9.

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Todo a nuestro alrededor empezó a tambalearse, este sería nuestro final. Sujete a uno de los niños mientras Miwa se encargaba de los otros dos, si este lugar se derrumbaba tendría que arreglármelas para que saliéramos lo 5 con vida.

El suelo debajo de nosotras empezó a agrietarse, dejando ver destellos de luz que se abrían paso entre los huecos.

-Hyori, no des un paso más -dijo la peliazul ya que me había intentado acercar a ella para tener una distancia más corta por cualquier cosa que pasara.

Poco a poco se fue quebrando el suelo dejándonos caer por varios segundos, escuche como mi voz salía en un grito haciendo doler a mi garganta. Atraje conmigo al niño que sostenía para que no se hiciera tanto daño al caer y pudiera amortiguar con mi cuerpo. Mi cabello voló sobre mi cara obstruyendo mi vista impidiendo ver que sucedía a mi alrededor.

Solté un quejido de dolor cuando choque con algo duro que me saco todo el aire que había en mis pulmones, mínimo el niño no había recibido tanto daño al regresar nuevamente a nuestro mundo. Tenia unas inmensas ganas de vomitar y mis pulmones quemaban al retener el aire. Escuche unos pasos acercarse, levante mi vista para ver quien era.

-¿Estas bien, Bae? -preguntó la voz robótica de Mechamaru.

-Seria el colmo que no lo estuviera si amortiguo el golpe con mi cuerpo -dijo Kamo, se escuchaba tranquilo, como si caer sobre él no le molestara en lo absoluto. Intenté levantarme de inmediato, pero solo caí nuevamente sobre su abdomen, no me quedaban más fuerzas para levantarme. -No te muevas, descansa un poco Bae.

Me ordeno Kamo, estaba tan cansada que solo asentí recargando mi peso sobre él aún más. Apenas caí en cuenta que estábamos en el arenero de este parque, había aterrizado varios metros alejada del tobogán en donde había desaparecido en un principio.

-Kasumi... -dije susurrando mientras recuperaba el aire.

-Ella esta bien, la atrape mientras caía para que no se lastimara, ambos niños están con ella. -dijo orgulloso por este acto. A lo lejos se podía observar como ella alejaba a dos maldiciones de bajo rango que querían acercarse a los niños.

-Mechamaru, ve con Miwa... yo ayudare a Kamo ahora. -le dije, él lucia sorprendido como si momentos antes de llegar al centro comercial no me hubiera pedido que lo hiciera, que les permitiera estar juntos un momento en la misión.

Kamo lucia molesto debido a la orden, se quedó en silencio mientras ambos mirábamos como tomaba en brazos al niño para regresar con Miwa, el pelinegro hablo hasta que a marioneta estuvo suficientemente lejos como para no escucharnos.

-¿Estas loca? Apégate al plan Bae... ¿Qué fue eso? Entiendo que los quieras emparejar, pero no es el momento adecuado, estamos en una misión, no es un juego, además apenas y te puedes mover -no solo lucia molesto, lo estaba.

-Esto no afectara la misión y no lo estoy tomando como un juego, la vida de esos niños corre peligro así que era mejor que él fuera ya que podría con todos ellos. Las maldiciones se abalanzan contra Kasumi quien está defendiendo a los niños, no es un juego Kamo. -Le dije mientras me levantaba para no estar arriba de él aplastándolo, aun me dolía todo el cuerpo, en especial mi pierna, pero mi orgullo era más fuerte como para no estar tocándolo en este momento.

-Así que estar dentro de una maldición durante 10 minutos hizo que perdieras la cordura ¿no es así? -toda su expresión se relajo al burlarse de mi.

-¿10 minutos? De que hablas, fueron horas -estaba confundida, podría jurar que fueron más de 3 horas las que estuvimos ahí.

-Si, pasaron 10 minutos desde que las vi subir al tobogán, cuando vi que se deslizaron ambas y no salieron a los 5 minutos Mechamaru y yo buscamos a la maldición culpable hasta exorcizarla que fue cuando salieron Miwa y tú disparadas en el aire.

Estaba atónita aun por la percepción del tiempo y Noritoshi solo parecía divertido por mi expresión.

-Como sea, cuando caíste escuche que algo se quebró ¿estas bien, Bae?

-Si, estoy bien -dije ignorando el dolor que sentía recorrer toda mi pierna derecha ahora que lo mencionaba. Kamo se acerco un poco a mi y se agacho a la altura de mis tobillos. Cuando empezó a doblar la parte de abajo de mi pantalón para observar su estado fue cuando solté un quejido por su toque.

-Como pensaba... -dijo para sí mismo -toma asiento, Bae. Ya no tardara mucho en levantarse el velo, iré a terminar de exorcizar las maldiciones para que podamos ir a la enfermería a atender tu tobillo. Y a los demás, claro, si es que están heridos. -sonreí por su comentario ya que se aclaró la garganta antes de dejarme sola en el arenero. 

Aun estando lejos de Kamo me permití ayudarle a exorcizar dos maldiciones que estaban por atacarle por detrás, lanzando la poca energía maldita que me quedaba en su estado puro.

Cuando el velo se levantó, mire a Noritoshi acercarse a mi nuevamente.

-Ten cuidado -dijo mientras me cargaba en brazos. Quería decirle que yo misma podía caminar, pero en este momento no sabia si realmente podría.

La misión había finalizado, el cuarto niño al que buscábamos fue liberado después de que Mechamaru hubiera exorcizado una maldición que se intentaba escabullir por una red que conectaba a los toboganes.

Al subir al automóvil de regreso al colegio Noritoshi se sentó a mi lado, mandando a Miwa enfrente, en el asiento del copiloto. 

Apenas llegamos a la escuela ya sentía la calidez de los brazos de Kamo llevarme a la enfermería. A mitad del camino nos encontramos al director Gakuganji lo que me hizo recordar el motivo por el cual había estado evitando al pelinegro. Algo extraño sucedía con Noritoshi el día de hoy, al principio era muy frio y distante como siempre, pero justo en este momento no era así.

Él espero a que terminaran de revisarme en la enfermería para dirigirme la palabra nuevamente. Había una orden estricta acerca de no utilizar mi ritual inverso durante las siguientes 24 horas ya que pondría en riesgo mi salud por que me había agotado a tal grado estando dentro de la maldición que sería peligroso.

-¿Por qué has estado evitando este tiempo? ¿tanto te dolió la verdad? -la voz de Kamo era suave y relajada, escuchar su voz así me producía escalofríos ya que siempre que nos encontrábamos era un tono molesto. -¿Puedes dejar de ser una inmadura y dejar tus niñerías a un lado de una vez Bae?

Estaba sorprendida por lo que dijo y me estaba empezando a enojar ya que insinuaba que solo yo era quien le evitaba.

-¿Ahora yo soy la inmadura? Te recuerdo que no solo yo te eh estado evitando. No te entiendo en lo absoluto, ni a tus tontos cambios de humor, un día me tratas horrible y al siguiente vuelves como si nada hubiera pasado ¿por qué eres una persona tan difícil de tratar, Noritoshi? -pregunte retóricamente frotando mi cara con mis manos con frustración. Un silencio incomodo se acercó entre nosotros dos, Kamo simplemente se quedó mirando mi pie vendado por un momento.

-Mejórate pronto, Bae. -dijo antes de retirarse de la enfermería, me deje caer hacia atrás en la camilla, ahora me sentía culpable, él se había comportado amable todo el camino y se había quedado conmigo mientras me atendían, estaba quedando como la idiota que arruinaba todo.

Like You Do  。⁠*゚⁠╹⁠Noritoshi Kamo╹⁠Where stories live. Discover now