CAPITULO XXXV (FINAL)

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El Cairo, Egipto

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El Cairo, Egipto.

Kira.

Tuvimos que viajar esta misma noche, Alexander adelantó las cosas cuando dijo que la segunda hija de Ilvas se dió cuenta que no estaba.

Mi gente y parte de los matusalenes se reunirían al alba en el lugar acordado, las hermanas ya estaban ahí.

— ¿Cómo demonios se supone que esto va a desarrollarse? — escupió Cyzarine a penas puse un pie en la carpa en el medio del desierto. Toda nuestra gente, unos cuantos cientos de ellos, se arremolinaban alrededor de carpas y asientos para poder afilar espadas y limpiar armas.

— ¿Confías en mí? — levanté una ceja en su dirección. Giró sus ojos y salió de la carpa gruñendo. — Gracias mi vida...

Se escuchó su insulto mientras se alejaba.

El teléfono de Izan sonó y salió del lugar improvisado para atender la llamada.

— ¿Cómo vamos hacer esto? — Dimitri, Danila, Giovanni, Marduc, Biel y varios matusalenes de la región se cernían sobre el mapa que había desplegado encima de la mesa. Alexander entró seguido de Izan y ambos se miraron para luego juntarse y explicar el plan. O el intento de el.

— Bien haremos esto...

Y luego de dos horas, donde casi la guerra comenzaba dentro de la misma carpa, por fin se llegó a un acuerdo.

Alexander nos llevó a Izan y a mi hacia un lado luego de ultimar detalles.

— Zhenya es una cambia formas, vendrá bajo la piel de cualquier persona que quieran. Tengan cuidado de ella. — Tomó mi brazo y me miró fijo. — Estaré detrás de ti todo el tiempo, ella va a buscar enfrentarse contigo. Solo... ten los ojos bien abiertos.

— ¿Era ella, verdad? — Izan miró iracundo a Alexander. Este asintió. No sabía a que se refería pero tampoco pregunté.

El sol se empezaba asomar por el horizonte y mientras los rayos iban descendiendo también se iba materializando la gente de Ilvas.

— No se confíen... Puede ocultarse a plena luz del dia y puede hacer que su propia gente también desaparezca. Usen sus jodidos sentidos.

La voz de Alexander comenzó a sonar dentro de nuestras cabezas y aquellos que llevaban la sangre de mi clan estaban dejando fluir su magia. Mientras que los demás clanes también empezaban a soltar los suyos.

Izan, Marduc y Biel iban a la cabeza. Los tres al mismo tiempo liberaron su magia al aire disfrutando de la sensación y provocando que en el aire se formara como una electricidad que te erizaba los vellos, se podía escuchar inclusive el zumbido como si fueran cables de alta tensión.

Era como estar bajo torres de eléctricas.

Nuestros ojos brillaban, las serpientes empezaron a salir de la tierra y pronto los rugidos de las fieras transformadas sonaron en conjunto. Los gritos y las risas de la demencia misma llenaron el aire haciendo que sonriera en mi lugar.

Nacida en las Tinieblas #1 #PGP2024 (+18)  ( Versión Wattpad)Where stories live. Discover now