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Holis.

De preferencia lean escuchando The night we met. Ustedes sabrán cuando llegue el momento para reproducirla...

***

—Los resultados de las pruebas de ADN llegarán el martes —anunció George entrando en la sala—. Deja de mortificarte por eso, Raymond —palmeó su hombro descuidadamente y le ofreció un vaso de wiski con hielos.

Ray negó con la cabeza.

—No es eso lo que me tiene preocupado ahora—dijo alzando la mirada. Tenía los ojos rojos.

—¿Entonces?

—Hace días que Henry no me devuelve las llamadas —apretó el vaso entre sus manos, mirando la pared—. No sé qué sucedió. Hice todo lo que pude para que confiara en mí de nuevo.

—¿Cuántos días exactamente? —se sentó en el sofá de dos plazas al lado de donde estaba Raymond.

—Uno.

George resopló sacando su teléfono.

— Solo ha pasado un día Raymond, por favor —se encogió de hombros sorbiendo levente de su vaso—. Si hiciste lo que pudiste entonces no es tu problema. No sé muy bien qué pasó entre ustedes, pero tal vez es mejor darse un espacio —se aventuró a decir mientras tecleaba rápidamente la pantalla del celular—. Además, ¿no habías dicho que no querías una relación?

—Es diferente —gruñó—. Él es diferente.

George le miró de reojo. Habían entablado una amistad por los años que tenían en contacto por su caso, sin embargo no terminaba de entenderlo. Raymond era tan reservado con algunas cosas que le daba miedo preguntar más allá de lo que le confiaba. Se le miraba decaído cuando hablaba de ese universitario con quien alguna vez tuvo una relación, por ello intentaba distraerlo siempre con algo diferente. En esa ocasión lo animaría con buenas noticias sobre su caso.

—Mira Ray —rompió el pequeño silencio con un amago de sonrisa—, a veces las cosas no salen como planeamos. Ni siquiera cuando más damos de nosotros mismos. A todos nos pasa. Hasta a mí me ha pasado un par de veces con mis clientes —intentó bromear, recibiendo una mirada entre molesta y constipada con dejos de tristeza. Agitó la mano para restarle importancia y continuó—: No pasará nada. Lo que quiero decir es que debes dale un par de días y lo que sea que le esté pasando se solucionará. Antes de que te des cuenta estarán como quieres.

El tono confiado con el que hablaba impacientaba a Raymond. Tal vez George tenía razón y no debía presionar tanto a Henry, pero había esperado mucho tiempo como para dejar el tema de lado. Aun cuando se viera obsesivo con la situación, intentaría las veces necesarias para que el muchacho volviera a él. No sabía cuánto le tomaría, pero si había esperado unos años, podría esperar un par de días.

—Que por cierto, te recuerdo que los resultados de la prueba tardan una semana. Además —añadió con entusiasmo—, he estado en contacto con alguien del laboratorio —canturreó— y me dijeron que nos harán llegar los resultados primero. Eso nos dará una ventaja de un par de días sobre lo que sea para lo que debamos prepararnos antes del juicio.

Ray, dudoso, frunció las cejas.

—¿Qué eso no es ilegal?

—Claro que no —George rio nervioso—. Si no se enteran —murmuró.

—Bien. Pero... —hizo una pausa para saborear las palabras que estaba a punto de pronunciar, como si eso fuera a hacerlas menos dolorosas— ¿Cómo se manejará la situación si Rossie resulta no ser mía?

Henry, las casualidades no existen [Henray]Onde histórias criam vida. Descubra agora