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Estaba en el campo de entrenamiento intentando darle dirección a mi energía maldita en su estado puro, aun era difícil lograr darle estabilidad. Tenía toda la mañana intentando lograrlo pero aun me era difícil hacerlo.

Mi brazo derecho simulaba un arco mientras que con el izquierdo atraía la energía hacia mí, imitando el comportamiento de una flecha a punto de ser lanzada.

-Lo estas haciendo mal, Bae. -escuche la voz de Kamo venir detrás de mi -Es mejor que lo hagas así mira.

Al posicionarse a mi lado se tomo la libertad de corregir mi postura, su mano derecha corrigió mi espalda mientras que la izquierda levantaba un poco más mis brazos dando mas estabilidad a mi energía. Su cuerpo se encontraba tan cerca del mío que podía sentir mi cara enrojecer. Después de aquel día en mi habitación las cosas se volvieron extrañas.

-Separa un poco más las piernas y respira profundo -dijo en un susurro cerca de mi oído, hice caso a su comentario e inhale profundamente -ahora suelta la energía mientras sueltas el aire poco a poco.

Obedecí sus órdenes, él era el experto con el arco y flechas aquí, la energía maldita que lance fue directamente hasta chocar contra el objetivo recargado en un árbol. Sonreí ya que había dado justo en el centro.

Deje caer ambas manos rompiendo el contacto que manteníamos.

-Buena puntería -dijo mientras se acercaba a mi rostro lentamente, había una pequeña distancia que nos separaba pero no la rompimos -inténtalo nuevamente.

Se alejo sin decir nada esperando que lo hiciera, quería estar de nuevo con él, solos, sin ninguna distancia que nos separase. Ahora era yo quien había perdido la cordura, no podía dejar de pensar en él, su tacto, su presencia, la forma en que movía sus labios pidiendo más de mi con desesperación. 

Me puse en la posición que me había indicado con anterioridad, a pesar de levantar un poco más los brazos no fue la altura perfecta según Kamo, quien se acerco para corregirme nuevamente. 

Uno tras otro intento para mejorar mi técnica y dirección se dieron con ayuda de Noritoshi, siendo un maestro muy paciente y tranquilo quien se tomaba la libertad de mejorar mi postura a su antojo para no perder la oportunidad de poder tocarme. A medida que mis intentos aumentaban mi fuerza disminuía, darle forma en su estado puro estaba consumiendo gran parte de mi energía sintiendo la pesadez en mi cuerpo.  

-¿Fue suficiente por ahora no lo crees? -retiro uno de los mechones que caía sobre mi cara con suma delicadeza para ponerlo detrás de mi oreja, cada uno de esos gestos me hacían entorpecer ante sus pies. 

Noritoshi tomo mi mano de una forma suave para llevarme a un lado el árbol, el mismo en lugar en donde nos habíamos visto por primera vez, con la diferencia de que ahora teníamos momentos en común y no éramos completos desconocidos.

Empezaba amar cada segundo a su lado, si llegábamos a tener una diferencia la solución era besarme mientras me daba la razón, algo que era muy difícil de creer considerando su forma de ser y carácter. Me deje caer a su lado en el pasto, el clima era agradable y tranquilo bajo el árbol. 
En cada mirada que compartíamos había tensión oculta, quería estar con él cada momento del día.

El pelinegro se posiciono a mi lado, dejándose caer también para estar a la misma altura que yo. Su rostro delgado lo acariciaban los rayos de luz que se filtraban por las hojas del árbol, dándole un aspecto cálido.  Sus ojos negros grisáceos estaban fijos en mi rostro, como si lo intentara memorizar para recordarlo a la perfección. Me acerque a su rostro para admirarle más de cerca, su cabello sujetado descansaba a su lado.

Acaricie sus mejillas con delicadeza, mientras él cerraba los ojos disfrutando mi toque. Sentí como sus manos sujetaron la parte trasera de mi cabeza para  acercarme a él y besarme. Sus dulces labios me hacían sentir querida, cada roce, como me atraía hacia a él y me mantenía en sus brazos. Cada movimiento que hacia con su boca me hacia sentir demasiadas cosas en el interior, el beso fue profundizando poco a poco hasta sentir como su lengua pedia permiso para entrar dentro de mi boca. Sus manos recorrían mi espalda acariciando cada centímetro de ella por arriba de mi uniforme, mi corazón se aceleraba cada que hacia eso y él lo sabia, disfrutaba hacerme sufrir por desear que su toque fuera directamente en mi piel y no sobre el uniforme.

Nuestro beso se vio interrumpido por mi celular, el cual se encontraba en mi bolsillo, estaría dispuesta a ignorarlo de no ser por que el celular del pelinegro también empezó a sonar. Ambos recibimos el mismo mensaje de Utahime, quien solicitaba nuestra presencia por un suceso que había sucedido en el colegio de Tokio. A regañadientes fuimos, esperando que pudiéramos continuar después en lo que estábamos. Antes de partir, Noritoshi retiro varias hojas que adornaban mi cabello. 

Al llegar a la biblioteca en donde nos solicitaban se encontraban casi todos los estudiantes del colegio de Kioto, alrededor de Utahime. Noritoshi y yo nos sentamos juntos esperando que ella hablara, después de unos minutos cuando llegaron los estudiantes que faltaban habló, el ambiente se sentía muy extraño y serio, como si nos hubieran citado para decirnos algo muy serio.

-Como ya se han enterado, los reunimos aquí para mantenerlos informados acerca de lo que sucedió hace unas horas en la escuela hermana de hechiceros -todo el mundo se quedo en silencio escuchando a Utahime, la cual se preparaba para leernos un informe - "el próximo 24 de diciembre, al anochecer, celebraremos el desfile nocturno de los cien demonios. Se hará en los mayores crisoles de maldiciones, Shinjuku, en Tokio, y la meca de la hechicería, Kioto. Liberaremos mil maldiciones en cada lugar. Y, por supuesto, sus ordenes serán masacrar. Si no quieren que se desate un infierno, van a tener que ir a detenernos. Vamos a maldecirnos con total libertad." Fue lo que dijo al irrumpir en el colegio de Tokio. Suguru Geto es un brujo de clase especial que controla espíritus malditos, el cual es capaz de atraer y controlar maldiciones de origen natural, quien fundó sectas para recolectar maldiciones de sus seguidores, el cual aun debería poseer sus antiguas maldiciones. Y dado a que ha habido menos reportes de maldiciones estos últimos años, por lo que sí podría tener 2000 de ellas en su poder. 

Todas las personas que nos encantábamos ahí nos quedamos procesando las palabras que acababa de decirnos Utahime.

-Debido a los recientes sucesos que sucedieron en el colegio de Tokio, en donde se ah declarado la guerra por parte de Suguru Geto, todos y cada uno de los estudiantes de ambas escuelas se verán obligados a participar el 24 de diciembre, además de que participaran los 3 clanes para derrotarlo y brindar protección a los habitantes de Kioto -dijo el director Gakuganji, a mi lado sentí a como se tensaba Kamo por la noticia. Definitivamente no estábamos preparados para esto. 

Like You Do  。⁠*゚⁠╹⁠Noritoshi Kamo╹⁠Where stories live. Discover now