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—¿Profesor?

Levantando la cabeza de los trabajos sobre Van Gogh que tenia en la mano, dirigí mi mirada hacia la puerta encontrándome con un agitado Harry. Frunciendo el ceño, calle los cuchicheos que comenzaron a aumentar entre mis alumnos con un gesto y me levante de mi asiento, dirigiéndome a él.

Habíamos terminado con la parte de los modelos por lo que solo quedaba que terminaran los últimos detalles de sus pinturas. Para darles tiempo para hacerlo, había decidido corregir los dichosos trabajos que había enviado a hacer la primer clase.

—¿Que sucede? —pregunté mientras Harry daba un paso atrás. Sali de la clase y cerré la puerta para que los chismosos no escucharan lo que hablábamos.

—Hay un problema con Louis —hizo un gesto sobre su hombro—. Esta en la oficina del director.

—¿En la oficina del director? —fruncí el ceño—. ¿Por qué Louis estaría allí? Él no es un alumno.

—Fue lo que le dije al director cuando arrastro a Louis y Noah allí́ pero no quiso escucharme —se encogió de hombros—. Louis dijo que viniera por ti.

—Dios, es como si fuésemos adolescentes nuevamente —musite. Tomando un respiro, volví a entrar a la clase y miré alrededor—. Okey, pueden quedarse o pueden irse, hagan lo que quieran pero el último en marcharse cierra el salón. Dejen todo limpio y no olviden traer este cuadro pronto para la próxima clase.

Recibiendo el típico saludo a coro de los alumnos, me voltee y salí de la clase, siendo seguido de cerca por Harry. Era como vivir un maldito Deja vú. Antes, cuando éramos alumnos en Western, Louis vivía metiéndose en problemas y era yo quien debía ir a su rescate y alegar a su favor para evitarle un castigo mayor. Había tenido la esperanza que al crecer esto desaparecería.

Al parecer jamás lo haría.

—¿Que hicieron Louis y Noah para que los llevaran a la dirección? —pregunté, mirando a Harry sobre mi hombro.

—Louis arranco el brazo de la calavera de la clase de biología y golpeo al profesor Noah con él, cuando este se defendió arrojándole un vaso de café encima, el director llego y se los llevó a la dirección. —explico.

Rodee los ojos—. Eso me suena tan conocido.

Tuve que subir dos pisos para poder llegar a la oficina del director. La misma no era muy lujosa, consistía en una pequeña recepción con un escritorio de roble donde se encontraba la secretaria del director, una fila de sillas y la puerta que daba a la pequeña oficina que estaba amueblada de manera parecida a un despacho.

—Hola, Jane —le sonreí a la secretaria, una señora mayor con grandes gafas de pasta.

—Profesor Malik —saludo cortésmente, dándome una pequeña sonrisa. Jane había sido mi profesora de Matemáticas cuando estudiaba allí, al parecer había sido ascendida—. Louis se metió en un lio y ni siquiera es alumno.

—Típico de Louis —ella asintió, estando de acuerdo—. ¿Puedo entrar? —hice un gesto hacia la puerta.

—Tomlinson me mataría sino te dejara hacerlo. Necesita al abogado del diablo para que no lo veten del colegio.

—Seria un bien para la humanidad que lo hicieran. —reí, caminando hacia la puerta. Miré a Harry sobre mi hombro—. Tu quédate aquí, no es buena idea que entres a menos que quieras salir embarrado.

Harry me miro indeciso por un segundo antes de asentir—. Lo esperare aquí́. —apunto a una silla cercana antes de alejarse y sentarse en ella.

Asintiendo, golpee mis dedos una vez sobre la madera antes de dar un paso dentro de la habitación. Como imaginaba, Louis estaba sentado en una de las sillas frente al escritorio con las manos cruzadas sobre su pecho y un gran puchero mientras Noah intentaba utilizar una ridícula defensa para poder zafar del lio en el que se había metido.

Intocable |Ziam|Where stories live. Discover now