GRADUACIÓN

25 2 1
                                    

Debía admitir que ahora que trabajaba a tiempo completo veía cosas que anteriormente pasaba por alto. A mitad de la noche podía escuchar gritos de  pacientes descontrolados, si limpiaba el piso en el segundo bloque del hospital podía ver personas desenfrenadas azotando sus cabezas contra las camillas, era como si estuvieran poseídas por un demonio, dolía con solo escucharlo, llegaba el momento en el que las cuerdas vocales se les desgarraban.

No debería sentir lastima por esas personas, después de todo si no estuvieran encerradas serían las que dañarían a Xiao Zhan. Solo imaginar ese nivel de locura hacia que le doliera la cabeza.

Está bien continuar sin denunciar ese lugar con tal de seguir al lado de su conejo, aunque los demás sufrieran deberían seguir aguantando hasta que consiga juntar mas dinero para comprar una casa.

Aunque es una decisión egoísta ¿Está mal? Mi felicidad está en el primer bloque del hospital donde puedo estar en tranquilidad con el. Lo malo de todo es verlo como un zombie dos días a la semana, consideró que eso es un castigo por quedarme callado.





Fue una larga semana consintiendo a Zhan con lo que podía, se puso al día con algunas personas nuevas y los demás pacientes estaban contentos por su regreso.

Estaba jugando cartas con el señor, Zhan y la señora Bear, era muy obesa, sus ojos estaban muy hinchados y acaparaba la mitad de la mesa con sus gordos brazos, pero la apuesta era muy interesante, ella apostaba una pulsera que se veía muy valiosa.

La señora Oso estaba en sus cinco sentidos en ese momento por lo que no se llamaría aprovecharse.

— Señor Han ya tiene mis chocolates de la semana ya no me queda nada para apostar : dijo Zhan soltando sus cartas, yo le dije que no apostará todos sus dulces de una.

El señor se sentía muy orgulloso de seguir ganando en las cartas demasiado después de solo apostar manzanas podridas, no se podía tener un límite en lo que se deseaba apostar siempre y cuando fuera valioso para la persona lo que yo apostaba era una pequeña caja de bonbones con maní y a todos en esa mesa les gustaba el maní.

— Creo que ya gané —  Mostré mis cartas a los demás y con decepción soltaron sus cartas.

— Perdí mis manzanas.

— Perdí mi cadena.

— Perdí mis chocolates .

— Sería mejor comenzar otra ronda, acepto cualquier cosa... — Todos miraron hacia arriba cuando Zhuo Cheng se acercó seriamente detrás de la silla de Yibo.

— Estás jugando cartas en lugar de trabajar, tu no viniste aquí a jugar.

Ese comportamiento siempre estaba presente en los demás enfermeros desde que ya no es el estudiante de medio tiempo.

Yibo se levantó y miró de frente a Zhuo Cheng —Disculpa, estoy en mi descanso ¿Por qué te molesta?

— Crees que solo viniste a jugar de medio tiempo como antes, ahora ya no hay descansos para ti, el descanso que todos los que trabajamos aquí es nulo, nadie descansa y biene aquí a jugar como tú.

Se retiró y dejó a Yibo sin la oportunidad de responderle, ese tipo siempre quería tener la última palabra.

Volteó donde los demás estaban y sujetó las demás cosas que ganó, no tenía porque preocupar a su conejo, una vez que llegarán a la habitación de noche le devolvería los dulces que perdió en las apuestas.

De hecho si no fuera por sus cartas de magia no sabría si podría ganarle a Zhan o al señor porque sabía que sin trampa no tenía sentido jugar.

— Me retiro primero los veré a todos más tarde - se despidió de todos esperando poder terminar rápido para hacerle una propuesta a Xiao Zhan por la noche.

COMIDA PARA CARNÍVOROS Where stories live. Discover now