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ZAYN.

—Necesito hablar contigo.

Era lunes, ni siquiera era medio día y Louis estaba interrumpiendo en una de mis clases de arte. No me extrañaba el hecho de que hubiese entrado sin llamar, lo que se me hacia extraño era que estuviese despierto tan temprano. Por lo general, Louis se iba de fiesta todo el fin de semana y los lunes era un mierda deshecha que no merecía ser llamado persona. No estaba mucho mejor estéticamente, tenia ojeras y su ropa estaba arrugada, pero no olía a alcohol lo que me decía que no había estado bebiendo al menos.

Rodando los ojos, deje caer el bolígrafo sobre la mesa y miré a mi alrededor, hacia mis alumnos que observaba a Louis como si fuese una especie de criatura espacial come cerebros—. Sigan con lo que estaban haciendo, vuelvo en unos minutos —pedí, esperando un momento hasta que todos comenzaron a hacer lo que lo pedido antes de hacerle un gesto al castaño para que saliera del salón. Una vez en el pasillo, apoye la espalda en la pared y lo miré—. ¿Y bien?

—Me pusiste una trampa, mal amigo —me apunto con el dedo, estrechando sus ojos en mi dirección.

Me encogí de hombros—. Te di exactamente lo que quieres pero no te atreves a tomar —aseguré—. ¿Como te fue?

—¿Como crees? —masculló—. ¡Como la mierda!

—A ver, déjame adivinar. Te pusiste en modo diva y ni siquiera lo dejaste hablar.

—No —gruñó—. No tengo un modo diva, imbécil. Y para que lo sepas, él hablo todo lo que quiso, solo que no me importo lo que salió de su boca.

—Por supuesto, ¿diva, donde? —musité para mi mismo antes de mirarlo—. ¿Que te dijo?

—Quiere conocerme, realmente esta vez. Dijo cantidad de cosas sobre haber sentido algo por mi mientras estuvimos en la secundaria y creo que quiere que volvamos a eso.

Asentí, eso era más o menos lo que esperaba que dijese—. ¿Tu que piensas?

—Que son puras mierdas.

—¿Y eso? —elevé una ceja.

—¿Realmente crees todas las estupideces que salen de su boca, Zy? ¿Olvidas todo lo que nos hizo? Noah no es más que un imbécil ex-homofóbico que cree que por tener una linda sonrisa puede hacer que hasta el presidente se la chupe y no es de ese modo, no voy a caer por él, no de nuevo.

Suspiré, observando su rígida postura por un momento antes de acercarme y rodearlo con mis brazos. Se tensó por un momento antes de relajarse contra mi pecho—. ¿Sabes lo que creo? —musité, negó́—. Creo que te han lastimado tanto, Lou, que ahora crees que todo el mundo lo único que quiere hacer es herirte de alguna manera. Te haz encerrado en tus propias vivencias sin dejar que nadie con buenas intenciones entre en tu vida.

—Nadie ha tenido buenas intenciones conmigo en mucho tiempo —susurró, tan bajo que apenas pude entender—. Solo quieren follarme porque según ellos tengo buen culo. No me gusta eso, Zy, no quiero ser un juguete, no quiero...

—Oh, shhh, no llores, Lou.

Un sollozo escapó de sus labios mientras se apretaba en mi contra—. Solo me gustaría ser diferente. Quiero dejar de ser un trofeo del que los demás se jactan. Los hombres solo salen conmigo para poder decirle a los demás que me follaron, no quiero eso más, Zy, ya no quiero. Haz que paren, por favor.

—No puedo hacer eso, cariño —acaricie su cabello con suavidad—. Eres lindo, no puedo cambiar eso, los hombres te desean, solo tienes que encontrar al adecuado.

—Yo no quiero ser lindo, solo quiero que alguien me ame de verdad.

—Yo te amo, ¿eso cuenta? —susurré.

Intocable |Ziam|Onde histórias criam vida. Descubra agora