Capítulo 36.- Me gusta

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La realización golpeó a Jiang Cheng tan fuerte que se sintió confundido por un par de días. No podía creer que sus sentimientos hubiesen llegado a tal punto de que incluso Huaisang pudiese percatarse de ellos en un par de minutos.

En ese instante se había sentido tanto sorprendido como aterrado ante la declaración de su amigo, pues si bien una parte dentro de él se sentía feliz teniendo un alfa a su lado, la otra gritaba que estaba cometiendo un enorme error. No sabía que hacer al respecto y el hecho de no estar completamente seguro de si estaba enamorado del Lan no ayudaba mucho.

Intentó no centrarse en Lan Wangji. No pensar en que no debía tener sentimientos por él, pero ahora que las cosas habían sido dichas en voz alta tuvo la curiosidad aclarar todas aquellas dudas.

Así que sin mucha experiencia en el asunto y tomando la seriedad que requería, buscó un mágico libro llamado "¿Cómo saber si estás enamorado?" ignorando el término "para tontos" que ponía a en minúsculas.

Aquella lectura se le hizo tan larga y poco interesante que finalmente decidió abandonarla, además, eso de leer a escondidas para que Wangji no leyera el titulo le parecía cosa de niños. Fue así que terminó simplemente buscando en internet y topándose con cinco sencillas señales para saber si alguien te gusta.

Desde luego no le pareció la cosa más científica del mundo, pero logró darle cierta paz y entretenerse un par de días.

La primera señal era fácil: Miradas de amor.

Jiang Cheng se preguntó a si mismo si realmente veía con ojos de enamorado a Lan Wangji y siendo honesto creyó que no, lo veía simplemente porque tenía ojos, ni más ni menos. No obstante, admitiría días después de leer aquel artículo que eso no era del todo cierto.

Ya que mientras Wangji se ejercitaba una mañana A-Cheng lo vio ahí, sudoroso, haciendo abdominales sin camisa, sumamente majestuoso y no pudo apartar la mirada de esos deliciosos músculos, en definitiva estar en el último tramo de su embarazo no le quitaba lo caliente y por ello solo dejó de comérselo con la mirada cuando A-Zhan notó su presencia, pues preocupado de verlo tan callado preguntó si algo andaba mal.

—No, todo bien. Solo...quería decir que el desayuno ya está listo. —Jiang Cheng no mencionó que se había excedido en su entrenamiento, ni que esos pantalones deportivos le quedaban excelentes pues enmarcaban tan bien su miembro que parecía tener una erección.

Sin embargo no fue el único que guardó sus pensamientos para sí, pues a pesar de que Wangji respondió.

—Lo siento, voy en seguida.

No mencionó porque se había ejercitado al máximo, tampoco que subiría a tomar una ducha helada y mucho menos que usaría supresores para calmar las enormes ganas que tenía de follarlo.

Lan Wangji no había tenido su celo desde la segunda vez que se había acostado con Jiang Cheng, esa ocasión había sido sumamente extraña y desbordante. Casi como si hubiese puesto en hibernación su celo, sin embargo era evidente que su deseo seguía ahí, su necesidad de acariciar y dormir con el omega eran insaciables. Lo cual no supondría un problema, excepto que debido a las recomendaciones de la doctora lo mejor era abstenerse hasta que naciera su hijo.

Wanyin no había tenido problema con ello, A-Zhan supuso que no le interesaba o sería incomodo debido a su vientre, sin embargo para él esa sequia lo estaba consumiendo y solamente vivía de las pequeñas muestras de erotismo que el omega le brindaba.

Razón por la que más de una vez fue sorprendido siendo despistado.

—¿Me estas escuchando?—preguntó A-Cheng por tercera vez. Sin embargo Wangji simplemente desvió la mirada de sus piernas y negó avergonzado.

𝙱𝚘𝚞𝚗𝚍 𝚝𝚘 𝚢𝚘𝚞 💎Where stories live. Discover now