Capitulo 27.

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Capitulo 27.

Me despierto algo desorientada y me doy cuenta que estoy en mi cama. De Camila y mía.

Sonreí por inercia al sentir el aroma de mi esposa por todos lados.
Me levanté de la cama y busqué una camisa. Ya que solo tenía puesto un short y mi sujetador.

Bajé a la primera planta, encontrando a mi esposa y a mi hija desayunando.

Camila me miró unos segundos y supe que me estaba desnudando con la mirada.
Se mordió el labio y se levantó, dejando el plato en el lavadero.

Camila: Ya debo ir al trabajo. -besó la cabeza de Cameron.- Adiós.

Besó mi mejilla y salió de la cocina, yendo a la puerta para irse, pero fui tras ella y la detuve.

Sujeté mano y la volteé. Chocando nuestros labios con algo de fuerza.
Ella se sorprendió pero me correspondió desde el comienzo.
Rodeó mi cuello con sus brazos y me apegó mucho más a ella.

Succioné su labio y ella profundizó el beso introduciendo su lengua en mi boca.

-Te amo...

Camila se alejó con brusquedad y me miró con sus ojos muy grandes. Cubrió su boca con ambas manos y sollozó.

-Mi amor, no llores...

Acaricié sus mejillas y besé su frente.
Ella me abrazó y lloró en mi pecho.

-Hey.. cariño, no llores.

Camila: Perdóname..

-Camila, tranquila.

Acaricié su espalda y la alejé para volver a besarla, esta vez con ternura.
La extrañaba tanto.

-Tienes que ir al trabajo.

Camila: Quiero estar contigo.

Reí y la besé por última vez, antes de voltear e ir volver a la cocina con Cameron.

-Bebé vamos a tomar un baño, ¿si?.

Cameron: ¿Y.. y luego podemos hacer una casa del.. del árbol?.

-Por supuesto.

La cargué y la llevé a la segunda planta.

Una hora mas tarde Cameron y yo llegamos a la tienda, compramos clavos, madera y pintura de todos colores para volver a casa nuevamente.

-De acuerdo, Cam. -le puse los guantes para que no se hiciera heridas.- Ahora.. -me subí al árbol y la miré desde arriba.- Pásame una de las tablas de madera.

Intenté no reírme cuando la vi arrastrando la madera y levantándola en mi dirección.

Cameron: ¡Mami, pesa mucho!.

Tomé la madera que ella me entregó, o trataba de entregarme y la clavé al árbol, comenzando a hacer un tipo de base.

La ayuda de Cameron no sirvió de mucho porque se quedó dormida sobre el césped luego de entregarme tres tablas de madera.

Aseguré las paredes y el suelo de la casita con unos cuantos clavos más y bajé de un salto al suelo.
Miré la casita y me felicité internamente al ver mi trabajo.

Me faltaba la mitad del techo porque me había quedado sin madera para continuar, pero mañana intentaría hacerlo.

Recordé que mañana debía ir al trabajo, ya que me encontraba mucho mejor y podía volver a trabajar.

Cameron: ¿Ya puedo pin.. pintar?.

Miré a mi pequeña que se refregaba los ojos con su antebrazo.
Le sonreí y la levanté muy alto para que sus piernas me rodearan por los hombros y se sentara sobre ellos.

Ours Mistakes. DFM 2da Temp. «Camren»Where stories live. Discover now