Eʟʟᴀ ᴇʀᴀ ᴜɴᴀ ɴɪɴ̃ᴀ, ᴜɴᴀ ʜᴇʀᴍᴏsᴀ ᴘʀɪɴᴄᴇsᴀ.
Éʟ ʟᴀ ᴠᴇɪ́ᴀ ᴄᴏᴍᴏ ᴜɴᴀ ᴍᴜɴ̃ᴇᴄᴀ, ᴜɴᴀ ᴍᴀ́s ᴀ sᴜ ᴄᴏʟᴇᴄᴄɪᴏ́ɴ.
A diario, observo a mi colección de hermosas muñecas.
Pero mi objetivo especial es una niña, tan preciosa y tan rota.
Pero ella no es una niña común...
Lamento no haber actualizado en varias semanas. He tenido presión en el trabajo, y más aparte, tengo mis dos gatitos a los cuáles debo cuidar ya que son muy hiperactivos y traviesos ⊙﹏⊙
Pero ya he vuelto.
¡Disfruten de su lectura! ♡
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Laila
Ya no he vuelto a ver a Jason desde esa última noche que hablé con él. Dijo que estaría ausente varios días por unos asuntos que dejó pendientes. Le pedí que me explicara el motivo por el cuál estaría ausente, pero sólo se limitó a decir que eran cosas de adultos, que yo aún soy muy pequeña para entender.
«En fín, me siento aburrida y sola sin él».
Después de la comida, salí al jardín y me senté sobre el césped mientras que los demás niños juegan a una gran distancia de mí. Estába tan concentrada peinando el cabello de mi muñeca, hasta que se me acercó una niña con cabello corto de tono castaño. Es una niña más o menos de mi edad y trae en sus manos una pelota roja con estampado de flores doradas.
Ella es nueva en el orfanato, la encontraron en la calle en muy malas condiciones y la acogieron al no saber nada de sus padres. Sólo que es la primera vez que hablo con ella y aún no sé su nombre.
Mira a mi muñeca y a mí con una leve sonrisa curvada en sus labios, me mira un tanto tímida mientras que estruja su pelota contra su pecho.
—H-Hola... ¿Se te perdió algo...?—Pregunté un tanto nerviosa poniéndome a la defensiva, y escondiendo mi muñeca por temor a que me la quiera quitar, así como Dayana me quitó mi pelota.
«No me quiero meter en problemas otra vez».
—Hola, Laila, me gusta mucho tu muñeca.—Me dice con timidez y con un leve rubor en sus mejillas.—Mi nombre es Lizbeth, pero puedes llamarme Liz.—Se presentó educadamente.—¿Quieres jugar pelota? Seamos amigas—.
Me quedé tan helada y paralizada por su petición. Me aterra que Jason esté cerca y me esté mirando hacer nuevos amigos, no quiero que se enoje conmigo, así que negué lentamente con la cabeza indicando que no quiero ser su amiga. Lizbeth al ver mi semblante se puso triste y afligida.
«Bueno, Jason no está, no lo he visto en varios días. Así que no creo que se entere si hago una nueva amiga, ¿No?»
—Digo, sí... Está bien...—Asentí ya con más confianza. Parece ser una niña simpática y sencilla.
Liz se puso muy contenta y me extendió su mano para ayudarme a levantar del césped, así que la acepté. Deposité mi muñeca junto a las flores para poder jugar pelota con mi nueva amiga.
