12 | Baile a medianoche

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Maratón 1/2

12 | Baile a medianoche

Ayla

Estaba nerviosa. Muy nerviosa.

Al final papá me convenció de acompañarlo a aquella fiesta de trabajo. Sinceramente no tenía muchas ganas de ir, no solo por tal vez no encajar allí, sino porque debíamos vestirnos elegante y es obvio que prefería mis cómodas sudaderas. Estuve todo el día deseando tener fiebre por la salida de ayer, pero lamentable aunque llegase a casa con el pijama empapado eso no sucedió.

Creo que lo único que me queda es soportar unas horas allí. O... escaparme.

Una sonrisa malvada cruzó por mi rostro y negué divertida sabiendo que no sería capaz.

Resignada continué mirándome al espejo y suspirando al ver mi reflejo. Me había decantado por un vestido bastante sencillo de color blanco, este me llegaba hasta las rodillas y se ajustaba a mi cintura mientras un par de trozos de tela decoraban mis brazos, dejando al descubierto mis hombros. Me gustaba ya que era bonito y simple, además de no ser incómodo ni tener un escote muy pronunciado.

Prefería este tipo de vestidos que los ajustados y que te hacían enseñar hasta el alma. No me sentía cómoda en ellos y mucho menos segura, era un pequeño complejo que siempre había tenido. Solo podía pensar en que había personas que se veían mejor con ellos o comenzaba a centrarme solo en mis imperfecciones, sobrepensando cada pequeño detalle. Sé que debería quererme más a mí misma pero es un proceso complicado para mí, simplemente no puedo.

Solo espero algún día probarme alguno de ese estilo y cuando me vea al espejo pensar que no podría estar más guapa.

Mientras me aplicaba aunque sea un poco de rímel para mejorar mi cara de querer morir, papá asomó su cabeza por la puerta.

ꟷ¿Estás lista?

No. Pero asentí dándome por vencida y saliendo de la habitación.

Finalmente llegamos al lugar de la fiesta, una especie de salón muy amplio el cual tenía un suelo de mármol y paredes con detalles dorados. A los lados de la estancia se encontraban dos largas mesas con manteles sofisticados en las que había todo tipo de aperitivos. También pude ver detrás de cada una un balcón que seguramente daría a unas vistas impresionantes.

Pero lo que más llamó mi atención fue la zona central del salón, y no por ser bonito sino por estar repleto de personas. Personas que aparentaban tener mucho dinero y vestían como verdaderas celebridades, me sentía bastante fuera de lugar.

Un hombre alto y con un esmoquin que le quedaba algo apretado se acercó a nosotros. Saludó a papá con entusiasmo, y cuando terminó dirigió su mirada hacia mí mientras era presentada.

ꟷWilliam. ꟷmi padre puso una mano en mi espalda y me empujo levementeꟷ Esta es mi hija, Ayla.

ꟷEncantado. ꟷtenía una sonrisa agradable y nos dimos dos besos en la mejilla por cortesíaꟷ Te pareces mucho a tu padre.

Sonreí aunque sabía que estaba mintiendo. Siempre he sido muy parecida a mamá tanto en los ojos como en los rasgos faciales, pero supongo que lo decía para ser amable.

ꟷPor algo es tan guapa. ꟷreí ante lo que dijo papá, al igual que William.

ꟷDebes estar aburrida con gente tan estirada alrededor. ꟷme susurró burlándoseꟷ Te recomiendo probar los aperitivos, eso sí valdrá tu tiempo.

Bajo la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora