ℂ𝕒𝕡𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟙𝟚

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Yuanfen.

Principio que define esos amores que nacieron predestinados.

Narra Satoru Gojo.

No recuerdo cuanto tiempo paso de eso, solo que todos los días eran o misiones, o salidas todos juntos, pero mis días favoritos eran los viernes a la noche, cuando venías a mi cuarto o yo iba al tuyo, nos encerrabamos y veíamos películas o nos desvelabamos jugando videojuegos.

Aunque hoy no podía ser, ya que parecía que estaríamos ocupados.

Fuimos los tres a buscar a Utahime y Mei, ya que parecia que habían Sido atrapadas por una maldición con un bucle de tiempo.

-bien, ahora prepárense pondré el velo- dijo el asistente de misión. Siempre teníamos un adulto molesto, pero no lo necesitábamos.

-naah, no hace falta, mejor vete, yo lo pondré -dije altanero mientras lo hechaba, el se fue sin poder hacer mucho y me trone los dedos y brazos.

-hmm, mira eso, esa es la casa -señalo Shoko.

-parece de película de terror -me comentó Suguru- tu hazlo Satoru~ yo iré abajo para atrapar a la maldición.

-claroo~

Me puse en posición y chasqueé mis dedos para que el edificio se empezó a destruir hacia arriba, fui entre los escombros encontrando a Utahime salir con dificultades, sonreí burlón con maldad, era mi perfecta oportunidad de hacerla enojar.

-vine a rescatarlas~ Utahime. ¿Estás llorando?- le pregunté agachandome a su altura desde lo alto con una sonrisa burlona.

-¡¿claro que no?! ¡¡Lárgate!!- me gritó desde el suelo debajo de un escombro.

-¿Me consolarias si estuviera llorando? Me gustaría que lo hicieras -me dijo en tono suave y coqueto Mei, era linda pero no era para nada mí tipo.

-pero, tú no llorarias ¿O si? Eres fuerte.- le dije mirándola desinteresado.

-juju, tú crees.

-grrr, ¡Gojo yo no necesito..QUE ME RESCATES!!- me gritó Utahime, pero una maldición salió detrás de ella, era la causante de los problemas. Pero una más grande la atrapó con la boca, Suguru llegó.

-no te la tragues, la agregaré a mi inventario -le dijo a su maldición mientras s caminaba hacia nosotros desde abajo -Satoru~ no debes burlarte de los debiles- me regañó, adoro cuando lo hace.

-¿Quién es tan estúpido para burlarse de los fuertes?- le devolví.

-jaja, tú eres quien sin quererlo le hecha más leña al fuego, Geto- le dijo Mei y si era verdad ya que ese comentario molesto a Utahime.

-señotita Utahime- hablo Shoko y Utahime cambio por completo, era por completo Shoko, la favorita de ella. - ¿Se encuentra bien?

-Shoko.

-estaba preocupada por usted, lléva dos días sin comunicarse.

-Shokooo- le gritó corriendo por las escaleras para llegar a ella y abrazarla, apostaría mi mesada a qué Utahime está enamorada de Shoko. La atrapó en sus brazos -¡Shokooo, debes prometer que no te volverás como esos dos!

-jaja no va a pasar, esos dos son de lo peor -le dijo y yo volteé a ver a Suguru que subía por las escaleras.

-Utahime ya pasó por ahí, se van a caer- le dije burlón.

-cierra el pico~♡

-¿Uhm? ¿Dos días?

-oh, si, la barrera de esa maldición también alterabas el tiempo, son raras pero también hay de esas, me parece raro que no salieran estando Mei.

-parece que así era.

Todos nos quedamos callados mientras Suguru terminaba de subir.

-¿Sucede algo?- consulte al verla muy callada.

-no, pero quiere decir que estuve empleada dos días naturales, solo recordaba que debo agregarlo a la factura para cobrarle a los altos mandos.

-¿Piensas cobrarles aún más?- consultó Utahime.

-por cierto, a propósito, ¿Y la cortina? -pregunto y los tres nos quedamos en blanco.

Ay no.

.
.

Al día siguiente en las noticias estaban hablando sobre el accidente diciendo que fue una explosión por fuga de Gas.

Él Profesor Yaga estaba enfrente de nosotros y los tres estábamos arrodillados enfrente de él.

-uno de ustedes, le dijo al director asistente "yo me encargó de bajar la cortina" antes de dejarlo abandonado, y al final se le olvidó conjurarla, ¿Quién de ustedes fue?- nos miró serío.

Los dos a mi lado me señalaron encojidos en su lugar no queriendo un castigó, levanté mi mano exagerado, no dejaría que me castiguen.

-¡¡Profe!! ¡Dejemos de buscar culpable!- exclamé dramático pero lo que recibí fue un golpe en la cabeza.

-¡conque fuiste tú!- me gritó para golpearme en la cabeza.

Auh.

𝓣𝓾𝓹𝓪𝓷𝓪𝓷𝓬𝓱𝓲𝓼𝓴𝓪𝓶𝓪. || 𝓢𝓾𝓰𝓾𝓢𝓪𝓽𝓸.Where stories live. Discover now