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Pascale miró a su hijo y negó con su cabeza al escucharlo, lo miraba de una manera seria a lo que el piloto solo soltó un suspiro. La mayor se levantó de su lugar mientras que ambos estaban en silencio.
—No puedes seguir engañando a Olivia de esta manera Charles, es una buena mujer y ha demostrado que te ama, se que ella es la indicada para ti pero no puedes seguir con esto porque puedes perderla.
—¿Y que quieres que haga mamá?, si le digo la verdad va a dejarme. Estoy enamorado de ella y la amo pero no puedo decirle la verdad.
—Claro que puedes hijo, te dije muchas veces que se lo dijeras antes de empezar a salir con ella porque la harías sufrir, la verdad se sabe en cualquier momento y será peor que se entere por alguien más, por eso debes decirle.
Charles se levantó del sofá pasando su mano por su quijada.
—Mamá...
—No merece esto, le dirás que estás casado.
El castaño negó rápidamente.
—No amo a Alison, sabes muy bien porque me casé con ella y he luchado con ese maldito divorcio por mucho tiempo, me estaba ahogando en ese momento y cuando vi a Olivia no quise dejarla, al principio creí que sería una aventura pero no fue así — sus ojos se aguaron —Solo deseo que ella me de ese divorcio, pero se que eso es algo imposible.
Su madre se acercó a él y agarró su cara con sus manos para limpiar sus lágrimas y mirarlo fijamente.
—Sé por lo que has pasado por nosotros, por tus hermanos y se que mereces ser feliz pero no así hijo, tal vez si hablas con ella pueda entenderte y no se aleje de ti.
—Me siento un hombre libre porque ese matrimonio nunca fue real, así que para mi no estoy casado.
—Pero hay papeles por medio, convertiste a una mujer en tu novia fuera de la prensa porque así lo quiso ella y porque es lo único que pudiste ofrecerle — Leclerc evadió su mirada —No te eduqué así Charles, nunca habías mentido.
—Ya lo había hecho, lo hice desde que me casé con Alison, me mentí a mi mismo al vivir en una mentira, prácticamente me compró para no perder lo que tanto quería.
Empezó a caminar a la puerta de la entrada pero se detuvo al escuchar a su madre.
—Sino le dices tú se lo diré yo porque no merece esto, se que puedes decirle, si la amas de verdad se lo dirás.
