Dragón Ball Súper DxD. Season 1.

Prólogo.

"¡La Regresión es uno de los fenómenos que nadie a podido comprender!. ¡Pero a la vez es uno de los más peligrosos!, ¡ya que puede cambiar el curso de toda una historia o de un mundo paralelo!'.

¡En este momento!, ¡todo el universo estaba presenciando una de las regresiones más grandes de toda la existencia!.

Mundos, galaxias, estrellas, hoyos negros e inclusive los universos estaban comenzando a colapsarse, distorsionando todo el espacio-tiempo.

"¡Pero eso no era lo único que estaba siendo afectado, todos los seres vivos, siendo mortales y dioses poco a poco eran consumidos por la regresión! ".

Una Nave estaba cayendo a gran velocidad a un planeta, conocido como, ¡La Tierra!. Después de unos minutos esa Nave se había estrellado causando una pequeña explosión.

"¡La nave era una simple esfera siendo pequeña!, ¡solo para ser usada por una persona!, ¡y la Nave se había estrellado, en medio de montañas alejado de alguna sociedad o pueblo!'.

"¡La compuerta había sido abierta y de entre ella salió un sujeto muy mal herido, con una armadura de combate, unas muñequeras Rojas y una cinta roja en su frente!, ¡pero lo más distintivo de esta persona era la cicatriz en forma de estrella que tenía en una de sus mejillas!'.

¡Maldición!, ese estúpido de Frizer destruyó el planeta Vegeta, dijo el sujeto saliendo por completo de su nave, y lo curioso de este sujeto era la cola que tenía enrollado como cinturón en su cintura.

Después de unos segundos, el sujeto había salido del cráter que creó su Nave, caminando varios metros, pero el caminar era algo complicado para este sujeto, ya que sus diversas heridas eran demasiado graves.

Debo, encontrar, un lugar en el que recuperarme, no me queda mucha energía, se dijo el sujeto quien comenzaba a cerrar sus ojos lentamente.

Las heridas en su cuerpo y el cansancio habían comenzado a cobrar facturas, el sujeto no pudo aguantar más y cayó inconsciente al suelo.

Pero el destino o para la buena suerte de este sujeto, dos personas se encontraban cerca de este, uno era un señor de una edad muy avanzada y la otra persona era una mujer hermosa y delgada.

¡Mira!, haya hay una persona, ¿crees que se encuentre bien papá?, pregunto la mujer mientras señalaba al lugar en el que se encontraba el anterior sujeto.

No lo sé, pero por lo que veo tiene demasiadas heridas, respondió el anciano mirando al lugar al que señaló su hija.

Vamos Gine, ayudémoslo, no podemos dejarlo a su suerte, dijo el anciano encaminándose a donde estaba el sujeto inconsciente.

"¡Claro papá!, ¡respondió la mujer llamada Gine, yendo detrás de su padre quien ya se encontraba a unos metros del sujeto inconsciente!'.

"¡Horas Después! ".

El sujeto que se había quedado inconsciente, había comenzado a abrir los ojos poco a poco, desconcertado al no saber en donde se encontraba, y lo primero que noto fue que era de noche.

Veo que por fin has despertado muchacho, dijo la voz del anciano, asiendo que el sujeto lo voltee a ver con precaución.

¿En donde estoy?, y ¿quién es usted?, pregunto el sujeto mientras intentaba reincorporarse en la cama en la que se encontraba.

No te levantes, aún no te recuperas de tus heridas, dijo el anciano viendo que el sujeto hacia una mueca de dolor.

Este solo obedeció volviendo a recostarse en la cama, pero miro de reojo al anciano quien solo miraba por la ventana.