En la ciudad de Barcelona, Kira Nikolova una vampiresa mafiosa consigue una alianza con Lucio Bustamante, un mafioso español, con el fin de poder sobrevivir entre la sociedad sin exponerse.
Todo comienza a torcerse cuando entre ellos algo más que l...
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Barcelona, Barrio Gótico 2022
Kira
Las vistas desde la ventana al puerto me reciben cuando entro a mi oficina en las instalaciones de los laboratorios bajo mis pies, intento no pensar mucho en los recientes obstáculos para implementar una alternativa de alimentación.
El ser un no-muerto de doscientos cincuenta años tiene sus desventajas; la primera y la más importante: El hambre. Mantener un suministro de sangre para alimentarnos ha sido un poco conflictivo desde hace un tiempo.
Antes simplemente hincabas el diente en algún cuello y no importaba si morían o no; ahora alimentarnos requiere ser minucioso y delicados, tomar un poco de aquí y allá para no llamar la atención.
Me giro al escuchar un golpe a mi puerta.
—Adelante — susurré
— ¿Qué vamos a hacer? — preguntó Danila.
Lo miro sin muchos ánimos de responder y mientras me siento detrás de mi escritorio, él se sienta en unos de los sillones frente a mí.
—Hay que buscar una maldita solución, el muy cretino de Emilio Gabbana acaba de solicitar una reunión — soltó una risa lobuna al nombrar al mafioso italiano; el dueño de mis últimos dolores de cabeza.
Mi vista cayó en mi primer nacido y suspiré, Danila Belov.
Nuestros acuerdos con varias mafias y traficantes para que nos consigan donantes se extienden hasta América latina. Que nuestras instalaciones estén cerca del puerto en Barcelona nos hace fácil el transporte y recepción de cargamento.
Aunque ahora uno de nuestros más importantes negocios en Italia está sobre una cuerda floja por alguna razón desconocida. No había querido hacer tratos con la mafia española por la misma razón que no cagas donde comes.
—Me temo que vamos a tener que hacer un acuerdo con Lucio Bustamante; si las cosas con Emilio no cambian — dije mirando a Danila de reojo, él asintió y sacó su teléfono tecleando con rapidez.
— ¿Cómo han estado los nuevos? — pregunté.
—Por el momento se han mantenido bien, Dimitri los está entrenando. Esto de comerciar protección por sangre está llevando a que muchos siquiera salgan con poderes o habilidades— contestó asqueado.
La situación con los nuevos nacidos es que siempre se hizo evaluando al que se iba a convertir. Simplemente porque puedes nacer con más habilidades que tu propio señor o prácticamente sin ninguna o más que la de un vampiro común; que es casi lo mismo a un ser que camina al compás de un corazón latente.
Y eso ha pasado con frecuencia. Lo cual es frustrante.
—Sabes que hacer — señalé en automático mientras encendía mi laptop y comenzaba a contestar unos correos. —debemos hablar con los del puerto.
