Capitulo 35.

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Capitulo 35.

Me levanté de la cama, sacando con cuidado el paño que estaba sobre la frente de mi esposa y fui al baño para mojar el paño nuevamente y volver a la cama, colocando el paño en su frente. Era la tercera vez que lo hacia en toda la noche, porque Camila estaba ardiendo, y sudando mucho. Estaba preocupada tanto por ella como por el bebé.

Me acosté a su lado y la abracé. Estaba temblando, lo que me preocupaba mucho más.

-Mi amor.. despierta.

Acaricié su sudado cuello esperando que abriera sus ojos, lo que hizo segundos después.

-Creo que es mejor que vayamos al hospital. Estoy preocupada, no te ves bien.

Camila: Estoy.. estoy bien.

-No, no lo estás. -suspiré y llevé una de mis manos a su estómago.- Vamos al hospital.

Ella asintió y la ayude a levantarse de la cama, llevándola al baño para darle una cuidadosa ducha, la que no tardó mucho. Al principio ella ni siquiera quería levantar sus brazos, así que decidí por entrar a la ducha y bañarme con ella.

Camila: También podremos ver si hay un espacio para nosotras, quiero saber si va todo bien con el bebé. Aún no he tenido el primer control.

Le sonreí y la ayudé a vestirse.
Mi estomago había comenzado a doler con solo pensar que me hablarían de nuestro bebé. Estaba tan emocionada al igual que en el primer control para ver a Cameron.
De solo pensar que sería mamá nuevamente quería llorar y salta de alegría.

Le hice un ligero desayuno a Camila, para que cuando comiera yo duchara a Cameron rápidamente.
Mi pequeña lloró todo el tiempo porque su cuerpo le picaba mucho y yo no permitía que se rascara.

Camila: ¿Qué pasó?.

Me preguntó cuando entre a la cocina con Cameron en mis brazos, quien lloraba ligeramente mientras yo acariciaba su espalda.
Negué con mi cabeza y besé su mejilla, levantándola de la silla para salir de casa.

-Estoy muy nerviosa.

Confesé subiendo y arrancando el auto, yendo hacia el hospital, a mi antigua trabajo, porque era el mejor hospital de Miami. No pensaba llevar a mi esposa y mi hijo o hija a otro hospital que no me asegure que todo saldrá bien.
Camila rió y tomó mi mano sobre el volante, acariciándola suavemente. Yo estaba temblabdo, y quería gritar de la frustracion al no lograr mantenerme calmada, ¿Pero quién podría estar calmada cuando es el día en el que te dicen si tu hijo/a está bien?.
Si llegaran a decirme que no va muy bien.. ¿Cómo rayos lo saco de allí para poder ayudar?

Camila: Mi amor, cálmate. -me sonrió mientras apoyaba su cabeza contra el video, cerrando sus ojos.- Todo estará bien. Tranquila.

Respiré profundo y asentí, aparcando el auto en el estacionamiento más cercano a la entrada del hospital.

Cameron: Mami.. ¿Venimos a.. a.. a tu tr.. trabajo?.

Miré fijamente la entrada del edificio, sin contestar, solo guardé silencio, apretando mi quijada con enojo. Sintiendo esas ganas de gritarle a Camila por ser la culpable de mi desempleo.
Mi respiración comenzó a acelerarse por la impotencia, y a pesar de querer calmarme se me hacía imposible. Para no hacer algo que llegara a asustar a Cameron, apreté con fuerza el volante, logrando que mis nudillos se volvieran blancos.

Camila: No ahora, Lauren. -me rogó.- Por favor. No ahora.

Salí del auto y bajé a Cameron, cargándola. Cuando ella me abrazó por el cuello pude calmarme y controlar mi respiración.

Ours Mistakes. DFM 2da Temp. «Camren»Where stories live. Discover now