CAP 44 - Siempre estoy actuando

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No me siento como yo mismo,

perdí mis oportunidades y ahora estoy aquí.

No tengo a donde ir.

No tengo sueños.

No lo se, siempre estoy actuando.

***


- ¿Ma...tarte?

- Mmh.

- ...¿Por qué?

- Porque si no lo haces, estoy segura que este sentimiento de euforia se apoderará de mi ser y entonces...

- ¿Entonces?

- Entonces dejaré de ser yo — sonrió cálidamente.

Takemichi lo sabía, nuevamente había arruinado el pasado y con eso tal vez el futuro, pues como lo había dicho Mikey del futuro, un mundo sin ella era un mundo sin sentido, y ahora todos los futuros tal vez se arruinaron por el simple hecho de que debía dispararle.

- ____, podemos discutirlo con tranquilidad-

- Takemichi — interrumpió — no hay nada que discutir. Ya no tengo miedo, me quiero marchar.

- No.

- No lo entiendes, yo debo-

- ¡¡Tu tienes que vivir!!

- ¿Huh?

- ¿Cómo puedes decir ese tipo de cosas con una sonrisa en tu rostro? — su voz se quebró, las lagrimas no tardaron en salir — ¿Cómo puedes estar tan tranquila?

- Te lo dije una vez, ¿O no? — el rubio la miró confundido — no todos tenemos tu resistencia, luchar cansa y yo me he quedado sin fuerzas.

- ¿Por qué me pides esto a mi?

- Porque eres el único que puede hacerlo, ambos sabemos que nunca debí existir.

- ¿A qué te refieres?

- Takemichi, eres un viajero del tiempo — aquello sorprendió al chico — no importa que hayas hecho, lo importante aquí es cómo conseguiste hacerlo.

- Yo... solo se que me empujaron a las vías del tren y regrese 12 años al pasado.

- ¿Nos conocíamos en tu línea de tiempo original?

- ...No.

- Déjame contarte una pequeña historia — tomó de un estante un portarretratos mostrándole un hombre apuesto de ojos grises y pelo negro — Fujita Aeon, un hombre exitoso, amable y caritativo, un ser de luz enviado a este infierno, alguien no muy diferente a ti — señaló colocando su dedo índice en el pecho del rubio — su esposa, una modelo francesa, se encontraba embarazada, siempre fue débil así que no fue sorpresa que el parto se complicara.

- ¿...Murieron? — la azabache sintió.

- Fujita, desesperado y con el corazón destrozado al tener que enterrar a sus únicas esperanzas de vida, buscó desesperadamente la manera de traerlas de regreso, rezó a los dioses, visitó chamanes, e incluso realizó pactos , pero ninguno parecía funcionar — rodeaba al chico mientras contaba — un día decidió irse de este plano astral.

- ¿Se suicidó?

- Si, lo hizo...— miró un punto fijo con la mirada triste — pero lo curioso paso después.

SILENT SCREAM [TR x lectora]Where stories live. Discover now