Capítulo 7

2.8K 287 14
                                    

─── ⋅ ∙ ∘ ☽ ༓ ☾ ∘ ⋅ ⋅ ───

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

─── ⋅ ∙ ∘ ☽ ༓ ☾ ∘ ⋅ ⋅ ───

⠀⠀⠀

De Forks a Port Angeles había un recorrido de aproximadamente una hora, era bastante tiempo, pero cuando viajas con Kim, que se mantiene hablando de cualquier cosa, el tiempo pasa volando.

Clarisse movía su pierna ansiosamente de un lado a otro, estaba aterrada, ¿Qué pasaría si sus padres descubrían que había escapado?, ¿Qué clase de castigo le darían? Si por cosas tontas como hablar demasiado fuerte le rompían la cara, por haberse escapado de casa, como mínimo iban a matarla.

—Ahí están, llegaron temprano, me pregunto que santo estará de turno –bromeó Kim, aparcando hábilmente frente a una camioneta del, muy probablemente, año en que Jesús había sido crucificado–.

En cuanto Clarisse puso un pie fuera del auto, que se encontraba calentito, se sintió como si estuviera en medio de una nevada en el polo norte, que mala idea había sido llevar un vestido en un lugar tan frío como Forks, y peor, de noche.

—¿Estás segura que ese abrigo te basta? Es muy fino, tengo uno por si acaso, si lo quieres –preguntó Kim, mientras se colocaba su cazadora, con una expresión preocupada–.

—Estaré bien, no te preocupes por eso –respondió la rubia, cubriendo sus brazos instintivamente–.

Paul estaba alejado del grupo por unos cuantos pasos, pero podía sentir su mirada escaneándola de arriba a abajo. El estaba vestido con un pantalón de mezclilla, una camiseta sin mangas de color negro, botas de cuero desgastadas en color café, y una chaqueta de cuero negra.

Los cuatro entraron en silencio al cine, o bueno, Paul y Clarisse en silencio, y Jared y Kim parloteando a unos metros de ellos

—El vestido te queda bien –murmuró Paul, caminando a su lado con las manos en los bolsillos–.

La diferencia de altura era escalofriante, pero no sé sentía intimidada, o al menos no tanto, por el contrario, se sentía extrañamente segura, sentía que si estaba junto a el, todo estaría bien, y no sabía explicar por qué.

—Gracias. La chaqueta te hace ver más guapo que de costumbre, el aire de chico malo ciertamente te queda bien –respondió la rubia, riendo levemente–.

Se sentía en confianza con el, como si pudiera decir cualquier estupidez, y el, lejos de juzgarla, simplemente se reiría.

—¿Debo tomarlo como un cumplido? –dijo el moreno, frunciendo el ceño divertido–.

—Bueno, nunca me han gustado los chicos malos, pero creo que puedo hacer una excepción –respondió Clarisse, descubriendo uno de sus hombros en un movimiento exagerado–.

Ella normalmente no era así, en una situación normal, para empezar ni siquiera estaría en una cita, y mucho menos, hablaría tanto como lo estaba haciendo, ella estaba acondicionada para ser callada, estar y no estar al mismo tiempo, cómo un mueble.

Sweetheart | Paul LahoteWhere stories live. Discover now