𝓒𝓪𝓹𝓲́𝓽𝓾𝓵𝓸 16

433 42 30
                                    

Jason The ToyMaker

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Jason The ToyMaker

De Tin Marin De Do Pingüe, nadie los escuchará aquí en mi casa de muñecas.

De Tin Marin De Do Pingüe, pónganse cómodos y pongan cara de muñecos.

De Tin Marin De Do Pingüe, mi niña los amará y jugará con ustedes.

🧸🧸

He puesto mi plan en marcha y he logrado raptar a Edgar y Jhonatan.

«Ellos serán mis próximos juguetes a los que arreglaré».

Edgar está en mi mesa especial para reparar juguetes, permanece desnudo y atado de todas sus extremidades.

Jhonatan permanece de la misma manera, pero colgado de sus manos, totalmente sin escape alguno.

—¡¡¡AAAHHH!!! ¿¡QUÉ ERES TÚ!? ¿¡QUÉ NOS VAS A HACER!?—Edgar grita por ayuda retorciéndose en mi mesa.

—¡LIBÉRANOS, MALDITO!—Jhonatan se balancea de adelante hacia atrás en un débil intento por desatarse.

Los niños ruegan por piedad y ayuda mientras que yo preparo ansioso mis herramientas para comenzar.

—¿¡POR QUÉ!? ¡YO NO TE CONOZCO! ¡YO NO TE HE HECHO NADA!—Dejé de afilar abruptamente mi cierra al escuchar lo dicho por Edgar.

«Si se meten con Laila, también se meten conmigo».

—¿Recuerdas a Laila?—Interrogué a Edgar girándome a verlo con sus ojos aguados de tanto llorar.

Edgar negó con miedo.

«Maldito chiquillo mentiroso».

—Ajá, Laila; La pequeña niña a la que le arrebataste su muñeca.—Me aproximé a él mostrándole la muñeca de Laila.—Sí la conoces muy bien, no te hagas el tonto—.

—Sí, sí la conozco, pero íba a recuperar su muñeca para devolvérsela. Sólo estábamos jugando, nunca fue mi intención hacerla llorar.—Contestó mirándome aterrado y con sus labios temblando de miedo.

—¡Mientes! ¡Planeabas quedarte con la muñeca de mi Laila!—Tomé con brusquedad las mejillas del niño.—¿¡Acaso nadie te ha enseñado a no pegarles y hacerles llorar a las niñas!? ¿¡No eres un hombresito!? ¿¡Eh!?—

—¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Ten piedad! ¡No lo volveré a hacer!—Suplicó repetidas veces con su rostro envuelto en lágrimas.

—Eso debiste pensarlo antes de hacer llorar a mi muñeca de Abril.—Declaré mirándolo de una manera fija y oscura, desprendiendo odio puro hacia él.

—¡Nuestras cuidadoras van a encontrarnos e iremos a denunciarte con la policía!—Exclamó Jhonatan.

—¡Ja! Lo primero que pensarán es que se escaparon por miedo a que los enviaran a otro orfanatorio. ¿Quién se va a preocupar por unos malditos mocosos huérfanos como ustedes?—Finalicé echando una carcajada.—Y aquí en mi casa de muñecas nadie los escuchará, pongan caras de muñecas—.

𝐀𝐏𝐑𝐈𝐋 𝐃𝐎𝐋𝐋┃(Book 3) Jason The ToyMakerWhere stories live. Discover now