Jiang Cheng es un omega que ama ser soltero, sin embargo por la presión familiar se vera orillado a buscar un alfa y para ello su fiel amigo Nie Huaisang no dudara en ayudarlo a elegir la mejor opción. Aunque no todo saldrá según lo planeado ¿O sí?
...
La potente voz del alfa pronunciando su nombre con furia sobresaltó a Jiang Cheng, quien de inmediato olvidó lo que estaba viendo y se centró en el Lan, quien con paso apresurado se aproximó hasta él.
A-Cheng estuvo a un segundo de preguntarle que era todo aquel escándalo, sin embargo se abstuvo de hacerlo al caer en cuenta que finalmente Wangji le estaba dirigiendo la palabra. Trató de no sonreír o mostrarse ansioso por la abrupta llegada del Lan, y afortunadamente antes de que su enorme curiosidad lo orillara a preguntar, Lan Zhan lo iluminó.
—¡Así que fuiste tú!¡Como te atreves a tomar mis cosas y regalarlas!
Wanyin entendió de inmediato a lo que se refería, aun así trató de fingir que no sabía de qué le hablaba pero el Lan fue sumamente brusco y lo tomó por los brazos para levantarlo de sillón.
—¡¿No sabes?! ¡El vagabundo de allá abajo está usando mi abrigo y mis pantalones! ¿Cuál es tu problema? He estado buscando mi ropa por todas partes y resulta que tú la has estado regalando.
El agarre de Wangji sobre los brazos de A-Cheng poco a poco fue haciéndose más fuerte y Jiang Cheng pudo sentir la molestia del alfa simplemente inhalando su aroma. Era un hecho que imaginar su reacción al encontrarse a un señor vistiendo su ropa fue sumamente divertido, pero no soportaría que empleara la fuerza física con él y menos por una pequeña broma.
Estuvo a punto de apartar bruscamente los brazos de Lan cuando para su sorpresa Xichen entró al departamento. Así que aprovechando la situación utilizó su voz más dulce y fingió sentirse atemorizado.
—Lo siento A-Zhan... No pensé que te molestaría, pero podrías soltarme estas lastimándome.
—¿Qué está pasando?—preguntó Xichen preocupado mientras dejaba las compras sobre la mesa y se acercaba de prisa para ver lo que ocurría.
Lan Wangji al percatarse de su hermano y lo mal que se veía en aquella posición, soltó de inmediato a Wanyin, no sin antes lanzarle una dura mirada.
—Jiang Wanyin ha estado regalando mi ropa. — espetó con molestia.
Xichen que simplemente estaba haciéndole el favor a su tío de llevar comida para su cuñado, rápidamente suspiró al ver que el matrimonio de su hermano no estaba yendo tan bien como había pensado. Miró a Wanyin con paciencia esperando que dijera algo y el omega simplemente cubrió su vientre con las manos antes de musitar.
—Es que vi a un señor que no tenía ropa y la mía no le quedaba. Solo le di un par de prendas de Wangji, como ha estado muy ocupado no quise preguntarle para no molestarlo, pero no volveré a hacerlo.
Jiang Cheng esperaba que su pequeña actuación de omega inocente y el aroma sumamente dulce de sus feromonas convenciera a Xichen, pues era obvio que Wangji no le creería eso. Para su alivio A-Huan asintió y trató de mediar la situación.
Lan Wangji no tuvo otra opción más que guardar su frustración, pero enseguida volvió a molestarse cuando se enteró del motivo de la visita de su hermano. No pudo creer que Wanyin lo hubiese acusado con su tío y ahora estuviera en problemas con él.
Así que cuando lo vio prepararse algo de comer y actuar como si nada hubiese pasado, no pudo evitar salir del departamento furioso. No lo quería en su hogar, deseaba que Mo Xuanyu estuviera con él, no ese omega que no paraba de darle dolores de cabeza.
Por otro lado, Wanyin que ya había logrado molestar y hacer que A-Zhan le hablara se sintió mejor consigo mismo, para lo que no estuvo preparado fue para que Wangji tomara acciones en su contra.
Ya que para su horrible suerte el Lan se levantaba a las cinco de la mañana y aprovechando eso comenzó a hacer de todo para interrumpir su sueño. Jiang Cheng no le dio la satisfacción de quejarse, pero para vengarse comenzó a usar su llamado para fastidiarlo.
"¡Wangji!, ¡Hey Wangji!...¡Hola!" gritaba a través de su vínculo a cualquier hora al azar y en especial por las noches, ya que cuando el Lan se iba a la cama le gustaba despertarlo a través de su llamado. Podía sentir su estrés y enojo, pero al igual que él se mantuvo callado.
Fue solo unos cuantos días después cuando comenzó a notar que Wangji ya no lo despertaba por las mañanas que dejó de molestarlo por las noches.
Sin embargo su tranquilidad no duró demasiado, Wangji cambió la contraseña del internet y A-Cheng no pudo evitar desesperarse, pues con ello sus clases en línea se vieron interrumpidas y tuvo que ir con Huaisang para poder estudiar. No le gustaba tener que ir y venir todos los días, le gustaba estar con su amigo, pero no lo tedioso de los traslados.
Aun así no dijo nada del internet, pero lo que sí le hizo reclamar a Wangji, fue su negativa a que Huaisang siguiera quedándose a dormir.
—Es mi amigo y si quiero se quede conmigo lo hará.
—Ya tengo suficiente soportándolo por las tardes, dile que se vaya o lo correré yo.
Jiang Cheng no entendió en que le afectaba que su amigo se quedara a dormir, pero no quería ceder así que insistió.
—Se quedara en mi habitación.
Wangji soltó una risa y le aclaró.
—No. Esa es una de mis habitaciones, esta es mi casa, no tuya y no deberías olvidarlo. Así que no te tomes la libertad de invitar a quien quieras y cuando quieras porque nada aquí te pertenece.
Jiang Cheng no pudo replicar a eso y vio la sonrisa triunfal en el rostro de Wangji, después notó que desde su habitación Huaisang miraba con molestia al Lan y antes de que tuviera tiempo de meterse en problemas, A-Cheng se dirigió a él y le comunicó.
—Vayamos a nuestro departamento A-Sang.
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