Epílogo.

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Me encontraba leyendo en la biblioteca acerca de la vida de un hechicero después de la muerte. Después de ese horrible día en donde casi perdía a Hyori no había podido descansar, cada que cerraba los ojos ella estaba ahí, con su pequeño cuerpo mutilado pidiéndome ayuda. 

-Deberías ir a dormir Nori... ya es tarde. -dijo Hyori detrás de mi mientras pasaba sus brazos sobre mis hombros dejando un dulce beso en mi frente, no había escuchado sus pasos acercarse, después de ese día su presencia se había hecho más silenciosa, ya no podía detectarle tan fácil y eso me aterraba.

- Iré en un momento ¿Qué haces despierta?

-Tenia pesadillas -dijo recargando su cabeza en mi hombro. Estaba usando una sudadera gris que le quedaba un poco grande escondiendo las vendas que aun llevaba. Las cicatrices que obtuvo ese día serian para el resto de su vida a pesar, un recordatorio de la fragilidad que hay en la vida, un recordatorio de que había salvado a muchas personas de morir aplastados sobre ese edificio que caía. 

-Ven aquí -hale con suavidad su brazo para subirla a mi regazo, en los últimos días no me había podido separa de ella por temor a que todo hubiera sido un sueño y que en realidad la hubiera perdido ese día. Coloque su cabello detrás de su oreja, no estaba acostumbrado a ese largo. -Me gusta como se ve tu cabello corto. -dije en un susurro. 

Hyori había cortado el largo de su cabello hasta los hombros, dijo que era "parte de su nueva vida", pero le había escuchado batallar con él cuando se ponía las vendas, estoy seguro de que fue ese su principal motivo. Le di un beso suave en su cabeza respirando el olor de su champú, amaba como es que su fragancia era una droga para mi y yo era un simple adicto a ella. La sensación de su presencia era como el sol en mi piel, haciendo que su cuerpo se sintiera como si se estuviera derritiendo el mio.

-A mi me gustas tú.

 Sonreí ante sus palabras, ella tenia ese efecto en mi, lograba sacarme una sonrisa en los momentos menos esperados. Continúe dándole pequeñas caricias en su cabello admirando su belleza, dando pequeños besos alrededor de su cara.

-A mi también me gustas tú querida. 

Hyori era la persona a la que no podía perder, si alguna vez se iba, los libros y canciones que solíamos compartir y creíamos especiales se convertirían en letras agridulces. Me tomo meses  descubrirlo, pero ahora que lo sabia no podría dejarla partir.  

No sabría que es lo que nos esperaría el día de mañana, ni en los siguientes meses, la vida de un hechicero era difícil en ese sentido, pero haría todo lo que estuviera a mi disposición para estar con ella. 





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Holaaa, este es el final de la historia, realmente no creo que haya continuación pero si me gustaria seguir escribiendo sobre Nori, muchas gracias por el apoyo que me dieron mientras se publicaba la historia <3

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