cómo podían caminar? Él no se imaginaba dando un paso seguro. Aún así, gozaba de muchas cosas simples y en algún momento escuchó a Chris decir que estaba bien, que eso era normal.

"Es común cuando vienes de Zona London."

( 🌆 )

Años atrás

Jisung recuerda haber tenido una infancia difícil, apenas tenía cinco años cuando ya sabía robar, a los nueve ya era un experto en desaparecer cosas a plena vista de otros. Aún así, debía tener siempre mucho cuidado, pues en donde vivía, cualquier pretexto era bueno para cortar tus manos y venderlas al mejor postor.

No recuerda a su mamá, mucho menos a su papá, solo que un día ya estaba con una mujer de treinta años cuyas condiciones de vida la hacían ver de cincuenta. Siempre supo que pudo ser peor, no sabía cómo, pero desde que tiene memoria se sintió afortunado de tener todas sus extremidades cuando al caminar por las calles veía a otros niños y adultos entre las carpas que tenían por hogar, mendigando un poco de agua, sin poder moverse, solo siendo un torso con cabeza.

"Jisung, no debes confiar en nadie que no sea yo, no te vayas con otras personas."

Recordaba las palabras de la mujer como un mantra. De igual forma, no es como si pudiera salir mucho de la pequeña carpa con huecos donde vivían. Solía ayudar llevando cubetas con carne podrida hasta el límite de Zona London, donde solo había desierto y apenas la punta de pequeños edificios donde la mirada casi se perdía. Le llamaba mucho la atención todo eso, todo lo que estaba lejos de su realidad. Tiraba la carne en una fosa putrefacta donde se encontraban más restos de carne en pésimo estado, incluso materia fecal y algunos cuerpos, unos más reconocibles como personas que otros, podrías ver un pedazo de pierna y no saber lo que era hasta que alguien lo comentaba, pero Jisung ya había aprendido a distinguir cuando algún trozo era parte de un cuerpo pues solía decir que tenían un olor a tristeza y abandono, aún así, nunca se acercaba más de lo debido cuando cumplía sus deberes. Era como su regla de oro, llevar siempre un cubrebocas y nunca tocar nada. Mucha gente desesperada por tener algo en el estómago se acercaba a comer cualquier cosa más decente que encontraban entre esos restos de lo que alguna vez fue alguien con ganas de sobrevivir, sin embargo, la mayoría terminaba muriendo a los pocos días por una enfermedad estomacal o por la fuerte infección que pescaban por adentrarse entre los restos de una población en ruinas.

Jisung nunca había aspirado a más de su vida, nadie salía de ese lugar por una vida mejor, las pésimas condiciones los hacían morir antes de cruzar todo el desierto en busca de llegar a la ciudad, y aún así nada les aseguraba que allá se estuviera mejor así que muchos desistían de intentar. Su vida se limitaba a las carpas o telas con huecos y al infernal calor que les recordaba estaban viviendo en el infierno, el aire ya tóxico se mezclaba con arena dañaba sus pulmones desde muy jóvenes haciendo que fueran la zona de menor esperanza de vida en un sitio tan lúgubre como lo era Nótt.

— ¡Cuidado!

La advertencia llegó tarde cuando de pronto, Jisung ya se encontraba en el suelo, sus piernas dolían y por un momento temió que alguien las hubiese cortado tan rápido y certero que no le dió ni tiempo de asimilarlo, sin embargo, cuando vio sobre estas una cubeta sellada y a su amigo acercarse con preocupación, suspiró sintiendo que la sangre nuevamente circulaba por su cuerpo.