Peek a Boo

● | veintiuno

No eran capaces de entender que la magia no siempre era la solución.

No eran capaces de entender que las brujas, desde hacía tiempo, habíamos perdido nuestra posición en la sociedad, siendo reducidas a historias de terror que los padres contaban a sus hijos para enviarlos a la cama.

Sacudí la cabeza, en absoluto sorprendida por la ingenuidad de Babenne sobre nuestra naturaleza y lo que suponía para nuestro día a día.

—Eso díselo al aquelarre —repuse, poniéndome en pie— antes de que se presenten en las puertas de Ravenscroft Manor por haber puesto en riesgo nuestro secreto.

Por las pocas historias que nain nos había contado sobre el aquelarre, el grupo de brujas que se encargaba de velar por todas las que hubiera congregadas en la zona, no se trataba de un ente benevolente. Tras la purga que se hizo en el pasado, mermándonos hasta casi el borde de la extinción, los aquelarres se habían vuelto más desconfiados y sobreprotectores con los miembros que protegían; a pesar de ello, de ese juramento de salvaguardia, nunca les había temblado el pulso en sacrificar a una bruja díscola que se hubiera atrevido a usar su magia más de lo necesario, poniendo en riesgo el secreto de nuestra existencia, por el bien común.

Babenne puso los ojos en blanco, desdeñando mi observación sobre en qué desembocaría un uso excesivo de nuestro poder. Más aún en aquel lugar, tan pequeño, donde, prácticamente, los secretos no existían... o eran muy pocos los que lograban sobrevivir al constante escrutinio del resto de habitantes.

Bufé de indignación ante la actitud pasiva de mi madre a ver la realidad, el peligro que se escondía en una esquina, agazapado y listo para saltar en la menor ocasión que se le presentara.

—Muy bien, Babenne —gruñí entre dientes—. Sigue atrapada en tu mundo de fantasía donde, con sólo chasquear los dedos, haces que tus deseos se cumplan —me deslicé hacia la puerta de la cocina—. Pero recuerda algo: en todos los cuentos, la bruja arde al final.

Tras aquellas últimas —y crípticas— palabras de despedida, di media vuelta y abandoné la habitación con una extraña sensación arremolinándose dentro de mi pecho.

Bajé el cursor por la página, sin conseguir sacarme de la cabeza lo fácil que le había resultado a Babenne cambiar la dirección de la conversación después de que Wendy le preguntara sobre cómo había dormido. Tras abandonar la cocina y subir como un torbellino hacia mi dormitorio no había caído en ello pero, una vez instalada sobre el colchón de mi propia cama, respirando agitadamente, repasé la conversación que habíamos mantenido y aquel giro que la desvió hacia Jocelyn. ¿Era posible que nuestra madre hubiera sospechado que sabíamos de su extraña escapada? ¿Que habíamos visto su cama vacía aquella misma mañana?

La mansión se encontraba extrañamente tranquila. Ni Babenne ni Wendy habían decidido aventurarse a subir hasta la primera planta; tampoco se habían lanzado la una contra la otra, aprovechando mi ausencia. Aquel ambiente que se respiraba dentro de Ravenscroft Manor no era habitual... al menos desde que Babenne nos sorprendiera a todas con su regreso, además de promesa de no volver a salir huyendo.

Cerridwen holgazaneaba en el asiento que había bajo la ventana, disfrutando de los rayos de sol que se colaban a través de los cristales abiertos y la ligera brisa que agitaba las cortinas. La gata había pasado parte de su extenso tiempo sentada frente a la puerta del dormitorio de nain, esperando que saliera del interior.

Observé cómo Cerridwen enderezaba sus orejas gatunas al mismo tiempo que escuchaba un ligero crujido en el pasillo. Con la puerta entornada, no tenía modo de ver quién era; el sonido volvió a repetirse, en esta ocasión marcando el ritmo de unos pasos que pretendían pasar desapercibidos.

Movida por la curiosidad, hice a un lado mi ordenador portátil y me deslicé hacia el suelo, procurando no delatarme a mí misma. Cerridwen bajó con gracilidad de su asiento, siguiéndome en completo silencio; con cuidado de colocar mis pies, avancé hasta espiar por el hueco de la puerta.

Pestañeé de asombro al descubrir a Babenne actuando de manera tan misteriosa, moviéndose con semejante sigilo.

Me vi obligada a apartarme de mi escondite cuando mi madre giró su cuello en dirección a la zona del pasillo donde se encontraba mi dormitorio. Segundos después, los suficientes para que Babenne no me descubriera espiándole, volví a asomarme: la espalda de mi madre avanzaba hacia el final del corredor. Hacia la puerta del dormitorio de nain.

Dejé que se creara aún mayor distancia entre nosotras antes de atreverme a abandonar mi habitación, dispuesta a intentar descubrir por qué mi madre estaba moviéndose con tanto sigilo hasta el dormitorio de nain. Fui abriendo la puerta poco a poco, impidiendo que pudiera chirriar, puse un pie en el pasillo...

Babenne ya casi había alcanzado su objetivo cuando yo salí. Con mis ojos puestos en mi madre y su extraño comportamiento, no vi a Wendy hasta que prácticamente la tuve encima de mí, aferrada al pasamanos de madera con una sonrisita al pillarme con la mente en otra parte.

Abrí y cerré la boca varias veces, sin saber qué decir.

—Ah, Devin, justo a la persona que estaba buscando —canturreó.

Desvié la mirada con frustración hacia el fondo del pasillo, ya vacío después de que Babenne lograra colarse sin muchos problemas en la habitación de nain. Apreté los puños al ver cómo mi oportunidad se había desvanecido en el aire.

Devolví mi mirada a Wendy, quien parecía encontrarse demasiado emocionada por algún motivo. Consciente de que contaba de nuevo con toda mi atención, alzó las manos y las unió bajo su nariz mientras sus ojos lanzaban destellos.

—¿Confías en mí? —me preguntó inesperadamente.

A pesar de todo, no hubo dudas cuando respondí:

—Sí.

* * *

HOLAAAAA, SORPRESAAAA

Quería hacer algo especial este sábado y me dije: ¿por qué no una actualización masiva? Así que aquí estamos, con capítulos nuevos en La Nigromante, Thorns, Daughter of Ruins, Reino de Niebla, Peek a Boo y Vástago de Hielo.

Prácticamente estoy quemando mis últimos cartuchos respecto a las que tengo en hiatus, así que espero que os guste saber un poco más mientras avanzo poquito a poco.

pd: luego volveré a actualizar los sábados, intercalándolos, capítulos de La Nigromante y Thorns como venía haciendo con regularidad

pd2: este mensaje es un copy & paste en todos los pies de final de capítulo por si acaso