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Ya había pasado una semana y se suponía que Tom ya volvía, la pelinegra estaba totalmente feliz y esperando su llegada. Ya había empezado con dolores; la bebé se movía y dolía bastante.

Bill por un lado estaba feliz de ser tío y padrino del hijo de Melody quien también era de su hermano. Cuando pegaba pataditas, sacaba su cámara para grabar y no olvidar nunca la causa de su felicidad.

─¿Tom?─La pelinegra estaba con su celular llamando a su novio.─¿A qué hora llegas hoy?

Linda... Se me retrasó la partida, no sé cuándo volveré... Tengo que cerrar un par de asuntos.

─Está bien.─Trató de no sonar triste pero de a poco algo dentro de ella se rompía.─ Hablamos luego.─Cortó la llamada y se acostó en la cama del de trenzas.

Estaba totalmente rota, hace mucho que no veía a su amado y necesitaba su apoyo en esto. Su panza comenzaba a crecer, aunque todavía no se notaba mucho pero ella estaba feliz al igual que Amelia y Bill, quienes estaban más emocionados que ella al parecer.

───☃────

Ya habían pasado varios días en que Tom no contestaba los llamados de ninguno de los chicos e incluso de su propia novia, no habían noticas de él, era como si se lo hubiera tragado la tierra ¿Acaso había pasado algo malo?

Los tres chicos y las dos amigas estaban sentados mirando la tele, para ver si al menos ahí había alguna noticia de Tom y al parecer fue así.

"Hoy el guitarrista de la banda de Tokio Hotel fue visto con una modelo de Victoria Secrets, nombrada Heidi Klum".

Pasaron fotos y todos quedaron boquiabiertos, a Melody se le llenaban de lágrimas los ojos haciendo que su vista se nuble y se quede estática mirando las fotos que pasaban. No era solo una mujer, eran varias chicas y al parecer todas eran rubias.

"Tom Kaulitz no solo fue visto con Heidi, sino que también con Anne Katrin y dos chicas más que no se sabe el nombre todavía."

─Todavía.─Dijo la pelinegra quien por sus mejillas rodaban varias lágrimas, todos los presentes la miraron.─¿Qué me miran? ¿Los cuernos?

─Todo estará bien ¿Sí? Tal vez fue solo un malentendido...─Dijo Gustav tratando de calmar la situación, pero solo la empeoró.

─¡¿Malentendido?! ¡¿A eso llamas malentendido?!─Se levantó, señalando la tele quien seguían hablando del mismo tema.

Buscó su celular por todos lados para llamarlo, pero no contestaba ¿Tan cobarde era?

─Bill, pásame tu celular, por favor.─Dijo lo más calmada posible, el pelinegro se lo pasó sin decir nada, no quería recibir un puñetazo de una embarazada quien estaba totalmente triste.

─¿Melody que harás?─Preguntó ahora su mejor amiga, quien la miraba con preocupación.

─¡¿Qué carajos, Tom?! ¡¿Por qué me hiciste esto?!─Se desplomó, llorando bastante.

Linda... No es lo que piensas..Se escuchó del otro lado de la línea.

─¡Basta! ¡Estoy de 3 putos jodidos meses y tú estás con otras zorras mientras que yo me banco todo esto, con la panza que pesa al igual que los cuernos que me pusiste!

─Mel, te hará mal gritar tanto.─Bill se levantó para abrazarla pero esta se zafó y solamente seguía llorando.

─¡¿Me dirás algo o seguirás diciendo la misma maldita frase de que esto que lo otro?! En serio te esperaba ¿Sabes? Realmente quería estar contigo y poder pasar momentos lindos, disfrutar de nuestro bebé... Encima solamente te quedas callado, porque no puedes meter una mejor excusa de que "no es lo que piensas.─Suspiró y tomó aire.

Gustav y George habían quedado impactados ante lo escuchado, ellos no sabían nada y enterarse de esa manera fue realmente doloroso, más viendo el estado en el que estaba su amiga.

─Toma Bill, no quiero hablar más.─La pelinegra le dió el celular a Bill, quien lo recibió y vio como ella se fue para poder hablar.─¿Acaso no piensas lo que haces? ¿Por qué carajos hiciste eso, Tom? ¿No era que la amabas?

Bill... Yo.. yo no sé que me pasó, en serio.

─No vengas a llorar ahora, por tu culpa está así y créeme que te quiero porque eres mi hermano pero... Fuiste una mierda.─Cortó la llamada sin escuchar alguna respuesta a cambio.

Amelia subió hasta la habitación de arriba donde estaba su mejor amiga, entró y fue directamente a abrazarla.

─Ame ¿Que hice mal?─Sollozaba y lloraba.─ ¿No le bastó con todo el amor que le di?

─Diste bastante ¿Sí? Pero él no supo verlo y menos aprovecharlo.─Acarició el cabello de su mejor amiga y depositaba pequeños besos en su cabeza.

─¿Cómo le digo a mis padres? Me echarán de casa.─Hablaba tartamudeando, ya que se le hacía difícil hablar bien debido a los sollozos.

─No te preocupes, yo te ayudaré.─Le dió una sonrisa y secó las lágrimas con sus pulgares.

───☃────

─¿Estás lista?─Preguntó Amelia, ambas se encontraban frente a la puerta de la casa de la pelinegra, recibió un asentimiento con la cabeza y tocaron el timbre.

─¡Hola cariño!─Dijo la madre de la pelinegra mirándola y la abrazó.─¡Ame! ¡Tanto tiempo!─También le dió un abrazo, siendo correspondido.

Ambas pasaron y se sentaron en la mesa junto a la madre y padre de Melody. Esta estaba jugando con sus dedos, sin decir ni una palabra.

─¿De que quieres hablar, hija?─Preguntó su padre, haciendo que sienta más nervios todavía.

─De... De..─Miró a Amelia quien le dió una sonrisa y acariciaba su muslo, dándole contención y seguridad.- Mamá.. Papá... Estoy embarazada...

─¿Qué?─Preguntó la madre y un silencio incómodo inundó toda la casa.

─¡Yo no te crié para esto!─El papá dió un manotazo en la mesa, levantándose.─ ¿De quién carajo es, Melody?

Melody miró a su mamá para buscar apoyo en ella aunque sea, pero miró hacia abajo, ella le dió la espalda, su propia madre y padre. Su novio también, la amaba tanto que le adornó la cabeza con cuernos.

No dijo nada y se levantó para ir a su cuarto acompañada de su amiga, las lágrimas no paraban de brotar. Agarró un bolso y puso toda la ropa que pudo, algunas cosas extras y salió de la habitación. Se dirigió a la puerta, abriéndola y dándole una última mirada a sus padres, pero en sus ojos se encontraba decepción y se marchó.

El día estaba lloviendo al igual que aquella pelinegra.

Ambas tomaron rumbo a la mansión de los chicos, estaban empapadas debido a la fuerte lluvia, luego de 30 minutos caminando habían llegado. Tocaron la puerta y se encontraron con Bill, con su mirada triste.

─Bill..

─No digas nada, ambas pueden quedarse.-
─Dijo y las abrazó.

Las dos entraron, la pelinegra se sentía bien recibida, los chicos la contuvieron demasiado y más su mejor amiga, quien siempre estaba para ella.

Ahora estaban escuchando música, Bill y Amelia estaban haciendo panqueques mientras que Melody, Gustav y George estaban hablando de teorías o algo así.

─¡Ya están listos!─Aparecieron los dos con panqueques, algunas tazas de café y un jugo para la pelinegra.

La tarde se basó en risas y muchas risas.

𝘛𝘩𝘦 𝘦𝘹𝘤𝘪𝘵𝘪𝘯𝘨 𝘨𝘦𝘳𝘮𝘢𝘯; T.KTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon