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─No cariño...─se separó del beso, quedando frente la chica.─Acá la pregunta es que haces tu y con mi hombre.

Tom quedó atónito ante la actitud de la chica, pero no iba a hacer nada al respecto porque tenía la oportunidad delante de sus ojos y no la iba a desaprovechar por nada del mundo. Él la quería a ella y en ese momento ella también lo quería.

─Vete, yo sé lo que a él le gusta y de la manera en que le gusta.─La pelinegra se seguía tambaleando y sintió como unas manos grandes se posaban en su cintura, sosteniéndola con fuerza.

─Tom...─Dijo la pelirrubia mirando al de trenzas esperando alguna respuesta.

─¿No la escuchaste? Vete.─Respondió escondiendo su cara en el cuello de Melody y dejando besos húmedos en este.

Luego de eso la pelirrubia se fue, la pelinegra se dio vuelta quedando frente a frente con el de trenzas y enrolló sus brazos al rededor del contrario, mientras que él tomaba su cintura. Ambos se acercaron tanto uniéndose en un beso y no suave, un beso salvaje.

Como pudieron subieron las escaleras empujando a todos los que estaban en la misma, se dirigieron al cuarto de Tom y cerraron la puerta quedando totalmente a oscuras, la única luz que daba a la habitación era la luz de la luna que los acompañaba. La pelinegra empujó al masculino tirándolo a la cama, mientras que ella se alejaba lentamente de él no sin antes haberle depositado un suave beso en sus labios.

Se escuchaba la música de abajo y eso fue una gran ayuda para la femenina, empezó a bailar suavemente mientras que poco a poco se iba quitando la prenda que llevaba puesta, dejando al chico frente a ella totalmente duro. Ella se seguía moviendo al compás de la música, lo único que hacía Tom era disfrutar y ver detalladamente el cuerpo de su chica quedando asombrado ante tal figura.

─Ven aquí...─Demandó Tom con voz ronca, haciendo que la chica sienta un calor de repente.

─¿Está empezando a doler, Kaulitz?─Sonrió malévolamente mientras se acercaba al de trenzas, siendo tomada por este y quedando arriba de su regazo.─¿Así te gusta?─Susurró en su oído mientras se movía arriba de él, sintiendo toda su erección contra su feminidad.

─Oh.. No hagas eso, linda.. Créeme que te follaría aquí mismo..─Dijo para luego besar, chupar y morder el cuello de la pelinegra dejando leves marcas, que luego se notarían.

─Nada te lo impide, Tom.─Seguía con sus movimientos y cada vez calentaba más al contrario.

─Estás borracha, cariño.─Agarró los glúteos de ella apretándolos a su gusto.─No me voy a aprovechar de eso, quiero que sea algo lindo y con tu consentimiento.

─Mi consentimiento ya lo tienes, bonito y no te estás aprovechando...─Ahora estaba dando pequeños saltos, haciendo que Tom no se resista más.─Vamos... Yo sé que quieres...

No hizo falta ni una palabra más que Tom ya la tenía debajo de él haciendo que esta jadeara, no hacía falta que le saque nada ya que estaba totalmente desnuda. El de trenzas llevó dos dedos a la boca de la contraria haciendo que los lama, para luego introducir uno por su cavidad y esta era un mar de gemidos descontrolados.

En estos momentos Tom agradecía que la música estuviera fuerte, puesto que no le agradaría para nada que escuchen a la pelinegra gemir. Él estaba mirándola mientras el ponía otro dedo más en ella, se le acercó para comenzar un beso salvaje, devorándola como si no hubiera mañana.

Sacó los dedos de la cavidad de su chica, mientras bajaba su pantalón junto con su bóxer, entrando totalmente en ella sin previo aviso.

─Te aseguro que esta noche será la mejor de tu vida.─Dijo en un suspiro mientras se iba moviendo, recibiendo gemidos de la contraria.

𝘛𝘩𝘦 𝘦𝘹𝘤𝘪𝘵𝘪𝘯𝘨 𝘨𝘦𝘳𝘮𝘢𝘯; T.KWhere stories live. Discover now