ℂ𝕒𝕡𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟟

567 88 7
                                    


Kairosclerosis.

Es ese precisó momento en el que te das cuenta de que eres felíz y lo disfrutas.

Narra Satoru Gojo.

Desperté al día siguiente con un dolor muy fuerte de cabeza, pero no me quejó, fue una noche genial, me moví un poco notando que alguien me tenía atrapado, según mis ojos, era otro cuerpo así que empecé a abrir mis ojos encontrándome con la cara de Suguru, que parecía estar dormido....

Suguru, en mi cama, desnudó y yo también.

¿¡QUE DIABLOS PASÓ ANOCHE?!

-SUGURU-le grité alejándome de golpe cayendo por el mareo- ¡¡ahhh!! ¡Me dejaste como Barbie bebé! ¿Cómo es que permití esto? Peor aún...porque fui yo el que entregó su virginidad anal.....

-Satoru, ¿Qué haces ahí?- pregunto sentándose mientras bostezaba y rascaba su nuca, estaba tan tranquilo y fresco el maldito.

-tú... Maldito.... ¡¡Te robaste mi flor!!

-¿Tú...flor?- pregunto confundido ladeando la cabeza, tenía su cabello suelto y se veía lindo, ¡NO! concentrarte Satoru Gojo. -oh, no, no hicimos nada, cuando llegamos anoche te vomitaste y te tuve quitar la ropa para acostarte y caí dormido contigo, también estaba cansado -dijo simple y suspiré aliviado.

Nunca más iba a beber, No era lo mío.

-Satoru, ¿recuerdas algo de anoche?- pregunto mirándome.

Hice el esfuerzo de recordar algo de noche pero todo se volvía negro en la camioneta de regreso aquí.

-hmmm solo hasta luego de la pelea, luego nada, ¿Porqué? ¡Dije algo vergonzoso!

-....jaja no- reíste aunque había algo de falsedad, te levantaste y te fuiste con al excusa de usar el baño para dejarme solo en el cuarto con una rara sensación de molestia en el pecho, no sabía porque.

.
.
.

Al día siguiente fuimos a clases pero primero felicitando a Nanami e Heibara por su relación, ya que el grupo lo tomó bien.

-¿Y ustedes?- me preguntó Shoko mientras íbamos por sodas.

-¿Ah?

-tú y Suguru, no te hagas -me dijo burlón y la Vi confundido. -Satoru, no me digas que no te das cuenta.

La Vi más confundido, no sabía a qué se refería pero tomé las bebidas y volvimos con el grupo.

Me senté junto a Suguru viéndolo derecho pasándole la soda que me pidió y el me agradeció con una de esas  sonrisas que me removia el pecho, hacia que me sienta cálido, y el como habíamos despertado, también me había gustado. Suguru Geto era mi lugar seguro y dónde me sentía más  feliz, completo, sonara cursi pero lo era.

𝓣𝓾𝓹𝓪𝓷𝓪𝓷𝓬𝓱𝓲𝓼𝓴𝓪𝓶𝓪. || 𝓢𝓾𝓰𝓾𝓢𝓪𝓽𝓸.Where stories live. Discover now