𝓣𝓾𝓹𝓪𝓷𝓪𝓷𝓬𝓱𝓲𝓼𝓴𝓪𝓶𝓪. || 𝓢𝓾𝓰𝓾𝓢𝓪𝓽𝓸.

ℂ𝕒𝕡𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟙

Koi No Yokan.

La sensación de conocer a alguien y saber que están destinados a enamorarse.

Narra Satoru Gojo.

Recuerdo con exactitud el día que te conocí. Era el primer día de nuestro primer año en la escuela de Hechicería de Jujutsu.

Te sentaste junto a mí sin conocerme, te diste vuelta y me entendiste tu mano.

-Suguru Geto- te presentaste
-Satoru...Gojo- te respondí frío, sabía que en cuánto escucharás mí apellido te alejaría, pero no fue así.

Era la primera vez, que alguien de mí edad se quedaba a mí lado, al oír mí apellido hasta los adultos se alejan o no se cansan de elogiarme, no me molestan los elogios, me molesta el estar solo.

Fui él Gojo bendecido con los 6 ojos, según mí Madre sería el hechicero más poderoso de todos, pero, yo no lo siento así. Me siento solo, en un gran osceano negro, hundiéndome. Si eso significa ser él más fuerte. No lo quiero.

La primera semana pasó, y nunca te alejaste, permaneciste conmigo siempre, en los entrenamientos y en las misiones incluso con Shoko Ieiri estabas conmigo, empezaste a ser mi luz sin darme cuenta, comencé a disfrutar de la academia, de las misiones, de entrenar, de estar contigo.

-en el estrenamiento estuviste increíble, aunque deberías cuidar tus pies -dijiste burlón mientras me ayudabas a caminar apoyandome en tú cuerpo. En el entrenamiento uno de los osos del profesor Yaga me golpeó el tobillo y me lo doblo, así que ahora me dolía caminar, y tú te ofreciste llevarme así a la enfermería.

-hmm, ese oso enano hizo trampa, ¿Quién ataca los pies?- me quejó haciendo un berrinche que causó tú risa, ya la había oído pero siempre causaba esa calidez en mi pecho, que yo creía que era amistad.

Ese día te quedaste completó conmigo ayudándome todo el tiempo, me gustó, me gustó ser concentido, me gustó que seas tú quién lo haya hecho, quien me concienta seas tú.

Sin notarlo, gracias a tí podía brillar.

-Satoru~- me llamabas me encantaba como sonaba mí nombre cuando eras tú quién lo decía -buen trabajo- alzaste tu mano y chocamos las palmas como siempre.

Con el tiempo me dí cuenta que apesar de que éramos tres, junto a Shoko, en las misiones en las salidas con nuestro grupo de amigos, solo te necesitaba a tí, porque si los demás no estaban nos divertíamos solos, pero sí tú no estabas, me sentía fuera de lugar.

Eras mí lugar seguro, ¿irónico no? Él hechicero más fuerte, necesitaba un lugar seguro. Y ese eras tú.

Nunca creí que alguien podría ser tan indispensable, en menos de 4 meses ya éramos el mejor dúo. Todos nos decían que éramos los más fuertes.

Tú devorabas maldiciones y las usabas a tu favor. Yo, usaba azul y mí Infinito para ser él más fuerte.

Juntos éramos los más fuertes. Y eso me gustaba. Me gustaba que seamos solo tú y yo.

Si éramos tan buenos juntos ¿Qué cambio? ¿Qué hice mal?