𝘛𝘩𝘦 𝘦𝘹𝘤𝘪𝘵𝘪𝘯𝘨 𝘨𝘦𝘳𝘮𝘢𝘯; T.K

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─Portate bien y disfruta mucho.-Amelia le dejó un corto beso en los labios al pelinegro.─No olvides calentar la voz.

Todos se encontraban en el aeropuerto junto con las dos chicas que los fueron a despedir, ya empezaba la gira y estaban por viajar.

-No es de celosa, pero...-La pelinegra se le acercó al oído al de trenzas.- No quiero verte cerca de ninguna y menos que sea rubia.-Dijo y se le alejó mostrándole una sonrisa.

-Y yo no quiero verte cerca de ninguno y menos de Yadiel.-Le sonrió de costado y luego de eso ambos se besaron.

Después de unos minutos se separaron, Amelia y Melody saludaron a los demás chicos.

Se quedaron hasta que los chicos se subieron al jet privado, luego los guardias de los chicos las llevaron al shopping. Tom y Bill le dejaron en claro a los de seguridad que hagan todo lo que la pelinegra y pelicastaña quieran.

Fueron al shopping para pasar el rato y para ver cositas para el bebé de Melody. Se adentraron a un lugar de ropa para bebés, a la pelinegra se le llenaron los ojos de lágrimas al ver unos escarpines color beige y fue consolada por su mejor amiga.

Compraron algunas prendas de ropa de diferentes colores, no sabían el sexo del bebé pero tampoco le importaba que colores use.

Dieron un par de vueltas más y se dirigieron cada una a sus casas, yendo llevadas por el chófer de sus novios y amigos.

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Ya era de noche, Melody recién se había salido de bañar y estaba sola en su casa, su mamá no estaba, siempre era lo mismo.

Se sentó en su cama con la bata todavía puesta, secó un poco su cabello con la toalla que tenía sobre su cabeza y estaba mirando la tele, esperando a que empiece el show de los chicos, aunque todavía faltaran dos horas para eso.

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Tom estaba en la camioneta junto a los demás, ya habían llegado a su destino y estaban siendo llevados hacía el hotel donde se hospedarían. No había pasado tanto tiempo de que la había visto a la pelinegra pero ya la extrañaba ¿Cómo iba a pasar este tiempo lejos de ella y ahora más sabiendo que son novios? ¿Cómo aprenderá a vivir sin sus besos? Exageras, Tom.

─¿Qué escribes?─Preguntó Gustav curioso, tratando de mirar la hoja de Tom quién estaba escribiendo hace unos 10 minutos.

─Nada que te importe.─Chistó, estaba de malhumor.

─Tom, si extrañas a tu novia y estás triste por eso, no te la agarres con nosotros.─Bill lo retó, haciendo que el antes mencionado solamente ruede los ojos.

En su hoja estaba escribiendo una canción, sí, era raro de Tom Kaulitz. Pero durante el viaje se acordó de la vez que se acostó con su chica y se inspiró para hacer una letra algo... Algo pervertida.

Ya habían llegado al hotel, Tom trató de esperar pacientemente para que los atiendan y que le den por una vez la llave, se quería encerrar ya. Aunque no tenía mucho tiempo, ya que dentro de poco tendrían que dar un concierto y lo pasarían en más o menos 30 minutos, puesto que antes de eso había un pequeño desfile.

Fue a su habitación correspondiente, él tenía su propia habitación, nadie quería dormir con él... Ya conocían bastante bien a Tom.