𝓣𝓾𝓹𝓪𝓷𝓪𝓷𝓬𝓱𝓲𝓼𝓴𝓪𝓶𝓪. || 𝓢𝓾𝓰𝓾𝓢𝓪𝓽𝓸.

ℂ𝕒𝕡𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟚𝟙

Aetérnum.

Significa para toda la eternidad.

Narra Satoru Gojo.

Habiamos vuelto a Tokyo, el regresó había Sido tranquilo, aunque podría sentir la mirada de burla de Amanai.

Una vez dentro de la barrera de la escuela pudimos respirar con tranquilidad, mientras Amanai recuperaba el aliento.

-oigan, fue toda una odisea -se burló Suguru.- ya estamos en la barrera de la escuela.

- pero ya podemos relajarnos un poco- dijo Amanai.

-tienes razón.

-Satoru- me habló y lo veía con su mano en su cadera sonriendome de forma única. -¿Estás agotado, verdad?

-ya no trabajaré de niñero, y menos de esta malcriada -hable después de desactivar mi ritual, me dolían mis ojos, estaba cansado y con hambre.

-¿Eh?- se quejó Amanai volteando a verme.

Iba a hablar cuando sentí algo atravesarme, activé mi ritual y evite que dañe algo grave, pero veía borroso, más a Suguru que se veía borroso.

-oye tú....¿Te había visto antes?- pregunté con un poco de dificultad volteando a verlo, me sonaba de algún lado.

-no te preocupes, también soy olvidadizo, soy malo recordando el nombré de los hombres- me dijo el adulto.

Use azul para lanzarlo lejos y Suguru envío una maldición que se lo devoró alejándolo aún más.

-Satoru- corrió hacia mí Suguru, pero levanté mi mano.

-tranquilo, no es nada, active a tiempo mi ritual, así que no toco órganos vitales reforse mi cuerpo con poder Maldito, así que la hoja no pudo hacer muchos daños, fue como si un alfiler pasará por un suéter tejido de estambre, así que no pasa nada, además, Amanai es la prioridad, yo me encargó de este tipo- le dije mientras me estiraba.- ahora vayanse, andando, tienen que ir con él Señor Tengen.

-Satoru...- vacilo. -¡No te confíes de más! ¡Vámonos!- les gritó y no tardaron en irse.

-¿Quién carajos creer que soy?- pregunté para mí mismo. Mientras ese hombre destruía la maldición de Suguru.

-esa espada es diferente con la que me atacó -pense mirándolo atento- ¿De dónde salió ese espíritu maldito? Este tipo es un verdadero misterio.

-ya no veo a la chica, me hubiera gustado acabar contigo con ese ataque, parece que estoy oxidado.

-ya se canceló la recompensa por Amanai, pedazo de idiota.

-¿Tú quién crees que la cancelo, mocoso imbécil? La forma para desgastar a los de tú tipo, es ponerles metas falsas para cansarlos, lo de Okinawa estuvo divertido y estos inútiles de la secta del manto estelar me pareció una mierda que ninguno de tus compañeros muriera, con el tiempo límite de la recompensa era evidente que desactivarias tu técnica Ritual hasta el final.

-¿Ahh~ encerio?- pregunté para lanzarle azul.

Él lo esquivó, maldición no solo es veloz, sino que no genera poder maldito, es muy fuerte, debe ser atadura celestial, lo lancé lejos otra vez, está vez fui hacia él, esa arma era realmente un problema para mí, y sería un verdadero dolor de cabeza.

No creo que un tipo que conozca tan bien mí ritual no tenga un plan.

-¿Esa es un arma legendaria? Lo siento pero no dejaré que te me acerques- dije poniéndome en guardia para enfrentarlo.