Capitulo 55.

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Capitulo 55.

-¡¿Y yo cómo iba a saberlo?!.

Le grité a Lauren, la que estaba a un metro de mi, con sus manos sobre su rostro, horriblemente enojada.

Lauren: ¡No me interesa eso, Camila!. -me gritó de vuelta.- ¡Lo hiciste con mala intención y lo sabes!.

-Lauren.. -dije con mi voz a punto de romperse.- No fue con mala intención.. yo solo..

Lauren: ¡Querías hacerla sentir mal por tus estúpidos celos, Camila!, ¡Buscabas que se sintiera mal!. -suspiró.- Hoy ni siquiera fue al trabajo, ¿Lo entiendes?, cometiste un error.

-Lo siento, Lo.

Sollocé, ahora yo cubriendo mi rostro para que no viera las lagrimas que caían con desesperación.
Me sentía muy mal, porque me estaba colocando en la posición de Demi, y con solo pensar en el hecho de perder a una hija ya es algo que produce un gran vacío de melancolía en mi pecho.

La escuché suspirar antes de abrazarme de manera acogedora. Me oculté entre su cuello y continué llorando con libertad mientras ella acariciaba mi espalda y mis brazos.

Lauren: Debes disculparte con ella mañana.

Acarició mi cabeza y situó sus manos en mis mejillas, alzando mi cabeza para mirarme a los ojos.
Asentí y mordí mi labio inferior, queriendo dejar de llorar lo más rápido posible.
Maldito embarazo que me colocaba más sensible de lo normal.

Lauren: Eres una idiota.

Me susurró besando mi mejilla con cuidado, lo que me hizo sonreír.
La besé en los labios, sintiendo el beso salado por mis lagrimas derramadas.
De un momento a otro el beso aumentó de intensidad, y ella ya estaba recostándome en el sofá con mucho cuidado, mientras me desabotonaba la camisa.
Sonreí con alegría con solo pensar en lo que iba a suceder, porque hace mucho que no tenía un momento de estos con ella, y vaya que estaba ansiosa por tenerlo.

Lauren comenzó a besar mi cuello y a acariciar mi estomago descubierto con delicadeza, erizándome.
Busqué el inicio de su camisa y la saqué rápidamente por su cabeza, tirándola a un lado. Ella me miró cuando lo hice, y solo sonrió de esa manera que tanto me gusta.

-Te amo.

Dije acariciando una de sus mejillas, apreciando el brillo de sus ojos como si fuera la última vez y quisiera recordarlos.
Ella besó mi frente y situó una de sus manos bajo mi espalda para levantarme un poco y desabrochar mi sujetador, ahora dejándome desnuda de cintura hacia arriba.

Lauren: Yo también te amo, mi amor, muchísimo.

Dijo besando mi barbilla antes de bajar y comenzar a lamer uno de mis pechos con una lentitud que me torturaba.
Ella aún no dejaba de acariciar mi abultado estomago, y eso lo encontraba muy tierno.

Lauren: ¿Sabes lo mucho que me gusta verte embarazada?.

-No. -acaricié su mejilla.- ¿Y por qué te gusta tanto?.

Lauren: No lo sé. -sonrió.- Me encanta la idea de tener a pequeñas Camilas corriendo por la casa. Como Cameron.

Le sonreí antes de que ella volviera a lamer mis pechos, logrando que soltara un gran gemido y para mi suerte, Cameron estaba durmiendo, y no era posible que me escuchara.
Nuestras respiraciones se volvieron forzosas y aceleradas a medida que el tiempo pasaba. En menos de cinco minutos ya estábamos completamente desnudas, yo bajo su caliente cuerpo mientras ella acariciaba hasta cada pequeño rincón de mi cuerpo, ya sabiéndoselo de memoria con los años.
Todo sucedía con rapidez, o al menos eso creía porque ni siquiera era capaz de captar el tiempo. Ella lo hacía todo con dedicación para convertir el momento inolvidable tanto para ella como para mi.

Sus manos, ahora temblorosas, bajaron desde mi pecho a mis muslos, estos apretándolos un par de veces, con la única intensión de hacerme perder el control, lo que no importaba. Ya había perdido el control hace bastante.

Lauren: Dios, Camz..

Murmuró antes de comenzar a lamer lentamente mi centro, volviéndome loca.
Traté de no gemir, pero fue imposible porque gracias al embarazo sentía más placer que nunca.

Mi respiración quedaba atrapada en mi garganta constantemente, y la soltaba con fuerza, lo que obligó a mi corazón a latir como loco cada vez que sentía a Lauren lamer.
Cerré mis ojos al sentir sus dedos entrar en mi, por lo que busqué su mano libre y la apreté para reprimir un poco mis gemidos.

Ella no tenía ni la más mínima idea de cuánto extrañaba esto. Cuanto extrañaba sentir que me amaba.
Quise decir su nombre, pero las palabras se quedaron atrapadas en mi garganta, junto con un montón de gemidos, por lo cual, arqueé mi espalda y moví mi cabeza hacia atrás, pudiendo soltar solo unos gemidos.
Sentí los besos de mi esposa por mis muslos, los que reaccionaron al instante y se pusieron tensos.
Escuché la leve risa de Lauren mientras continuaba besando y subiendo por mi cuerpo, hasta llegar a mi estómago, el que besó, dejando sus labios allí por unos segundos.
Llevé mis manos a sus cabellos, e hice que levantara su cabeza para juntar nuestros labios con impaciencia. Rodeé su cuello con mis brazos, sin querer soltarla nunca.

*POV Lauren*.

Alejé mis labios de los de Camila y situé mi cabeza justo al lado de la suya, juntando nuestras sudorosas cienes.

Hace mucho no tenía algo como esto con ella, y solo quería llorar de la emoción de sentirla mía, de sentir como nuestro lazo se hacía más fuerte, como nos amábamos con más fuerza.. como continuábamos juntas después de todo lo sucedido. No pensaba volver a como estábamos antes, debía hacer durar esto lo más posible.

Sentí a mi esposa temblar bajo mi cuerpo y gemir fuertemente en mi oído, indicándome que estaba a punto de llegar a su climax, y me sentí completa por primera vez en meses.
Continué el movimiento de mis dedos dentro de ella, pero con una lentitud que sabía que ella amaba, o al menos, la hacía perder el control.
Cuando su cuerpo se quedó paralizado, solo di un par de envestidas más y saqué mis dedos, estos sintiéndolos húmedos al instante.

Esperé unos momentos para que reguláramos nuestras respiraciones, cuando pude hacerlo, alejé mi cabeza de la suya y la miré. Sus ojos estaban cerrados y mordía su labio, lo que me incitó a darle un pequeño beso.

Camila: Podría estar toda la noche así.

Reí y besé su frente, acariciando su estómago con mucho cuidado. Estaba tan suave y cálido, que estuve por mucho tiempo moviendo mis manos sobre él.
Me levanté del sofá y ayudé a Camila a hacerlo también, pero ella gruñó y se volvió a acostar.

-Mi amor, el sofá no es muy cómodo, vamos a la cama, por favor. No quiero te que duela la espalda luego, porque te pones gruñona, y no sirvo para eso.

Ella rió y se levantó, abrazándome por el cuello.
Yo, con un rápido movimiento la cargué, de la misma manera que lo hice el día de nuestro matrimonio.

*Flash Back*.

-Vamos, Camila. -reí.- Bájate.

Camila: Pero me vas a cargar. -gruñó, cruzándose de brazos.- Y estoy gorda.

Rodé mis ojos y la saqué del auto, cargándola de una manera bastante cliché para la ocasión.
Ella pataleó por unos momentos, pero cuando la besé, se detuvo y me abrazó por el cuello.

La bajé a penas entramos a nuestra casa y la miré, quedando algo confundida al ver las lagrimas caer por sus mejillas.

-¿Qué..?, ¿Pero qué..? -sequé sus lagrimas, comenzando a asustarme.- ¿Por qué lloras?.

Camila: Estoy tan feliz de ahora estar casada contigo, Lauren.

Sonreí y volví a cargarla, ahora como si fuera un saco, haciéndola reír a carcajadas.
Yo también podría llorar al estar feliz por haberme casado con ella, pero ahora había algo más importante que hacer, y era sellar como corresponde la ceremonia del matrimonio.

*Fin Flash Back*.

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Les informo que quedan 7 capítulos para el final, sin contar el epílogo.

Atte: La chica anónima.

Ours Mistakes. DFM 2da Temp. «Camren»Where stories live. Discover now