Like You Do ｡⁠*ﾟ⁠╹⁠Noritoshi Kamo╹⁠

18.

Los tres nos quedamos quietos cuando escuchamos como Hyori intentaba retener el aire en sus pulmones. La rubia tenía la vista perdida en el cielo, aun recostada tomaba grandes bocanadas de aire que no duraban mucho en sus pulmones los cuales estaban llenos de sangre.

Me acerque nuevamente a ella tomando su rostro suavemente, dejando a Miwa paralizada detrás de mi.

-Tranquila... Todo estará bien, Hyori... quédate aquí, con tu padre, con Miwa, quédate conmigo, no nos abandones por favor... -Con cada personas que mencionaba sus ojos se llenaban de lágrimas. Sabía que estaba sintiendo demasiado dolor, agonizar 2 veces no era fácil para nadie, estaba siendo egoísta por hacerle pasar este dolor nuevamente, pero ella aun tenia una vida por delante.

Coloque nuevamente su cabeza sobre el pavimento y toque su cuello activando mi ritual para que no fuera tan doloroso para ella. Ella intento hablar, pero al final solo hizo una mueca de dolor. Sentí como su ritual inverso estaba activo, pero ya no le quedaban fuerzas suficientes para curarse de una manera rápida.

-Tranquila... no hables, ya todo estará bien. Tengo que llevar a Hyori con Utahime-sensei -les dije a Miwa y Mechamaru, tome a la rubia en brazos y me dirigí hacía donde estaban recibiendo a los heridos. A regañadientes Miwa acepto ir con los demás a seguir exorcizando maldiciones despidiéndose de Hyori para irse con Mechamaru. -Nunca me vuelvas a asustar así Hyori.

Me dio una ligera sonrisa antes de recargarse en mi pecho para seguir concentrándose en curarse a sí misma. No me podía permitir ir despacio siendo que ella necesitaba ayuda urgentemente, su ritmo cardiaco no aumentaba y seguía siendo muy bajo, estaba luchando por quedarse aquí, la temperatura de su cuerpo bajo drásticamente y no lograba regularla.

Al acercarnos al edificio en donde se encontraba Utahime-sensei alcance a visualizar a 2 figuras autoritarias que conocía muy bien, suspire por lo que se vendría a continuación, el tiempo no estaba a mi favor en este momento. Mi padre se encontraba con el director Gakuganji afuera del edificio, llegar con su nieta herida a unos pasos de la muerte y ambos con el uniforme empapado en su sangre no era una buena imagen. Mi padre me miro fijamente a pesar de la distancia, sabia que notaria mi presencia a kilómetros, me preocupaba lo que diría sobre Hyori y más frente al viejo de Gakuganji, pocas personas sabían que ella era familiar de él y mi padre no era una de esas personas.

La respiración de Hyori era pesada e irregular, sus extremidades se encontraban heladas, pero las heridas más graves parecían estar disminuyendo su tamaño en especial la de su cuello, que se abría paso hasta su pecho.

El director gakuganji se acerco con notable preocupación en su rostro mientras que mi padre parecía decepcionado al verme traer en brazos a la rubia.

-¿Hyori? -preguntó temeroso, tenia el mismo aspecto que yo al ver su cuerpo sin vida, aun tenia esa imagen, pero con la diferencia de que ahora estaba respirando o al menos eso intentaba.

-Esta con vida, necesito llevarla adentro, no sobrevivirá si no recibe ayuda...-el viejo de Gakuganji hizo un ademan para intentar quitármela de los brazos, pero no lo permití y ella tampoco lo quería debido a como se sujeto de mi pecho tomando mi uniforme para que no la soltará.

-¿Qué se supone que estas haciendo Noritoshi? -era notable el enojo de mi padre en su voz -No deberías estar aquí con esa... en brazos, deberías estar luchando ¿Qué no ves que aun hay maldiciones por ahí? es inaceptable que alguien de tu grado se encuentre trasladando heridos cuando puede estar exorcizando maldiciones. -Sabia que a mi padre no le agradaba Hyori, ni ninguna otra mujer que se relacionara conmigo fuera de la familia ya que podría manchar mi imagen, pero no iba a dejarla sola, ni mucho menos entregarla con el director, necesitaba ver que ella llegara bien y recibiera la atención necesaria para que logrará sobrevivir.

-Si me disculpan, el tiempo no esta a nuestro favor... y si te refieres a Hyori como "esa" insinuando que es una persona irrelevante y mundana estas equivocado padre, es la nieta del director Gakuganji y es mi amiga.

Al escuchar la relación que tenia la rubia con el director del colegio se quedo quieto dejando el camino libre para llevarla a atender. Si me quedaba podría escuchar una discusión entre ambos, pero mi interés estaba en Hyori y su salud.

POV Hyori

Quería gritar por el dolor que estaba sintiendo, pero no podía hacerlo, no podía moverme, simplemente estaba sintiendo todo a mi alrededor mientras me hundía en las profundidades, en la oscuridad. Como si cayera profundamente dormida, pero sin la seguridad de que volvería a despertar.

No estaba preparada para morir, no quería morir aun, necesitaba más tiempo con mis amigos, con Noritoshi, aun había muchas cosas que no habíamos hecho. Nunca fui religiosa, pero en este momento le pedía a dios que me diera un poco más de fuerzas para quedarme aquí.

Sentí como Noritoshi me dejaba en el suelo, no quería que me dejara sola, si él se iba probablemente me ahogaría en mi misma, en mi mente y en mi sangre. Estaba aquí gracias a él, yo estaba apunto de cruzar la puerta cuando apareció él detrás de mí y me dio uno de sus cálidos abrazos, recordando todas las promesas que alguna vez hicimos quedarían pendientes, dejándole solo, como su madre lo hizo. No podría hacerle lo mismo, tenía un alma pura como para volver a recibir ese daño.

Como pude, me aferre a su mano para que no me dejara, aferrándome a la vida, a nuestro futuro. La noche anterior le había prometido que nunca le abandonaría, no podía romper mi promesa ahora que me encontraba consiente.