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Todas las tardes libres y noches, la pareja hablaba por llamada y a veces hacían videollamada para poder verse.

─Vamos cariño.. Cumpleme esa fantasía.

Estaban en videollamada y el de trenzas andaba un tanto... Caliente.

Tocate para mí, quiero escucharte gemir.

La pelinegra se mordía el labio excitada, mientras que su novio la miraba fijamente y con una sonrisa de costado, sabía que así ella no podría resistirse.

Melody sacó su ropa interior que era lo único que tenía puesto, mandó su dedo a su boca llenandolo de saliva para luego mandarlo a su intimidad y así estimulando su clítoris, dandose placer ella misma. Largaba gemidos, algunos tenían nombre y se llamaban Tom.

Por más que ella estaba así, no dejaba de mirar a la cámara, sabía que su chico se volvería loco y no aguantaría mucho. Sonrió al ver que su novio sacaba su creciente erección y ponía su mano, subiendola y bajandola de una manera rápida, lanzando gemidos quien portaba el nombre de su novia.

Se escucharon unos golpes del otro lado, haciendo que Tom se enoje y suspire.

Espera, cariño.

Ella vio como se levantó, no sin antes subir su boxer y su jogging. A este punto, la pelinegra ya había acabado y lastimosamente Tom se lo había perdido, todo por levantarse.

Melody había escuchado unas risas femeninas lo cual la alertó pero a la vez no se preocupó tanto, ella confiaba plenamente en él. De pronto vio como volvió y este frunció el ceño.

Lo siento linda ¿En qué estábamos?

─En que me iré a dormir.─Esbozó una sonrisa y le tiró un beso con la mano, haciendo que este sonría.

Se despidieron y cortaron.

───☃────

Había llegado el día en que Tokio Hotel volvería, Amelia llegó temprano a la casa de la pelinegra así ambas iban a recibirlos a los cuatro, la verdad lo extrañaban y mucho, ya había pasado mucho tiempo.

─¿Ya estás?─Preguntó Amelia, ya que su mejor amiga tardaba en el baño.

─¡Sí! Solamente fueron náuseas.─Salió la pelinegra sobandose el abdomen.

─No podrás ocultarlo mucho tiempo..─Suspiró─Bien ¿Vamos?

Recibió un "sí" de Melody, para luego ambas salir por la puerta principal y subir a un taxi que habían pedido anteriormente. Llegaron al aeropuerto, trataron de ocultarse de los fans ya que sino, se volvería más locos.

De lejos podían observar como bajaban los chicos, pero no eran cuatro.

─¿Y Tom?─Preguntó Melody al aire, Amelia solamente subió sus hombros.

─No lo sé, pensé que vendrían los cuatro...

Ni bien los chicos se acercaban, más loca se volvía la multitud de personas y los gritos peor aún.

Los tres masculinos se acercaron felizmente hacia las chicas, para luego todos unirse en un abrazo y saludandose.

─Bill ¿Y Tom? ¿Por qué no vino con ustedes?─Sus ojos se llenaron de lágrimas, haciendo que el pelinegro sienta lastima y solo pueda abrazarla.

𝘛𝘩𝘦 𝘦𝘹𝘤𝘪𝘵𝘪𝘯𝘨 𝘨𝘦𝘳𝘮𝘢𝘯; T.KDonde viven las historias. Descúbrelo ahora