Que la fête commence

1.1K 76 6
                                    

Tardé en procesar la mierda que acaba de decir. Es imposible.

Miré al rubio, su cara de confusión lo dice todo.

-No me lo puedo creer. -Solté. -No, no tiene sentido.

Fui enseguida a comprobar lo que decía en la televisión y definitivamente era verdad.

Me dieron ganas de vomitar, pero Marko me ganó de antemano dirigiéndose rápidamente al baño.

-Que puto asco. Pueblo de mierda, me cago en todos. -Escupe con rabia Jack.

-Es asqueroso. Menos mal que soy vegetariana. -Dice Anna.

-¿Pero cómo lo atraparon? -Pregunté.

-Se ve que alguien quiso robarle la receta a Rodo para saber cómo se hacían sus famosas hamburguesas... Y salió mal. Bastante mal.

-No deberíamos estresarnos tanto. -Dice Lucas. -Mañana hay fiesta y todavía nos quedan tres días de diversión.

-Si, tiene razón. -Habla Theo. -Démosle importancia cuando estemos en Ábralin.

-No parecen tan asustados. -Sebastián los mira sorprendido.

-Tal vez porque estamos borrachos.

Chasqueé la lengua.
-Por el bien de ustedes me iré a dormir y me limitaré a patearles el culo. Sarah, ¿vienes?

-Si, te acompaño.

Fuimos con Sarita a la habitación, y al ver que está sobria decidí contarle lo que pasó con Marko.

-Tengo que contarte algo.

-Cuenta. -Me dice la rubia, acostándose.

Me acosté a su lado y sonreí enamorada.

-Marko me pidió ser la novia.

Abrió los ojos y soltó un chillido de emoción.

-¡Sabía que te lo iba a pedir! Le dijiste que si, ¿no?

-Si, obvio que si.

-¡Me alegro mucho! De verdad, felicidades.

-Gracias.

-Pues, te soy sincera, Marko intimida un poco. Así que tú dile que me pongo feliz por ustedes.

Me reí y asentí. -Está bien.

-¿Y cómo fue? Dame detalles.

-Bueno...

Le conté detalladamente el momento del lago, y cuando terminé ella parecía más emocionada que yo.

-Que bonito. Me alegra verte feliz.

-Si, a mi también. Es raro sentirse así de bien con alguien. -Confieso.

Sonríe y me abraza.

-Mañana festejaremos.

Le dediqué una sonrisa, pero al instante se me borró al ver su cara de preocupación.

-¿Qué pasa?

-Nada, solo que... Al principio Marko no me dió buena espina. No sé, hay algo en él que... no me cierra.

-¿Por qué? -Fruncí el ceño, confusa.

-No lo sé, Hann. Tal vez esté alterada por todo esto de las muertes...

-¿Pensabas que tenía algo que ver Marko? -Interrumpí.

-Si. Sinceramente, si. Pero ahora sé que no. Seguramente lo pensé porque era nuevo en el pueblo y un completo desconocido para nosotros.

Ábralin [+18]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum