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Parecía poco, pero habían pasado dos meses de eso ya, dos meses donde Tom no había echo más que estar con otras mujeres, no repetidas. Dos meses donde él no había echo nada para recuperar a aquella morocha que le volaba la cabeza y decidió no intentar nada, porque ella tenía la razón de lo que decía.

Hace un mes y días ellos dos se habían encontrado por casualidad, pero el de rastas había quedado algo extrañado al ver a esta con otro chico. Siempre, en todas las historias de amor había un tercero dando vueltas. Tom no hizo nada al respecto tampoco, solo sonreírle de lado, sabía que eso volvía loca a todas.

Él decidió no hacer nada con el novio de Melody, él sabía que ella no iba a poder olvidarlo. Solamente iba a ver cuanto tiempo aguantaba la morocha con aquel rubio ¿Justo un rubio? Él tenía rastas rubias ¿Melody no podía conseguir a alguien con otro tipo de color de cabello? ¿Tan inolvidable es que quiere ver en otras personas reflejados a él? Esos y más pensamientos fueron producto de la mente de Tom el egocéntrico. 

Era agosto, las últimas fechas exactamente, dentro de poco sería el cumple de los gemelos. Ambas amigas habían recibido la invitación de la fiesta de cumpleaños, en dos días era y no sabían que regalarles, menos que ponerse. 

─Ame... No sé si ir...─fue callada por su amiga quien la miraba molesta.

─¡Al carajo Tom!-pegó un grito recibiendo miradas de todos, pero a ella no le importó.─ Ay.. este me gusta para vos.─sonrió agarrando una prenda mientras la miraba detalladamente.

─Ame, no me cambies de tema ¿Sí?─miró con su seño fruncido a su amiga, para luego posar su vista ante el catsuit negro descotado que tenía su mejor amiga en sus manos.─Me encanta.─ambas se miraron boquiabierta.

─Lo llevaremos.─sonrió ampliamente.

───☃────

─Bill, te dije que no quería salir.─
bufó y caminaba con malagana.

─Tom ¡Ya basta! Siempre lo mismo, te hubieras quedado y ya...─miró vidrieras mientras iba caminando con su gemelo al lado.

─Pero me obligaste a venir.─suspiró pesadamente y su hermano se dedicaba a reír.

─Vámonos.─dijeron Tom y Melody al unísono, aunque estaban lejos y no podían escucharse.

─¡Amelia!

─¡Bill!

La pareja al verse gritaron y fueron directamente a abrazarse mientras ambos corrían, no se veían hace dos semanas por problemas que tenía Tom. Tuvo muchos problemas, algunos legales y tuvieron que estar encerrados por una semana, aparte el de rastas tuvo unos problemas con unas pastillas y debido a eso tuvo que estar en el hospital.

Cabe aclarar que Tom y Melody no se veían hace bastante, al menos trataban de ignorar la existencia del otro.

─No sabía que estabas aquí... Que estaban aquí.─dijo Bill sonriendo mientras se acercaba a su amiga para darle un beso en el cachete, por más que la pelinegra sea la mejor amiga de su novia y haya tenido una no aventura con su hermano, él la quería bastante.─¿Cómo están ambas? Hace mucho no las veía, Tom saluda y no seas maleducado.

─Hola...─dijo el antes mencionado con la cabeza agachada, sin mirar a ninguna de las dos, porque si miraba a Amelia tendría que mirar a Melody y ninguno quería eso.

─Hola.─dijo la pelinegra con total frialdad y mirando a otro lado, a ella no le importaba lo más mínimo el hombre frente a él. 

Después de un pequeño debate quedaron en comer los cuatro, fueron a un restaurante del shopping donde estaban y se sentaron quedando Tom y Melody frente a frente, lo más incomodo. Estuvieron hablando de cosas randoms mientras comían, hasta que Bill tocó un tema... Aquel tema, ese tema que a Tom le jodía y demasiado, aunque no lo dejara notar.

─Mel.. Vi que tienes novio.─tiró Bill mientras le daba un mordiscón a su hamburguesa, no sin antes levantar sus cejas y sonreírle pícaramente a la pelinegra, haciendo que esta se sonroje y se atragante con la comida. 

─Así es.─se adelantó su mejor amiga.─Se llama Yadiel.─sonrió mientras lo decía felizmente, obviamente lo hacía por venganza.

─¿Cuánto tiempo llevan?─Tom se atrevió a preguntar.

─Cumpliremos dos meses el primero de septiembre.─Esta vez Melody había contestado, con una sonrisa al ver como Tom ponía cara de serio y apretaba su mandíbula. 

Hubo un silencio incomodo que Bill y Amelia notaron, trataron de hablar de otras cosas y de hacer chistes. Ya todos habían terminado de comer y se habían levantado para pedir el postre, todos menos Tom.

Este se había sentado ya que había ido al baño, un teléfono comenzó a vibrar y Tom miró disimuladamente hacia atrás antes de atenderlo.

─¿Hola?─preguntó el de rastas.

¿Quién habla? ¿Y Melody?

─Acá la pregunta es ¿Quién carajo eres?

Soy el novio de la dueña del celular...

─Que raro, anoche no me decía que tenía novio... Mira, Melody está muy ocupada y yo también, la estoy haciendo mía ahora mismo.

¿Qué? Solo cállate y pásale el celular, ahora.

─Oh... Creo que me voy a venir Mel... Te corto porque no quiero que escuches como tu novia grita mi nombre y menos escuchar los sonidos que hace al chupármela, adiós.

Tom rió por lo bajo mientras sonreía malévolamente y dejaba el celular de la pelinegra en el mismo lugar que antes, pero fue inteligente y antes de dejarlo en su respectivo lugar, eliminó la llamada reciente.  

Se acomodó en su posición cómoda, miraba a los tres venir pero su vista se posó en el cuerpo de Melody, la miró de arriba a bajo y podría jurar que se la follaría ahí mismo. Quería escucharla gemir, que gima su nombre y pida más pero a gritos, Tom se imaginaba tantas cosas.

─¿Seguro que no quieres postre? Bah, digo... Como te comes a Mel con la mirada, supongo yo que tienes hambre.─Su gemelo se había dado cuenta de como la miraba y como la seguía mirando, ya que las chicas todavía estaban viniendo puesto que se habían frenado para comprar algo.

─Tengo hambre, pero de ella...─Mordió su labio inferior mientras no quitaba su vista de ella, haciéndose miles de escenarios obscenos y explícitos que le gustaría cumplir en algún momento.─ Llamó su novio...─Suspiró mirando a su hermano, esperando a que el pelinegro lo rete.

─No... ─Abrió los dos ojos como plato y puso sus dos manos en su cara, imaginando lo que su hermano ya había hecho, lo conocía tan bien.─ Tom no me digas que....

─Sí, atendí.─Sonrió victorioso mientras ponía sus brazos detrás de su cabeza.─Te aseguro que Melody quedará libre para mí.

─¿De qué hablaban?─Ambas chicas tomaron asiento.

─Cosas insignificanticas, solo eso..─Tom sonrió y Bill solamente lo miraba con cara de enojado.

Estuvieron unos 10 minutos charlando, Tom y Melody tuvieron un mínimo acercamiento debido a las charlas. Vibró el celular de la pelinegra y no se habían dado cuenta a excepción de Tom, sabía que era ese tal Yadiel y por eso no le decía nada a la antes mencionada, hasta que se dio cuenta que la estaban llamando.

─Tres llamadas perdidas, que raro.─Dijo levantando su celular y también levantándose ella, atendió y fue a un lado para hablar.

Tom se puso nervioso, ya se la veía venir y no podía darle explicaciones de lo antes sucedido ¿En cuantos idiomas le explicaba lo celoso que estaba y lo mucho que la amaba? 

Sintió una mirada que lo fulminaba a más no poder, él no quería mirar, ya sabía que aquella chica lo estaba matando y si era posible lo descuartizaba en ese preciso instante. Escuchó que la chica se estaba acercando, lo primero que pensó fue en levantarse para ir al "baño", en realidad se iba a escapar.  Cuando se estaba levantando sintió como una mano suave lo agarraba del brazo, llevándolo a otro lado lejos de la pareja.

─Eres hombre muerto, Kaulitz.

𝘛𝘩𝘦 𝘦𝘹𝘤𝘪𝘵𝘪𝘯𝘨 𝘨𝘦𝘳𝘮𝘢𝘯; T.KWhere stories live. Discover now