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El otoño se acercaba lentamente, coloreando las hojas de los árboles y trayendo consigo brisas frías que nos preparaban para el invierno. Apenas pasaron las 24 horas y me pude sanar las heridas de mi pie de aquella misión en el parque.

Me encontraba en el tren leyendo el nuevo informe de la misión el cual decía que había dos personas desaparecidas en el lago Biwa, un adulto de 53 años y un niño de 8 años, se reportaron desaparecidos después no haber sido localizados en 16 horas. Ambos habían asistido a un día de pesca antes de su desaparición. Se estimaba que el responsable de su desaparición era una maldición de primer grado.

Me apoye en el respaldo de mi asiento y cerré los ojos, yo no debería de estar aquí ya que mi grado no era suficiente, pero me mandaron de apoyo. A mi lado se encontraba Noritoshi sin dirigirme la palabra como la mayoría de las veces.

-No te duermas, estamos por llegar -escuche la voz seria del pelinegro.

-¿Cual es el plan? -replique su tono serio manteniendo mis ojos cerrados esperando una respuesta, como no la obtuve seguí hablando. -Parece que a la señorita Utahime le gusta como trabajamos. Primero el cementerio, después el parque y ahora el lago.

-No es cuestión de la señorita Utahime, son ordenes del director Gakuganji. -fruncí el seño ante su comentario ya que no lo esperaba, voltee a verlo que me dijera más sobre el tema, pero no lo hizo -Solo vienes de apoyo así que no estorbes, no te metas, dedícate a observar y a obedecer mis ordenes.

Recibí sus palabras como un balde de agua helada y suspire ya que no me iba a permitir hacer nada, sería demasiado aburrido.
Después de medía hora llegamos al lago, no había personas al rededor y corría una ligera neblina que ocultaba una gran parte del lago.

-Pon el velo, vienes a practicar ¿no es así? -Si, se suponía que esa era mi orden, pero no tenía por que decirlo de esa manera.

-"Eso que atemoriza más que la oscuridad misma, eso que es más oscuro que el negro... purifica las impurezas." -Empecé a colocar el velo diciendo el conjuro mientras caía lentamente alrededor de nosotros.

Observe caminar dentro de la pantalla a Kamo, tome mi distancia, pero le seguí. A pesar de que no lo había pedido active mi ritual revelo, las luciérnagas se dirigían adentro del lago, ambos nos detuvimos al ver la situación.

-Bae, quedate en tierra, yo entrare al lago, si necesito tu ayuda te pediré que entres.

-Te puedo ayudar, no voy a estorbar -le dije esperando que accediera.

-No -respondió con un tono frio y se volteo en dirección al lago.

-Odio ir a misiones contigo Kamo, no tienes comunicación conmigo. ¿Qué hice para que me desprecies en las misiones? ¿No soy lo suficientemente fuerte para ti? -me estaba arriesgando demasiado al enfrentarle de ese modo, pero necesitaba respuestas, si no lo enfrentaba nunca podría congeniar realmente con él.

-Yo también odio ir a misiones contigo Bae, sé que eres fuerte, pero esta vez necesito que obedezcas y te quedes aquí. -fue lo último que dijo antes de adentrarse al lago.

Noritoshi Pov:

No odiaba hacer misiones con ella, últimamente me agradaba bastante, pero sabía que podría salir lastimada en esta misión como la vez anterior y eso era lo que me tenía tenso, tal vez por eso estaba siendo rudo con ella en el tren.
Me adentre al lago sintiendo el agua fria pegar el uniforme a mi cuerpo. Seguí las luciérnagas que se dirigían a las profundidades del lago, di un último vistazo a Hyori la cual estaba en la orilla mirando atentamente hacia mi.
El clima no ayudaba y había mucha neblina, otra de las razones por las que no permití que la rubia entrará al lago. Apenas deje de sentir el suelo comencé a nadar hacia las profundidades, todo indicaba que esta misión seria pesada, no me llevaba muy bien con las maldiciones acuáticas.

Al seguir las luciérnagas hacia las profundidades observe como un pequeño grupo se dividía como anteriormente lo había visto en el cementerio.
Iba a seguir al primer grupo de luciérnagas pero el segundo se puso en frente de mi para tener mi atención. Seguí a las luciérnagas que se dirigían a las profundidades a una velocidad muy rápida, esperaba poder seguir el ritmo sino mis pulmones colapsarían a la mitad de la misión y no podría ni siquiera pedirle a Hyori su ayuda.

Las luciérnagas me llevaron a una especie de guarida debajo del agua en donde se miraban dos burbujas rodeadas por algas y peces que les daban protección. Lance una escama roja fluyente para alejar a los peces y despejar las algas, debido a que estábamos en el agua mi técnica no tenía tanto poder, pero aun causaba daño.

Nade un poco más cerca, dentro de las burbujas se encontraban las personas desaparecidas, apenas y toque la barrera desapareció dejando sin oxígeno al señor. Todo indicaba que tendría que sacarlo ahora o moriría ahogado, al igual que yo ya que el aire en mis pulmones empezaba a agotarse. Aun no había rastros de la maldición pero aparecería en cualquier momento debido a que me estaba llevando a uno de sus alimentos.

Al subir a la superficie tome una bocanada de aire antes de dirigirme hacia donde se encontraba Hyori. Tome el brazo del señor que se encontraba semiconsciente y lo lleve a la orilla.

-Lleva al señor afuera del velo -Le pedí a la rubia antes de volver a adentrarme al lago por el niño. Ella simplemente asintió y me dio la espalda para llevarlo fuera del velo.

El agua helada complicaba la retención de oxígeno dentro de mí, pero aun tenía que regresar por el niño. El ritual de Hyori seguía activo mostrando a las luciérnagas guiarme el camino de regreso a la guarida. Repetí lo mismo que había hecho anteriormente, con otra escama roja deje libre a la burbuja que almacenaba al niño. Cuando estaba por sacarlo de la guarida apareció la maldición de 2 metros aproximadamente, la cual tenía 6 tentáculos y su aspecto era de un calamar color rosado con manchas violetas.
La maldición acuática me estaba impidiendo el paso por lo que lance ahora una sierra exorcizadora la cual esquivó, pero me permitió distraerle para llevar al niño a la superficie.

Apenas alcance a tomar un poco de aire antes de sentir como uno de sus tentáculos se enrollaba en mi pie arrastrándome a las profundidades del lago. De mi bota saque una daga para poder cortar a la maldición y que me permitiera llamarle a Bae para que fuera por el niño el cual intentaba mantenerse en la superficie.

Like You Do  。⁠*゚⁠╹⁠Noritoshi Kamo╹⁠Where stories live. Discover now