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Observé a Liam mover los colgantes en un puesto de artesanía, logrando que estos produjeran un sutil sonido de cascabeles. La risa del chico se coló a través del material de su tapabocas y aun bajo todo el ruido que había en el lugar donde estábamos logré escucharla. Sonreí, caminando hasta él y rodeándolo con mis brazos. Su mirada se dirigió hacia mi sobre su hombro, sus mieles ojos brillaban mientras tocaba las cosas sobre la mesa.

Su mano se detuvo sobre un pequeño colgante que estaba atado a un papelito, el mismo proclamaba que la joya tenia como nombre "Llamador de ángeles". Liam lo tomó entre sus dedos, leyendo la explicación que contaba una historia de como los ángeles en un tiempo pasado habían convivido con los humanos, hubo un momento en que estos se vieron obligados a separarse pero los primeros, apenados por tener que haber abandonado a sus amados seres, decidieron regalarles pequeñas joyas que hacían un dulce sonido para que si se sentían mal o estaban en problemas solo la agitaran y su ángel guardián la escucharía donde fuera y podría venir a ayudarlos.

El castaño la agito con suavidad, el sonido fue suave y melódico, si eso tenía algún sentido. Liam siguió agitándolo, mirándolo tan embelesado que no pude resistirme de preguntarle a la vendedora el precio y comprarlo. Acercándome nuevamente a Liam, le saque el collar con cuidado y quite el papelito que estaba enganchado en la cadenita antes de pasarla por su cuello. La pequeña bolita gris con el intricado grabado cayó con un pequeño sonido sobre su pecho.

"¿Te gusta?" gesticule.

Asintió efusivamente. "Me encanta" aseguró "Gracias, Zyn".

—No es nada, cariño. —aseguré, besando su frente con suavidad.

Liam se aferro a mi con los brazos en mi cuello, escondiendo su rostro bajo mi barbilla. Sonriendo, lo abrace con fuerza apegándolo a mi cuerpo. Dándole un breve vistazo a mi reloj, solté un suspiro de frustración.

—Debemos volver al colegio. —susurré en su oído.

"¿En serio?" se separo de mi, parpadeando con tristeza.

—Si, lo siento —deje caer un beso en su frente—. Debo ir a ver lo que Louis y Noah están haciendo, tengo la impresión de que ninguno de ellos está haciéndole caso a Harry.

Liam parecía totalmente decepcionado pero no iba a ceder con esto. Estaba comenzando a hacer frio y no iba a arriesgarme a que el chico se enfermara. Colocando un brazo sobre sus hombros y comenzando a caminar para poder salir de la pequeña calle bordeada con varios puestos con distintos tipos de cosas artesanales.

Estábamos a punto de salir del lugar cuando una pequeña mujer se cruzó en nuestro camino. Aparentaba tener unos treinta años, tal vez, con el cabello largo y rizado hasta la cadera. Ojos negros con abundante maquillaje que en vez de hacerla parecer exagerada la hacia verse misteriosa. Su ropa era brillante, como un vestido de colores y sus brazos estaban cubiertos de pulseras que sonaron cuando movió sus manos.

No me hizo falta mirarla mucho para saber lo que era. Una gitana.

—Me disculpo por molestarlos, señores —nos dio una sonrisa radiante de labios rojos—. Mi nombre es Dika y me gustaría ofrecerles mis servicios como vidente.

Rodé los ojos y estaba a punto de despacharla cuando vi a Liam asentir con exageración. Mierda, ahora íbamos a estar escuchando estupideces por una hora, que me costaría más de lo que llevaba en el bolsillo y que no me diría nada nuevo.

Antes de que me diera cuenta estaba siendo arrastrado hacia un pequeño puesto que simulaba una pequeña carpa. Dentro, estaba el escenario cliché que muestran en las películas. La pequeña mesa en el centro con un mantel de lo que parecía encaje, una bola de cristal sobre ella y telas de colores colgadas alrededor del lugar. Okey, me había metido en la madriguera del conejo y había perdido mi mente.

Dika, soltó las cortinas que estaban aferradas a los lados y hacían de puerta, dejándonos dentro solo con la deficiente luz de una lámpara colgando del centro. La chica nos indicó que nos sentáramos y ella lo hizo del otro lado de la mesa. Liam se sentó en mi regazo, cosa que agradecí ya que podía esconder mi cara de fastidio detrás de su cabeza.

—¿Hay alguna cosa puntual que quieran saber? —preguntó, mirando entre ambos.

Liam lo pensó por un segundo antes de asentir y mirarme sobre el hombro. Reí entre dientes al entender que quería saber, miré a Dika—. Quiere saber que pasara con nuestra relación.

El borde de la boca de la gitana se curvo hacia arriba y asintió antes de encender una especie de luz debajo de la bola de cristal mientras movía las manos sobre la misma de forma extraña. Rodé los ojos por ello y hundí mi rostro en el cuello de Liam.

—Su relación está llena de amor pero también de complicaciones. Habrá muchos obstáculos en su camino. Veo una persona que intenta separarlos, es alguien oscuro —levanté la vista levemente del cuello de Liam y miré a la mujer, quien estaba concentrada en "la lectura"—. No puedo decirles quien es porque no se deja ver pero deben tener cuidado con ella, es peligrosa.

Liam tembló sobre mí y automáticamente lo rodee con mis brazos, mirando a la gitana—. ¿Por que mejor no nos dice las cosas buenas? —pedí.

Ella levantó la vista, mirando a Liam por un momento antes de mirarme a mi—. Lo siento, yo solo traduzco lo que veo, no controlo si esto es bueno o malo.

Liam me codeo con fuerza antes de hacer una seña, suspiré—. Siga hablando.

—Bien —suspiró, volviendo a pasar sus manos sobre la cosa de cristal—. Hay muchas personas de su lado, viejos amigos que volverán a sus vidas para ayudarlos.

Asentí con aburrimiento mientras escuchaba a la gitana, traduciendo lo que Liam quería decirle pero prestándole poca atención a las palabras. No me gustaban esas cosas de los videntes, no creía en ellos pero si Liam quería hacerlo no era nadie para pinchar su burbuja.

De un momento a otro, ella se detuvo de golpe y miró a Liam de manera extraña. Fruncí el ceño pero ella no me vio, estaba concentrada en el castaño. Unos segundos después, solo sacudió la cabeza y sonrió—. Lo siento, eso es todo lo que puedo ver.

Liam le hizo una seña con la mano—. Dice que gracias —traduje antes de sacar la billetera y dejar un par de billetes sobre la mesa—. Vámonos, cariño, ya vamos tarde.

Liam se pusó de pie y lo seguí, guiándolo hacia la puerta. Una mano delgada y fría se aferró a mi muñeca cuando estaba por salir detrás del castaño. Miré sobre mi hombro para ver a Dika reteniéndome. La miré confundido, ya que estaba seguro de que el dinero que le había dado era suficiente para pagar la consulta y su palabrería.

Ella miró hacia el lugar donde Liam había salido antes de mirarme con preocupación—. Debes cuidarlo mucho —musitó—. Hay una sombra muy oscura a su alrededor, algo quiere hacerle daño y no se detendrá hasta hacerlo.

Hice una mueca—. Sabes, lo siento, puede que Liam crea tus palabras pero yo no lo hago. —me zafé de su agarre salí de la carpa—. Gracias por lo que sea que hayas hecho.

—Al menos, asegúrate de que conserve el colgante —pidió detrás de mi—. Cuídalo mucho... Zayn

Me giré hacia ella, sorprendido de que supiera mi nombre pero ella ya había entrado nuevamente a la carpa. Sacudiendo la cabeza, visualice a Liam en un puesto cercano y me acerque a él, abrazándolo desde la espalda.

—Te quiero, lo sabes, ¿verdad? —musité en su oído.

Liam se volteo en mis brazos y gesticulo "Yo también te quiero, Zyn".


Intocable |Ziam|Where stories live. Discover now